Una mezcla explosiva si añadimos un ingrediente más. [SOFY]

Apretaba la mano de la hermosa demonio que llevaba a mi lado. Nuestros dedos entrelazados, como si fuésemos una pareja de enamorados. Llevé su mano, y la mía, a mi boca, y la besé. Después de nuevo la volví a dejar caer. Llegamos a una de las zonas de París donde más ambiente había. No podía negar, que, hubiese preferido la compañía de Sofy, quien desde luego, parecía reacia a encontrarse conmigo de nuevo. Pero, no podía negar, que estaba de suerte. Alexandra era toda una belleza, siempre dispuesta a pasarlo bien, de todas las maneras posibles. Todavía recuerdo el día en que la conocí. Aprovechándose de los hombres. Con esa hermosa cara de ángel, de tierna y dulce, que no ha roto un plato en su vida. Me recordaba en cierto modo a mi. No por su aparente inocencia, sino por el modo que tenía de aprovecharse de la gente, de conseguir cuanto quería y de salir bien parada de cualquier situación. Desde entonces siempre nos habíamos llevado bien. Muy bien en realidad.
Nunca habíamos intentado ser pareja, y es que, era muy complicado, ambos eramos demasiado parecidos, y terminaríamos por hacernos daño. Además, era mucho más interesante y divertido así, jugar a ser pareja, frente a los ojos de los demás, mientras lo que hacemos en realidad es seducir presas. Si bien es cierto, al terminar solemos echar un buen polvo, como acto de agradecimiento por el esfuerzo y la entrega. Sonrío al pensarlo y la miro a los ojos. Divertido.
Esta noche hemos hecho un trato. Queremos sexo, sí, pero eso después de unos buenos tragos y de vaciar a algún par de humanos. Pero eso no es todo, le he prometido que compartiríamos a alguna mujer. Un trío no estaba mal para terminar el año.
Entramos en uno de los locales que tenía mejor pinta, supe por el aroma y por la tensión que había en el ambiente que se trataba de una especie de club, en el que miles de mujeres vendían su cuerpo. Puede que a cambio de dinero, o a cambio de miles de cosas más. Quien sabe. En esta ciudad son muchas las cosas extrañas que se llevan a cabo por las noches.
Alexandra y yo entramos y nos situamos al fondo. Cerca de la barra. Sonrío mirándola. Joder! Es muy guapa. Pero no puedo evitar compararla mentalmente con Sofy. No sabría decir cuál era más hermosa, pero, desde luego, tenía claro a quien elegiría si tuviera que escoger entre ambas. Sofy era mi perdición. Alexandra no lo sabía, pero estaba seguro de que lo intuía. Tenía un sexto sentido para esas cosas, era lo único que odiaba de ella. Se fijaba en todo, cualquier mínimo detalle no le pasaba desapercibido. Y en cuanto me vio, supo que no era el mismo de antes. Que algo me obsesionaba. Pero no admití que era una mujer. Se hubiese reído en mi cara.

Después de pedir varias copas, de reírnos, conversar y echarle el ojo a un par de humanos, para matarlos después decidimos que empezaríamos a buscar a la joven que nos haría compañía en la cama esta noche. Le señalé una, con un leve movimiento de cabeza, pero al mirarla frunció el ceño. - Rubia de bote. No me gusta. - murmuró con su voz dulce y cantarina. Sonreí divertido. Con el alcohol todo me hacía mucha más gracia. - ¿Qué tal aquella? Es rubia, pero me pone... - mencionó. Entonces seguí la dirección de su mirada, me giré, y me quedé completamente estupefacto. La sonrisa de mi rostro desapareció de pronto. Era ella. Sofy. Allí. Vestida de modo provocativo, con sus rizos rubios rozando su espalda. Fruncí el ceño cuando me di cuenta que estaba rodeada de hombres. Siendo el centro de atención. Entonces decidí girarme. Miré de nuevo a Alexandra, y traté de no ponerme celoso. Ella me pertenecía. Ambos lo sabíamos. Mi sangre llamaba la suya. Supe que en ese mismo momento se había dado cuenta de que yo estaba allí y me estaba mirando. Decidí jugar al mismo juego, y darle un poco de celos. Ella también era posesiva. Así que también le jodería. Me incliné un poco sobre la mesa, alcé el rostro de Alex, y la besé. Ella se sorprendió, pero se dejó llevar. Lo habíamos hecho tantas otras veces. Al separarme. Sonreí. No por el beso en sí, que no estaba nada mal. Sino porque estaba convencido de que Sofy echaría chispas. Seguro que poco tardaría en acercarse a nuestra mesa.

A pesar de los muchos meses que llevaba en la ciudad todavía no había conseguido que mi acento ruso desapareciese del todo. Hacía tiempo ya que conocía a Demetri. Lo había conocido en mi país, en uno de sus viajes de rastreo. Mis juegos nocturnos y mis planes macabros habían terminado por gustarle, por lo que, nos hicimos grandes amigos. Desde luego, amigos con derechos. Todavía recordaba esa fría noche en San Petersburgo y como nuestros cuerpos se habían fundido sobre las sábanas, como si ardiésemos, como si la temperatura allí no fuese de -14 ºC.
Ahora, años después, seguíamos llevándonos bien, y a pesar de todo, compartíamos salidas nocturnas, juegos de caza, y sexo.
Me había prometido que esta noche sería especial, distinta, ambos jugaríamos un poco, cazaríamos en busca de alimento y después, terminaríamos en la cama con otra joven vampiresa a quien le gustase la acción.
Al llegar a uno de los locales, habíamos seguido la rutina de siempre. Beber, decidir a qué humanos mataríamos después en el callejón y la puerta trasera, y decidir quien sería nuestra misteriosa acompañante.
Su primera proposición no me gustó. Era rubia. Eso me gustaba. Pero se notaba de lejos que era teñida. Y ese pequeño detalle no me gustaba. Decía mucho de ella. No tenía clase, desde luego por el mal tono que había elegido. En cambio, justo detrás suyo había otra vampira, rubia natural, con rizos largos, que llegaban a su espalda. Esbelta y bastante atractiva. No pude negar que me excitaba. Era realmente sexy. La señalé. Y por algún extraño motivo a Demetri se le borró la sonrisa de la cara. Se puso rígido y se giró a mirarme. Me besó, de pronto. Como si tuviese que demostrarle algo a alguien. Y entonces lo comprendí. Todo se trataba de una chica. De esa chica. Estaba obsesionado con ella. Probablemente le había dado buen sexo. Sino no lo hubiese conseguido tener así.
Pero para mi sorpresa, ella también parecía un poco obsesionada con él, ya que, su mirada hacia mi iba cargada de odio. Probablemente hubiese creído que era su chica, o algo parecido. Que la había reemplazado con facilidad. Le sonreí con una de mis sonrisas hostiles. Tratando de atraerla a la mesa. Aunque fuese enfadada, si se acercaba, podríamos proponerle un buen plan para esta noche. Sería la persona perfecta.

Las noches .. los días.. ya habían pasado varios desde aquel encuentro con Demetri.. aun recordaba sus mordidas y esa sensación que llenaba mi sangre y mi mente, así como sus caricias y el sexo.. el buen sexo que el me había proporcionado, me había encontrado largos días sin poder hacer nada mas que revisar mi cuerpo contra el espejo.. en espera de notar huellas de sus caricias.. y aunque no las había aun la marca leve y casi sin percibirse de sus colmillos en mi cuello.. me hacían sonreírme al mirarlas.. pero en otro lado del asunto estaba que me había jodido.. todos estos días no había tenido sexo.. los malditos humanos aunque de muy buena pinta y con fuerza que me harían apenabas cosquillas.. no me excitaban en lo mas mínimo.. muchas de las ocasiones había cedido mi trabajo.. a alguna de las chicas.. algunas vampiras y otras humanas.. los vampiros eran igual.. algunos parecían tener el mismo modo de Demetri pero nada se comparaba a el.. a pocas palabras ya me habían aburrido y sus tácticas simples para querer follarme me eran completamente estúpidas.. siempre argumentaba alguna escusa para darle alguna vampira que los complaciera o darle alguna humana para que se alimentaran y dejaran de joderme.. y aunque en un par de ocasiones había matado a esos vampiros.. por sus insistentes peticiones y no lo lamentaba en absoluto estaba muy a gusto estando lejos de los contactos sexuales..
Esta noche debía de salir al gran salón.. bueno lo que parecería una discoteca burdel.. muy de moda.. porque algunos de mis socios.. estarían aquí y debía.. hacerles compañía.. ya en poco tiempo tendría este lugar solo mio.. y no por mis inversiones .. si no porque su tiempo de vida estaba ya por agotarse.. los mataría al inicio de este año.. me puse un vestido corto apenas cubriendo mi cuerpo.. con escote en la espalda.. hasta la espalda baja y otro escote en el pecho.. mis tacones altos... de aguja de casi 15 cm me hacían ver mucho mas alta de lo que ya era.. mi cabello había crecido un poco mas y los rulos.. se extendían cubriendo parte de mi escote.
Salí de mi habitación y recorrí el lugar de inmediato a mano de mi guardaespaldas Andree el siempre vigilaba mis intereses y mas porque.. aquí había tantas mujeres con las que el podía follar cuando quisiera.. solo le pedía que no las jodiera dejandole las marcas de sus colmillos, me llevo a donde estaban los demás "inversionistas" la mayoría son humanos.. y se desviven por mi.. siento sus miradas por mis escotes y mis piernas y me siento extrañamente irritada.. y es culpa de Demetri yo jamas me sentía así.. trate de tranquilizarme y logre coquetearles un poco pasar mis manos por sus camisas y aveces hasta inclinarme para seducirlos con mi escote.. pero cuando menos lo pensé.. un extraño sentimiento llego a mi.. cálido y muy ardiente me hacia agitarme.. intente no dejar ver mi ansiedad y busque sobre mi hombro la causa de esa sensación.. y fue cuando lo vi.. Demetri.. su sonrisa.. sus ojos ese vampiro que me hacia estremecer lo seguí brevemente con la mirada.. hasta que la note a ella.. el la besaba en las manos.. y le sonreía.. y y... LA TOCABA!!!... trate de controlarme y me gire a ver a mis Socios y comenzaba a disculparme.. y de reojo volví a verlo.. en la barra con esa ZORRA!! y ella se atrevía a sonreírme.. intente que no se notara mi ira y solo le sonreí.. la maldita perra es muy sexy en parte entiendo porque Demetri esta con ella.. sigo con mis socios y me disculpo.. y me giro para irme del lugar, lo que menos quiero es hacer una escena porque no es lo mio, pero los veo.. se están besando y siento un deseo infinito de matarla.. aprieto mis manos y cuando creo que debo irme que debo salir de ese lugar y no verlos mas.. una mano se estrella contra mis glúteos con fuerza haciendo que el sonido del acto.. se escuche con fuerza.. debo controlarme... debo de pensar que aun no es tiempo de quedarme sin mis socios y menos que yo los mate ahí.. así que apresuro mis pasos.. para salir del lugar Andree ya esta hablando con el infractor.. y yo no quiero saber nada de nadie y menos de Demetri.. y de su acompañante..

Rabiosa, completamente furiosa nos miraba. Y ni siquiera era consciente, ni siquiera podía imaginar lo mucho que yo estaba disfrutando ese momento. Hacía unos días había dejado en claro que no quería ser sólo mía. Pero entonces tampoco podía esperar que yo fuese solo suyo. Pero al parecer ninguno de los dos admitía que no soportaba ver al otro con terceras personas. Los ojos echaban chispas. Estaba claro que estaba cabreada. Pareció querer venir en nuestra dirección, pero quizá lo pensó mejor, y en lugar de eso, lo que hizo fue marcharse hacia la puerta, con paso firme y decidido subida a esos bonitos tacones que la hacían lucir más esbelta y alta.
Fue entonces cuando con una hermosa sonrisa en el rostro le guiñé un ojo a Alexandra. Apuré mi trago y la insté a imitarme. Por lo menos, debíamos darnos prisa si queríamos alcanzarla y proponerle nuestros planes. Ya me había divertido bastante con mi pequeño juego maligno, ahora tocaba confesar y convencerla para que viniese con nosotros.
Pero, algo extraño ocurrió y de pronto mi sonrisa desapareció de mi rostro para dar lugar a una expresión más seria y fría.
Un estúpido vampiro le dio un cachete en el culo. En la nalga. Sonó tan fuerte que podía incluso adivinar que acababa de dejarle una buena marca roja sobre la piel. Me puse en pie de inmediato, haciendo que el taburete sobre el que había estado sentado segundos antes, cayese al suelo. Alexandra me miró helada. Sabía que comenzaba la acción. Asintió con el rostro. Ya sabía lo que tenía que hacer. Me acerqué al puto vampiro y de un empujón lo empotré contra la pared. Una de las estanterías cayó y con ella, todos los vasos que había encima, los cuales cayeron sobre su cara haciéndole algunos cortes.
- ¿Porqué no te metes con alguien de tu tamaño? Estúpido vampiro vegetariano... - por el tono de sus ojos supe que se alimentaba de sangre animal, lo cual me parecía del todo penoso y cobarde por su parte. Si eramos vampiros era porque Dios así lo quería. Los vampiros matan humanos. Así de simple. Rubias, morenas, todo esto está bien. Hay que elegir, tiene que haber variedad.. pero ¿animales? ¿enserio? Me daba nauseas solo pensarlo. Se trata de poner en pie y lo logra, el muchacho que acompañaba todo el rato a Sofy se acerca a mi, me pone la mano en el hombro " Eh amigo, ya vale" - y entonces con fuerza le aticé un puñetazo en la nariz haciendo que crujiese. Probablemente se la habría roto. Cayó al suelo de rodillas, con las manos en el rostro. - No soy tu amigo. - dije, mientras que con un gesto aflojaba mi corbata, y me colocaba bien la americana.
Entonces, justo en ese momento, volví a patear al puto vampiro clavandole mi zapato en los huevos. Así aprendería a meterse con otro. - Espero que recuerdes bien la cara de esa vampira, porque si vuelves a tocarla te mato. ¿queda claro? O necesitas que te lo repita más despacio? - el vampiro, cagado y apunto de mearse en los pantalones, asiente. Nervioso. Sonrío. Tengo el poder. Oh si. Mi ego aumenta estrepitosamente. Y entonces me dirijo a la salida, sacando de mi cartera un billete, y tirándolo al suelo para que algún gilipollas lo recoja. A fin de cuentas, hasta soy educado y todo, no me voy sin pagar.

Sabía que Dimitri iba a liarla. Sobretodo cuando me miró de aquel modo. El estúpido vampiro la había cagado. Probablemente lo mataría. Mi trabajo ahora era seguir a la otra vampira, la rubia, y convencerla de venirse con nosotros. Supuse que sería algo complicado, pues al haberme visto con él, seguro se había montado su propia película, y pensaría que yo era una zorra.
Aunque, pensándolo bien, no se equivocaba del todo. Sonreí ante ese pensamiento y caminé tras ella. En cuanto la alcancé le grité para llamar su atención. - Eh tu! - grité con mi marcado acento ruso. Que se notaba mucho más cuando estaba alterada, borracha o excitada. Y en este momento sufría una combinación de ambas. La rubia se giró hacia mi, con cara de malas pulgas. - Deberías esperar a tu amigo. Ese que tanto deseas y que no te atreves a admitir. - murmuré tratando de picarla. De enfadarla. De entretenerla un rato mientras Dimitri no saliese. - No lo niegues. Tengo un sexto sentido para esas cosas. A mi no me engañas. Te gusta. Cuando nos has visto besarnos te has puesto celosa. Todo el mundo se ha dado cuenta. Incluso él. Pero, aunque no te lo parezca, es todo un caballero, y lo negará. - Sonrío. Aunque todos subestimen a Dimitri, y lo vean como Belikov, el puto engreído que se tira a todas las vampiras que conoce (cosa no del todo incierta), están muy equivocados. Los que tenemos el placer de conocerlo más, sabemos que es todo un caballero. Almenos algunas veces. Y sólo con las personas que le importan. Aunque sean pocas.
Sus ojos arden, víctimas del enfado que la inunda. Y no la culpo. Cualquiera podría enamorarse de ese estúpido vampiro. Traía locas a miles de mujeres, y al parecer él había centrado las miras, y su atención en una que no se atrevía a admitirlo. Pobre!
- No soy su novia - sonrío y de pronto parece tranquilizarse, como si se relajase o algo - no tengo porqué darte explicaciones, pero creo que es mejor aclararlo. Somos viejos amigos. Y simplemente estamos buscando un rato de diversión. Hemos llegado a una especie de acuerdo él y yo.. y nos ha parecido muy interesante probar algo nuevo... - entonces en un segundo aparezco a su espalda, rozando ésta con las yemas de mis dedos, hasta que estés se pierden en el final de su espalda. La rodeo, caminando, en círculos a su alrededor. Cuando estoy delante de ella miro su escote y relamo mis labios. - Imagino que te haces una idea de lo que quiero... o más bien de lo que ambos queremos... - susurro. Y entonces más cerca de ella aparto su cabello de su cuello, echándolo hacia atrás. Ella está completamente quieta, rígida, más no tensa. No pestañea, está prestando total atención a lo que le digo. Y entonces deposito un suave beso en su cuello. Esperando su reacción. Tal vez sea más mojigata de lo que él y yo creemos, o tal vez no dude en aceptar nuestra proposición.

El ruido estruendoso a mis espaldas no evito que siguiera mi camino,.. no sabia que pasaba pero igual el pesado vampiro estaría discutiendo con Andree por lo sucedido y esperaba que Andree no fuera condescendiente con el y no le acordara una entrevista privada conmigo.. no deseaba para nada verle la estúpida cara y menos aguantar sus débiles intento por hacerme llegar al orgasmo.. estaba fastidiada de estos estúpidos sentimientos.. el escándalo se hizo mas fuerte y escuche la voz.. de Dimitri.. por un segundo habia detenido mis pasos.. pero me obligue a seguir el camino a mi habitación.. lo que menos deseaba era flaquear.. seguí el camino hasta que algo llamo mi atención gire de inmediato mirando a la Zorra.. de Dimitri y la cólera estaba llenando cada poro de mi ser.. la mire acercarse y pensé en como retorcerle el maldito cuello cuando la tuviera a una distancia considerable.. tal vez así me sentiría mejor.. y mas.. tal vez así Dimitri se alejara de mi... sentí en ese momento una debilidad el perderlo.. pero no debía dejarme llevar por aquellos sentimientos.. me cruce de brazo al escucharla decir que debía esperarlo.. apreté mis dedos con fuerza para olvidar que deseaba matarla.. una sonrisa irónica salio de mis labios mientras la miraba a los ojos y podía sentir ya las fuerzas para poder matarla.. pero una cosa.. cambio en ese momento.. la confesión de ella diciendo que no eran novios.. al inicio seguía rígida.. porque para el caso es lo mismo que sea solo su amiguita.. pero por algo lo decía no?.. y si eso que menciono era tan evidente.. pensé en mil cosas en un minuto y mis ojos parpadearon rápidamente.. algo había en esa declaración que me estaba afectando.. la mire un poco mas relajada pero aun en guardia..
-Y que mas da si lo eres o no?-
Le espete mientras acomodaba un poco mis piernas y bajaba mis brazos a los lados.. no pude dejar de reír un poco a lo bajo.. ellos llegaron a un "acuerdo" .. se nota que no soy la única con la que hace ese tipo de acuerdos.. mire sus ojos de la chica.. no es vampiro su aroma es sulfuroso.. dice Demonio por todo su cuerpo.. y la miro.. recorro por un segundo cada una de sus curvas y sin percibirlo.. muerdo un poco mi labio.. y me sorprende sentir sus dedos.. me quedo helada.. es rápida o estaba demasiado concentrada en mis pensamientos.. me estremezco y la miro en frente de mi.. sintiendo un escalofrió digno de película de miedo.. muevo un poco mi cabeza quiero quitármela de la mente y poder pensar de nuevo,.. con claridad.. cuando su beso me trae de vuelta a la realidad..
-Entiendo lo que dices.. -
Me separo un poco de ella y sin querer le sonrió.. no estaba en mis planes pero me puede mas ver su cuerpo tan cerca al mio.. es lo malo de ser bisexual no solo los machos como Dimitri me prenden.. ella es fuego.. y yo me puedo prender muy fácil y mas después del efecto que había tenido Dimitri en todo este tiempo.. subo mi mano a su cuello y después la acerco un poco a mi.. me prende.. y no se si desee estar con Dimitri... pero ella podría ayudarme a no pensar mucho en el.. acerco mis labios a los suyos y la beso con pasión.. enredando mi lengua en la de ella.. acercándola por el cuello hasta pasar mi brazo por su cintura y pegarla a mi.. su cuerpo es suave y parece una muñeca una niña joven muy joven.. a poco tiempo de estar besándola el sonido de la pelea cesa detrás de nosotros.. y despego mis labios.. de los de ella.. y le acomodo el cabello que he desacomodado mientras la atraía a mi..
-Me gustaría solo pasarla contigo.. y evitemos el tema de el.. -
Apenas había mencionado eso y su mirada cruzo con la mía.. Dimitri me observaba y por extraño que pareciera yo no podía quitar mis ojos de el.. es como si fuera yo un insecto y el la luz brillante que me atrae en una noche obscura.. tenia aun mis manos en ella sujetándole un hombro cuando sentí como la dejaba caer a un lado de mi.. la sangre de Dimitri palpitaba al cruzar sus venas y un calor me recorrió.. lleno de electricidad.. el efecto que causaba su presencia .. mi cuello palpitaba .. ardía como ardía el día que me mordió.. me quede solo observándolo sin prestar atención a nada hasta que las manchas de sangre salpicada en su ropa me hizo despertar del sueño en que estaba sumergida..
-Que paso haya afuera?..-
Mi tono fue rudo molesta por el desmadre que habían causado en mi negocio pero escondiendo el miedo de que el estuviera herido.. lo revise con la mirada lo mas rápido que pude para que no se percatara de preocupación..
-Lo que hayan roto.. deberán pagarlo.. no importa quien lo haya echo.. -
Me gire dándole la espalda.. y sujete la mano de la chica la llevaría a mi habitación..

evitemos el tema de el..

Eso fue lo único que llegué a escuchar a medida que mis pasos avanzaban hacia el callejón en el que Alexandra y Sofy estaban charlando. Muy juntas, cómplices. Como si se conocieran y se entendieran de toda la vida. Sabía que la vampiresa no le haría ascos a la chica demonio, pero no esperaba que quisiera dejarme fuera del juego. Sus palabras fueron como una horrible bofetada en mi cara. Como una puñalada trapera. Me sentí hecho mierda en ese momento y ni siquiera era capaz de entender porqué me jodía tanto.
¿Me estaba volviendo loco? ¿O simplemente estaba loco por ella? Suspiré y en cuanto estuve lo bastante cerca comencé a hablar.
- Es una pena que pienses así. Sobretodo cuando acabo de patearle el culo a ese puto vampiro por tocarte. - La miro a los ojos, reflejando cierto odio en ellos. Odio por tratarme como basura. Odio por quererla, si es que la quería, cosa que no tenía muy clara pero que encajaba con todas mis emociones. Y odio por desearla tanto como la deseaba, hasta el punto de formar parte de mi mente en cada momento del día. No lograba sacármela de la cabeza. Y eso comenzaba a trastornarme. - De todos modos, gracias por preocuparte.. Estoy bien. Aunque él no puede decir lo mismo. Y tu guardaespaldas tampoco. - confesé. Refiriéndome al vampiro al que le había roto la nariz. Me daba igual que se enfadase, o que se pusiera histérica conmigo. Al fin y al cabo terminaría por saberlo.
- Traduciré lo que ha tratado de pedirte Alexandra. - comenté. Lo decía con voz dura. Dura porque me sentía horriblemente enfadado. Y no entendía bien porqué. Bueno, en realidad si, pero no quería admitir que era por ella. - Queremos pasar una noche agradable los tres. Si tu estás dispuesta, claro. Sino, bueno, podremos encontrar a cualquier otra, pero ambos sabemos que yo no deseo a ninguna otra que no seas tu. Por lo que.. todo se reduce a ti y a lo que tu decidas. Seco. Sincero. Directo. No tenía porqué andarme con juegos y con rodeos. No me importaba haberle confesado que era ella la puta vampiresa que no lograba sacar de mi mente ni en los días menos solitarios. Había tratado de acostarme con otras, y había sido inútil. Las humanas no sabían cómo complacer a un vampiro con nada más que no fuese su sangre, y las demás de nuestra raza eran complicadas, absurdas. No podía evitar compararlas con ella en todo momento, y en toda comparación se quedaban cortas con lo que Sofy era capaz de hacer conmigo. Con mi cuerpo, con mi ser, con mi sangre.
Sentía ésta, en su máximo punto de ebullición. Ardiendo por todo mi cuerpo, volviéndome loco y desesperado.
Apreté los puños con fuerza. ¿Y si decía que no? Bueno, debía soportarlo. Me desquitaría con la chica demonio. Y tendría que quedarme con las ganas. A fin de cuentas, Sofy no era mía, no me pertenecía a pesar de que yo tratase de creer lo contrario.

Sonreí. De un modo casi imperceptible. No quería joder. Pero estaba claro que Dimka, (así conocían los amigos más íntimos a Dimitri) estaba completamente loco por la vampiresa. Y ella, tratando de engañarlo, de evitar asumir y aceptar que también estaba loca por él. Me parecían dos estúpidos. En realidad me hubiese gustado darles una bofetada a los dos y hacerlos reaccionar. Sobretodo porque sus gilipolleces terminarían por estropear la noche. Y yo quería y deseaba pasármelo bien.
- Bueno ¿qué tal si nos dejamos de disputas, y aclaramos las cosas? - Miro a la vampiresa, que segundos atrás me había besado Desenfrenadamente, consiguiendo excitarme en gran medida. Acaricio su barbilla y sonrío más ampliamente, mirándola a los ojos. - ¿Aceptarás? Estoy deseosa por probarte esta noche, y créeme, los tres nos lo podemos pasar increíblemente bien. - trato de darle ánimos, pues no sé bien porqué extraño motivo tengo serias dudas de que vaya a aceptar el plan. Y ahora que me siento tan excitada y después de haber probado un poco de lo que ella podía ofrecerme, de lo que sus labios podían darme, siento que no quiero dejar la idea atrás.
Miro a los dos vampiros. Y espero, impaciente. Moviendo mi pie, haciéndolo taconear contra el suelo con nerviosismo. Espero que la rubia se decida pronto. O sino mi lívido bajará de un momento a otro.

Todo jodido.. el estaba diciendo lo que creí escuchar?.. si es isa estoy jodida y jodida porque no dejo de pensar en el y porque este estúpido cuerpo se derrite tan solo de escuchar su maldita voz.. que se impone.. que me ordena y me obliga a hacer lo que el quiera.. no quiero.. no soy esa a quien el cree que puede dominar o ¿si? trato de no mostrarme impaciente.. de no dejar que un gemido por el simple echo de recordar como me toma y me desnuda.. evito mirarlo a los ojos no quiero que sea el quien ... quien descubra que lo evito que me siento igualmente jodida como el parece sentirse.. miro a la chica.. como se llama? como sea.. la miro con firmeza mordiéndome el labio aunque es por el por quien lo hago.. y trato de no pensar en Andree como estará y que es lo que le ha hecho.. la demonia se desespera y la hace ver sexy pero es el quien me puede.. con su enojo. se ve glorioso y mi deseo llega hasta mi sexo.. lo quiero en mi cama.. JODIDOS!!! porque debo de desearlo así.. sonrió a la demonia y lo miro a el.. no se si puedo mirarlo con odio aunque lo intento..
-Andree no es débil.. solo no te dio pelea porque se lo tengo prohibido... el sabrá arreglárselas solo..-
aprieto uno de sus glúteos de la demonia y la miro fijamente aunque de vez en vez miro el rostro de el.. sonrió y le doy un leve y rápido beso en sus labios..
- No me importa compartirte preciosa.. y bueno eh estado estrezada estos días.. -
La mirada la dirijo a el porque es por el que eh estado así sin poder saciar este deseo que el me ha despertado.. escucho su sangre aun agolpando sus venas con ira.. bendita ira.. que lo hace llegar hasta mis oídos.. y me pune húmeda.. se ve magnifico así enojado. y deseo sentir su palma en mi culo.. pegándome hasta hacerme gemir.. MALDICIÓN!!! me estoy mojando solo de pensarlo como es que el hace que me sienta así? relamo mis labios y me giro mirando solo por el rabillo del ojo..
-Sigan me pero no hagan muchos destrozos.. recién decore..-
Debo ser fuerte y se como lo castigare como me vengare de que me tenga así.. de que me haga ser una puta humana sentimental cuando el me mira con ese odio.. camino contaminándome felinamente con mis tacones resonando en el frió suelo de mármol.. una puerta de madera gruesa y pesada es la entrada a mi habitación.. la empujo dejando ver la enorme cama redonda en medio del lugar.. cubierta con sante de color sangre y almohadones de un tono blanco.. y algunos cojines.. la cama es especialmente puesta en el centro para poder dar paso a las orgías que me gustan hacer en honor a eventos especiales.. sobre de ella.. un circulo un poco mas amplio que la cama.. colgando unas enormes cortinas negras que se despliegan para mayor intimidad.. al rededor.. algunos muebles para mi servicio.. así como un enorme espejo a un lado de la cama.. quedando cerca de el enorme ventanal de vidrio claro. me gustan las ventanas me gusta exhibirme que me vean y me admiren... algunos tapetes disperso por algunas partes especificas como cerca de un sofá.. de una banca y de una silla con sujeta tobillos..
Es amplia muy amplia para una diversión generosa.. abro de par en par.. y dejo que ella entre primero.. la recorro por completo con la mirada me gusta y mas porque ella sera quien me de un paso mas a poder negar que es el quien me tiene atrapada.. no me gusta sentirme así,.. y no quiero pertenecerle no.. después de lo que eh conocido como amor..
-Y bien.. quien jugara primero?-
Les sonrió a ambos y me siento en la silla son los sujeta tobillos.. cruzo la pierna y acaricio los brazos de la silla .. me gusta este juguete y mas cuando tengo a algún humano amarrado.. a ella.. mi mente comienza a jugarme sucio.. me imagino a Dimitri sujeto a esta silla y a mi entre sus piernas.. jugando con su miembro.. ese duro y delicioso pedazo de carne que sabe usar de un modo excelso.. no lo miro de reojo y si el pudiera leer mi mente vería como lo meto en mi boca y lo succiono mientras gimo... nunca eh probado el vinculo pero me da miedo saber lo que el esta pensando.. y mas indagar que chingados es lo que el desea de mi.. se que es solo sexo.. y no quiero tener esa certeza..

- Claro... lo que tu digas... - dije respondiendo al comentario de que, su querido amigo el vampiro podría haberme pateado el trasero de haber querido. Por favor... Era un idiota. Incluso con los ojos cerrados podría matarlo. No resultaría difícil, y ganas de hacerlo no me faltaban. Miré a Sofy a los ojos, los cuales brillaban de emoción. No sabía si, por mi estúpida confesión, por lo que iba a pasar a continuación o simplemente por jugar conmigo.
Entramos en esa sala grande y extraña. Perfecta quizá para sexo con tortura. Quizá era lo que debíamos probar esta noche. De todos modos, tendríamos tiempo para averiguarlo. Vi como se sentaba en una de las sillas que tenía grilletes de acero para atar pies y manos de una persona. Sonreí. Me imaginaba atándola allí haciéndola presa de todos mis deseos y fantasías sexuales.
La amordazaría, así no podría decir gilipolleces, no podría decirme una vez más que me odiaba, y atándola no podría irse a su antojo y dejarme con las ganas. Bien mirado, este lugar era un regalo de Dios.
- Creo que, deberíamos sacarnos algo de ropa y empezar el juego... pero... quizá algo de música estaría bien. - Sofy, que era quien conocía a la perfección la sala se dirigió hacia una de las esquinas y encendió el reproductor de música. Entonces bailando, al ritmo de ella comencé a sacarme la camisa y la corbata, dejando que estas cayesen en el suelo. No tardó en acercarse a mi lado la demonio, Alexandra, que con manos hábiles y expertas me arrancó el pantalón dejándome solo en bóxer. Rasgué su vestido, y conseguí que quedase únicamente cubierta por su lencería francesa. Sonreí mientras observaba su bonito cuerpo.
Alexandra hizo un gesto a Sofy con el dedo índice, indicándole que se acercase a nosotros. En cuanto lo hizo, la demonio no tardó en besar sus labios y quitarle el vestido. Ambos estábamos prácticamente desnudos, cubiertos solo por nuestra ropa interior. Me acerqué a la chica demonio y acaricié su espalda, besando sus hombros y sus omóplatos, lentamente, mientras desabrochaba el broche de su sostén. Sus senos quedaron completamente libres. Me acerqué a Sofy. Con la que quería deleitarme más. Me coloqué detrás de ella, sonriendo, besé su cuello, recordando con exactitud el lugar en el que la había mordido. Casi podía fantasear con ello de nuevo. Besé su cuello, sus hombros mientras mis manos se deslizaban desde atrás por su vientre, haciendo que mi mano se introdujese por debajo de sus bragas y comenzase a acariciar su sexo. Mis dientes luchaban por no clavarse de nuevo en mi cuello. Mientras masajeaba su clítoris por debajo de sus bragas, Alexandra se acercó a nosotros y comenzó a besar a la vampiresa. Me excité ante tal acto que mi miembro se puso tan duro y rígido que lo sentía chocar contra el cuerpo de Sofy.
Pronto ambas estuvieron sobre la cama. Me deshice de los bóxer, y mi miembro empalmado apuntaba hacia ellas. Entonces, ambas me instaron a acostarme a su lado, lo hice, y mientras la demonio se metía mi miembro en su boca y jugaba con él, yo arrancaba las bragas de la vampiresa y besaba su sexo, introduciendo mi lengua en su cavidad, hasta donde podía, jugando con ella, haciéndola jadear y excitarse. Poco a poco, íbamos perdiendo la vergüenza, y el deseo aumentaba.

Tenía el miembro de Dimitri en mi boca, lo chupada, lo lamía, jugaba con él a mi antojo. Después lamí sus testículos y me incorporé. Desde luego no me cabía ninguna duda de que, primero querría penetrar a Sofy. Le gustaba, no? pues debía deleitarse con ella.
Entonces al incorporarme, dejé que ella se pusiese en una mejor postura, lista para tener sexo con él, mientras que yo me acercaba y besaba sus labios, y justo después comenzaba a besar sus pechos ya masajearlos. Me detuve con ellos, mientras Dimitri la penetraba y la hacía suya, me excitaba escuchar sus gemidos, verlos teniendo sexo, sintiendo el sabor de la piel de la vampiresa bajo mis labios. Lamí sus pezones, y los mordí con suavidad. Y entonces, mientras Dimitri la penetraba y acariciaba mis pechos, yo, llevé una de mis manos a mi sexo y comencé a masturbarme. Necesitaba ser complacida, y no importaba que fuesen mis dedos los que habían de hacerlo. En realidad me gustaba.
Conforme me tocaba, acariciaba y masajeaba mi clítoris e introducía mis dedos para lograr mayor placer, las manos del vampiro recorrían mis pechos, pellizcaba mis pezones con suavidad, y la diosa rubia, incorporándose, todavía penetrada por Dimitri, variaba su postura, hasta llegar a besarme. En realidad estaba funcionando. Aquello que creía que no se nos daría tan bien, estaba siendo realmente placentero y delicioso. Almenos para mi, lo era.

El ritmo de Dimitri es delicioso.. mas cuando sus manos comenzaron a tocarme.. deje que mi cuerpo lo sintiera.. lo extrañaba Demonios!! como lo había extrañado este tiempo lejos de sus expertas manos.. era doloroso.. los labios de la demonia llegaron a los míos.. y la bese me deje llevar por las manos de Dimitri y la bese como si fuera el. aunque no se comparaba con el sabor de los labios de el.. pase una mano a su nuca de Dimitri.. y lo acerque a mi.. sintiendo sus labios en mi cuello.. gemí deleitada por sus besos.. y los de la demonia.. mi otra mano se fue a los glúteos de ella.. la acariciaba y mi lengua le correspondía a las caricias que la de ella dejaba en la mía.. pero el me afectaba aun mas.. nos separamos y en la cama las dos como cómplices lo veíamos en su esplendor.. desnudo con tremendo pene erecto señalándonos.. me mordí el labio y casi podía sentir mi corazón agitarse.. dentro de mi.. solo que mi corazón ya no existía mas.. lo sentí besarme el sexo.. y Juro que por poco me hace estallar en un pre orgasmo.. pero me contuve pensando en que aun no sentía ese miembro en mi interior.. y sabia lo delicioso que el lo mueve.. en menos de lo que pensé.. su miembro me penetro.. y gemí.. la delicia de el es lo único que no quiero dejar de sentir.. gire mi rostro y mire a la demonia.. se masturbaba una vista que es placentera.. se que no son mas de lo que el y yo somos.. pero, la envidio ella puede verme con el y no sentir la desesperación que yo sentí cuando los vi juntos... la atraigo y la beso esperando retribuirle algo de lo que yo jamas podría darle si el solo lo hiciera con ella frente de mi.. si me daba miedo admitir que lo quiero solo para mi.. y esta noche necesito no olvidar que el no es mio y que por desgracia yo si lo soy.,. porque no puedo mirar a nadie mas como lo miro a el y porque no quiero que nadie mas lo pueda probar como lo pruebo yo.. y lo disfruto,.. solté sus labios de la demonia porque jadear y gemir no podía hacerlo mientras la besaba.. mi cuerpo se mueve al suyo.. lo quiero partiéndome en dos si es necesario.. porque no quiero dejarlo ir de nuevo.. acerco mi mano a uno de sus senos de la demonia para evitar pensar en las pendejadas que estoy pensando.. pero su mano .. la de Dimitri esta ahí.. no se que hacer.. no quiero que el la toque.. pero el me esta follando a mi.. es mio.. esta entre mis piernas.. ella puede tener sus manos si así lo quiere pero a el lo tengo solo yo... baje mi mano por su cadera y llegue a donde su mano se complacía.. acaricie parte de su sexo.. y acerque mi dedo.. de lado a los suyos.. y la penetre con el mismo ritmo que ella llevaba.. aunque con un poco de dificultad por la postura.. mi espalda se arqueo y sentí mas cerca su cuerpo.. del mio.. y su humedad entre mis dedos..
-Estas ardiendo Alexa..-
Gemí y gire a verla.. no quería concentrarme mucho en Dimitri aunque lo sentía y sabia que era mio esos minutos no quiero tener que pensar en que en algún momento el se girara contra de ella.. y caí en cuenta de algo.. lo que dije.. el lo escucharía.. el podría simplemente dejarme ahí sin terminarme.. y seguir con ella.. la sola idea de que el terminara entre sus piernas me hacia enojar.. por lo que le hice una seña a Alexa.. que se acercara a mi .. ella lo hizo se acerco mas a mi dejando las caricias de Dimitri..
-Quiero lamerte.. dame tu sexo..-
Le gemí a la demonia para que el no la tocara.. no quería que el la complaciera.. se hinco sobre mi y dejo expuesto su sexo sobre mi cuerpo.. mi mano se acerco a sus caderas y me sujete de ella metiendo lo mas posible mi lengua en su sexo.. la latiguee con ella.. le toque cada espacio húmedo de su sexo.. y succione uno de sus labios vaginales.. la sentía moverse de un lado a otro.. para que mi boca la acariciara por completo.. pero lo que mas sentía era su cuerpo de Dimitri partiéndome en dos.. me moví bajo el .. lo aceleraba quería que terminara solo en mi.. pero la demonia también lo quería.. estaba segura de eso.. porque giraba su rostro a mirarlo.. y el podía acariciarla.. el espacio entre los tres era muy corto.. y en parte había sido mi culpa.... un gemido mas salio profundo por sentir su miembro de pronto mucho mas rígido duro.. contra mi sexo..
-UHMM!!!! así así... Dimitri..-
Deje de lamer su sexo.. solté mis manos y las lleve a los glúteos de Dimitri.. Quería mas de el que no se saliera que me diera hasta el ultimo milímetro de su grandioso pene.. apreté sus glúteos aun clavandole las uñas..

Sofy está sobre mi, mi miembro dentro de ella, que se mueve sobre mi cuerpo con fluidez. Con notable experiencia. Comienzo a preguntarme de dónde saca tanta destreza. ¿Con cuántos hombres se habrá acostado? Indudablemente con muchos. No quiero siquiera pensarlo, porque el simple pensamiento me enfurece. Pongo mis manos en sus caderas, mientras ella se mueve, cabalgándome. Muevo mi pelvis arriba y abajo, embistiéndola. Cada vez con más fuerza. Mi miembro se introduce cada vez más en su interior, llegando a lo más hondo de su ser, provocando con ello sensaciones que inundan cada poro de mi piel, cada célula de mi cuerpo, haciendo que éste comience a arder. Jadeo, con la respiración agitada y el cabello revuelto. Estoy a punto de incorporarme. Pero entonces, ella atrae a Alexandra a su lado, mientras yo tocaba los senos de la chica, Sofy introducía sus dedos en el sexo de ella. Eso casi me hace enloquecer. Me sentía completamente excitado. A tal punto que estaba a punto de correrme.
No quería ver más esa escena. No podía controlarlo. Deseaba deleitarlas una a una, darle a cada una lo que merecían de mi. Toda mi atención y todo el placer que yo pudiese proporcionarles.
Tomé las muñecas de la vampiresa rubia y la atraje hacia mi. Me erguí un poco, y sin soltar sus muñecas, sujetándolas con fuerza, acerqué mis labios a sus pechos, besándolos, rozando sus pezones con mi lengua, mordiéndolos hasta lograr que estos se amoratasen. Llevo entonces mis manos a su espalda. Aprieto su cuerpo contra el mio, siento sus pezones erizados rozando mi propio pecho y eso me vuelve loco. Un gruñido salvaje brota de mi cuerpo, y acerco mi rostro al suyo, atrapando su labios entre los míos, mordiéndola, saboreandola. Introduciendo mi lengua hasta el fondo. Mezclandola con la suya. Fusionando su saliva y mi saliva, sintiendo y saboreando cada rincón de su boca, siendo explorado por mi lengua que se deleitaba con ello.
Estoy a punto de correrme. Decido que debo cambiar de postura, porque quiero que se sienta satisfecha por todas partes. De mil y una maneras distintas. Sonrío y retiro mi miembro con rapidez y soltura. Entonces tomándola de nuevo por las muñecas, la obligo a recostarse de lado, separo sus piernas, y soy consciente de que cree que voy a penetrarla analmente. Pero no. Solo voy a hacerlo de lado, desde detrás, para que lo disfrute mucho más. Rozo con mis dedos su clítoris, masajeándolo en rápidos círculos. Entonces, llevo mi miembro a su sexo, y lo acarició con él, sin entrar en ella todavía, haciéndola sufrir un poco. Y justo cuando soy consciente de que va a protestar, la penetro de nuevo con fuerza e intensidad, embistiéndola profundamente. Con veloces movimientos. Sus senos se agitan a causa de éstos. Sonrío y aprieto mis labios. Resulta realmente excitante. Y lo peor, es que he olvidado por completo la presencia de la demonio.

El sabor salada de sus labios vaginales de la demonia me inundaban con cada lamida que daba a su sexo.. pero los gemidos hacían que interrumpiera mi labor, sabia muy bien pero es mas delicioso el sentirme llena de Dimitri.. jadeaba con cada arremetida que su miembro daba en mi.. si.. lo admito no quiero mas a la demonia cerca de nosotros.. lo quiero a el follándome por cada parte de mi cuerpo.. sus manos me pellizcaban lo senos y mis pezones DIOS! si es que existe esa entidad.. estaba haciendo que esta noche pagara por todas aquellas en que ni mis propias manos consolaban mi necesidad.. relamía mis labios ya no seguía con la demonia.. aveces mis manos bajaban por mi vientre queriendo sentir mi sexo lleno de el.,. pero solo se quedaba en unas caricias temblorosas por la sensación de saciedad.. tomo mis manos.. y quise quitárselas pero a quien engaño deseaba muchas mas cosas que solo el me podía dar.. sus labios llenaron el espacio que antes sus manos habían ocupado.. fue rudo.. salvaje y agradecía que fuera así.. es Sexo.. solo sexo.. el no siente mas que deseo por mi cuerpo.. y mi cuerpo le corresponde.. aunque creo que en mayor grado de lo que en realidad me gustaría.. jade.. con fuerza y gemí apretando mis labios al sentí el dolor.. que de seguro dejaría marcas en mi pecho.. arquee mi espalda y sentí su pecho contra el mio.. adolorido pero excitado hasta un grado majestuoso.. me moví apretando mis piernas contra su cuerpo y empujándome con mas fuerza hacia el..
-Así,... -
Le gemí en su oído casi deseando morderlo pero no podía.. no con la zorra ahí.. mirándonos.. masturbándose pensando en Dimitri.. un odio creció en mi pero eso ayudo a incrementar mis movimientos bajo el.. lo sentí rudo fuerte.. oh!! si!! me penetraba me llenaba,.. y es cuando sus labios violan a los míos.. si.. digo violan porque los tenia apretados por un gemido que quería salir con una fuerza que no debía.. y porque casi me llega un orgasmo por como me llenaba su miembro.. deje de moverme por un momento.. no quería que me dejaría ahí.. porque se que iría con ella.. y no estaba dispuesta a compartirlo.. Mi boca se llena de el... lo siento duro es como si en vez de su lengua tuviera su miembro.. rígido.. enorme en mi boca casi pasando por mi garganta.. gemí ante esa sensación ante mi imaginación que se desbordaba cada que el me poseía.. Gemí.. una vez mas después de las millones de veces que había gemido por el placer que el me obsequiaba.. pero ahora lo hacia por dolor.. porque el se retiraba de mi sexo y no quería es mio.. lo quiero para mi.. mi tranquilidad llego al mirar a la Demonia muy metida en su auto-complacencia.. y fue cuando sus manos me tomaron de nuevo.. me giraba y sentí ese deseo pasar por detrás de mi espalda.. me penetraría por el ano.. y gemí.. gemí de pensar en que seria suya por todas parte.. y quería ese dolor.. ese jodido dolor que siempre pega fuerte y termina siendo tan excitante.. tal vez la demonia podría mamarme.. mientras en me follaba por el ano.. sus brazos pasan por mi cuerpo.. su cuerpo a mi espalda crea oleadas de cálido deseo.. sus dedos.. me acarician .. OH!!! Si!!! es un maldito jodido hijo de puta que sabe como follarme.. como cogerme de mil formas y creo que es por eso que solo deseo estar con el.. me jode.. me jode de ese modo que ningún estúpido humano.. que ningún puto vampiro puede hacerme.. el es único y lo quiero para mi.. aunque el hijo de puta me rompa el corazón.. Si! estoy pensando con algo que ya no existe en mi.. porque ese jodido musculo ya es una podrida pasa.. echada a perder.. pero aun así.. queda en mi el deseo.. de sentirme única.. sentí algo cálido... que desde humana no había sentido.. es una lagrima.. creo que es eso.. pero no quiero saber de eso.. solo deseo.. que el no se vaya que siga poseyéndome.. eso quiero.. cierro los ojos y siento como sus dedos me hacen acalorar aun mas .. gemidos interminables salen de mis labios junto con su nombre.. Dimitri.. tomo uno de los cojines.. la sensación es extrema.. me llena me hace no creer lo bien que se siente y es cuando lo siento.. su glorioso miembro rosando mi sexo y muerdo la almohada.. por la sensación.. y mi cuerpo intenta engullirlo.. me muevo quiero tenerlo dentro de mi.. pero el lo aleja.. siento la desesperación llegar hasta mi cuerpo.. y no puedo hablar.. es imposible al sentirlo así solo tocándome superficialmente.. estoy mas húmeda de un modo que no había estado la noche en que el y yo nos reencontramos.. muerdo mi labio inferior.. y siento como un poco de sangre sale de mi labio.. no lo lamo.. no quiero beber mi propia sangre quiero la suya.. y cuando pienso que gritare alguna palabrota el se encaja en mi.. me llena de nuevo haciendo que mi cuerpo tiemble de placer... El grito es imposible de acallar no es posible que pueda callarme cuando estoy plena.. mi cuerpo y el de el.. se funden .. entre líquidos entre gemidos.. entre piel.. y odio.. suelto la almohada y busco con ansias su mano.. encuentro una la atraigo hasta mi.. y tomo su dedo medio.. lo chupo.. lo succiono con fuerza con cada envestida que el me da.. se llena de mi sangre.. salada y fría dejo sus manos .. me esta volviendo loca giro mi rostro.. lo miro sobre mi hombro y le sonrió.. con maldad con mucha maldad.. porque en un movimiento rápido.. me giro.. zafandome de su exquisita forma de follarme.. me monto en el.. tomo su miembro.. y lo incrusto de nuevo en mi.. es mio.. mio.. al menos las noches que el llegue a mi cama.. tomo sus muñecas y lo miro a los ojos.. sonriendole aun con esa maldad.. la Demonia me ve y le lanzo un beso soplado.. sin dejar de sujetarle las muñecas.. a Dimitri.. me comienzo a mover suave muy suave de adelante hacia atrás.. sintiendo como su miembro.. se mueve dentro de mi.. no dejo espacio.. ningún espacio entre su cuerpo y el mio.. entre su sexo y el mio.. lo quiero completo.. separo sus brazos a los lados sobre su cabeza.. y me inclino besando su labio inferior.. aun estoy suave.. calmando mi deseo de un orgasmo.. lo beso mas profundo.. y mi cuerpo.. se mueve con mas fuerza ayudándome de sus brazos para ir y venir.. lo miro a los ojos.. pero los entrecierro de vez en vez.. porque siento esa electricidad.. que pasa por mi espalda y se estrella en mi sexo.. aprieto mis rodillas a sus costados.. y lo monto.. desesperada.. en un momento mi velocidad es fuerte y rápida.. como la de nuestra raza.. la demonia me mira.. sigue con su dedo pasándolo por su sexo.. y lo beso de nuevo. lo como con mis labios y lo enveneno con mi lengua.. enredada en la suya y mi cuerpo martillando al suyo.. la cama se mueve con fuerza.. Al Demonio!! si es que se rompe yo quiero que el me llene que me de todo de si.. mi sangre se derrama en su labios y la siento entre nuestras lenguas jugando con la saliva de ambos.. y entonces lo dejo de besar.. quiero su sangre con la demonia aquí o no.. lo quiero.. ahora soy yo la que quiere de el... hasta el maldito infierno... no se si se resiste.. no estoy en mi cuerpo y no quiero mas que solo sentir lo que mi cuerpo siente.. busco su cuello y cuando siento que el orgasmo llega a mi.. hinco mis dientes en el y su sangre me llena como el mismo orgasmo me llena .. es una doble sensación es como venirme dos veces y es glorioso.. bebo despacio pero aun moviendo mi cuerpo.. de un modo salvaje.. lo dejare agotado.. se que es imposible pero lo intentare.. siento su semen llenarme.. cálido y fluyendo como fluye su sangre en mi... y las estúpidas lagrimas salen.. las odio y por eso lo odio a el.. por hacerme sentir una maldita humana que se ha enamorado.. de el.. separo mis labios de su cuello.. y lamo sus cicatrices.. los orificios que mis colmillos han dejado.. y me separo de el.. pero no sin antes mirarlo con odio.. me dejo caer de lado.. sobre la cama.. y abrazo mis piernas contra mi pecho.. recostada en ovillo.

Mi cuerpo vibraba. Jamás había sentido algo igual. Por mi mente pasaron montones de imágenes. Imágenes de las muchas mujeres de diversas razas que habían pasado por mi cama, que habían estado entre mis brazos. Y desde luego no podía comparar a ninguna de ellas con la vampiresa que tenía ahora a mi lado. No sabía qué mierda me había echo, si tal vez la unión de su sangre, el haberla marcado como mía al morderla, o si simplemente siempre había sido así, si siempre me había atraído. De todos modos, tenía algo claro. No quería parecer posesivo, pero no quería compartirla. Quería ser yo el único que la poseyese. Quería ser yo el único encargado de complacerla, de hacerla llegar al cielo. De dejarla completamente saciada, tanto con mi sangre como con sexo. Lo que ella necesitase yo lo proporcionaría, sólo a ella si era preciso. Ni siquiera quería o necesitaba pensar en otras porque ella podía darme todo cuanto yo quería y necesitaba. Sonreí al pensarlo. Su rostro me miraba, por encima de su hombro. Seguía embistiéndola, cada vez con más fuerza, una fuerza tal, que la cama se movía a nuestro ritmo, de un modo que parecía que iba a romperse de un momento a otro. Me hizo gracia. No era mi problema si destrozaba el sitio. De pronto, a pesar de ella no haber sido consciente, Alexandra se había vestido, y sigilosa se retiraba. Me había dejado solo con ella. Ella desde luego era muy lista. Siempre había sabido que tenía un sexto sentido para esas cosas. Sabía que estando aquí Sofy, no pasaría por mi mente complacerla a ella. Simplemente no podía. Si tenía que elegir tenía claro cual era mi elección. Le guiñé un ojo, un modo de darle las gracias. Y en cuanto lo hizo, me separé de Sofy. No porque necesitasemos descansar, desde luego ni ella estaba dolorida o cansada, ni yo tampoco. Esa era una de las muchas ventajas de ser vampiros.
Me puse sobre ella, sin recargar mi cuerpo contra el suyo, mis ojos buscaban los suyos, la miré fijamente. - Ahora estamos solos. Ha decidido irse, se ha dado cuenta de que sobraba, y es que.. yo solo quería estar contigo... - admití con sinceridad. Y fue entonces cuando mis labios atacaron los suyos con fuerza y salvajismo, la besé, atrapando sus labios entre los míos, introduciendo mi lengua en su boca, casi hasta su garganta, saboreando y deleitándome con el aroma agradable de su aliento y con el sabor de su boca. Acaricié su cuello, las yemas de mis dedos rozaron las pequeñas marcas de la última vez, esa en que la había mordido. Si volvía a hacerlo, sería mía. De un modo distinto. Estaría marcada por mi. Ningún otro vampiro se acercaría a ella. Sabían que podía traerles problemas conmigo. Contra los demonios no servía para nada, pero confiaba en que ella me prefiriese a mi. Entonces, la miré a los ojos, y por primera vez, le pregunté, no decidí yo sobre ella. No iba a hacer nada que ella no quisiera. - Me encantaría volver a morderte... - susurré besando su cuello, mordiendo el lóbulo de su oreja, acariciando ésta con mi lengua. - ¿Me permites que lo haga de nuevo? - miré sus ojos, los cuales brillaban. Y por como me miraron, supe que me lo permitía. Me dejaba morderla de nuevo. Aceptaba ser marcada por mi. Aunque no sólo era eso. Ella también dejaría una marca en mi esencia, lo que tampoco pasaría inadvertido para las mujeres de nuestra especie. No importaba. Realmente yo no tenía ojos para otra que no fuese ella.
Y entonces, sin más, clavé mis colmillos en su cuello, perforando su piel y su arteria principal, saboreando su sangre, sintiendo como me llenaba, como un orgasmo acelerado. Algo demasiado placentero. El clímax absoluto. Entonces mi mano paseo por la piel de su nuca, enredando mis dedos en su cabello. Sintiendo el agradable aroma. Y mientras la mordía, deseando ser más complacido, más lleno por ella. Llevé la mano a mi miembro todavía duro y entonces entré en ella con fuerza. Como una bestia. Me moví con fuerza y con intensidad, con profundidad, llegando a lo más hondo de ella, embistiéndola como nunca lo había echo, con energías renovadas. Tal vez energía que ella misma me estaba dando con su sangre, mis labios seguían succionando, a pesar de que mi pelvis no dejaba de moverse. Un grito ahogado salió de sus labios, y un gruñido salvaje brotó de lo más hondo de mi pecho. Joder, estaba tan caliente y excitado. Separé mis dientes de ella. Sonriendo. Lamí su pequeña herida, y con su sangre todavía manchando mis labios, la besé de nuevo, para que ella misma saborease su propia sangre, mezclada con el sabor de mi boca.

No supe cuando se fue la demonia.. fue el quien me hizo ver que ya no estaba y sonreí... me gustaba la demonia pero me gusta mucho mas el, sus labios me entregaron un poco mas de su sabor, acaricie sus mejillas y le sonreí feliz por la soledad que ahora experimentaríamos.. pero aun sentía algo de dolor en mi interior, no físico algo mas emocional.. era su forma de besarme, es casi como si le perteneciera y lo admito me gusta pertenercerle.. y que el no haya tocado mucho a la demonia me hizo casi desear no dejarlo salir de mi hogar.. esta en mi terrenos y todo esta a mi favor, se que hay en cada milímetro de la habitación.. pero creo que no necesito atarlo para que no se vaya, parece que el quiere estar aquí, su boca me llenaba pero no tanto como su lengua que en verdad me hacia sentir viva, lleve mi mano por su cuello hasta su nuca y lo atraje correspondiendole los besos que deliciosamente me hacen perder en el.. mi cuerpo se pega al suyo, es una necesidad que el causa en mi.. y aun sin percibirlo, sin caer en la cuenta de lo que había dicho antes.. sus siguientes palabras me hicieron sentir perdida.. ¿Me pedía permiso? abrí los ojos dejando sus labios y asintiendo como si me pidiera un beso, con amor.. es así como lo veía.. intercambiar sangre no siempre es solo por saciar la sed, es también un acto.. de lo que los humanos llamarían amor.. lo había mordido yo antes, pero esta vez lo decía con esa voz ronca y profunda como extasiado pero con un toque dulce en su voz, me quede un segundo quieta dando vuelta en mi cabeza a lo que el estaba pidiéndome.. pero pude sentir como sus labios se abrían y sus colmillos se incrustaban en mi cuello, en el mismo lugar donde el me mordió anteriormente, el contacto con sus colmillos es delicioso.. y mi cuerpo reacciona cada vez mas a ellos, me retorcí, no de dolor si no de placer es como si estuviera el dentro de mi.. y no estaba tan lejos.. de estarlo, en cuanto el me mordió sentí la punta de su miembro entrando en mi con fuerza.. gemí... y después grite su nombre, tenerlo dentro de mi y mas succionando mi sangre es delicioso.. apreté mis ojos con fuerza mientras mi lengua recorría mis labios lamiéndolos y después mordiéndolo.. su cuerpo me invadía y mis piernas se movían acariciando sus piernas son las puntas se mis pies moviendo mi cuerpo bajo el de el..
-Dimitri..-
Gemí suavemente casi pegando mi boca a su oreja, sentí como se aceleraba y gemí con mas fuerza mientras mis manos se enredaban en su cabello.. apretándome con toda la fuerza contra el.. mis manos no se saciaban querían mas de el.. aunque mi cuerpo.. lo sentía, completamente llenándome haciéndome perder en el deseo.. y en esa emoción llamada amor.. lleve mis manos a su espalda.. y lo arañe sentí su piel desgarrarse aunque no lo suficiente como para hacerlo sangrar.. mordí mis labios y mis ojos se apretaban con mas fuerza.. la violencia como me hacia suya estaba realmente enloqueciendo me.. mi cuerpo luchaba contra el de el.. porque aun había un mínimo espacio que no era penetrado por el... separe mis piernas y las flexione un poco para poder subir mas mis caderas pero.. no podía.. deseaba acariciarlo aun con la piel de mis pies.. fue entonces que mis manos bajaron por su enorme espalda hasta sus duros glúteos musculosos.. los apreté un poco y una sonrisa salio de mis labios antes de que Dimitri dejara de succionar mi sangre.. porque después sentí como me besaba y abrí los ojos.. mirando los de el.. sintiéndome solo suya... Mis manos apretaron sus glúteos.. y lo hicieron pegarse mucho mas a mi.. y lo sentí.. sentí su enorme dureza llenándome por completo sin dejar nada sin su presencia.. gemí entre sus besos.. y apreté aun mas sus glúteos contra mía..
-Te.... uhmmm!!! Dimitri..-
Lo se soy tan sentimental.. pero lo asustaría si le dijera que esa parte sentimental en mi, solo respondía a el.. y lo se.. se que me dirían que es solo sexo.. follarnos salvajemente lo que nos hace estar juntos.. pero quiero engañarme solo por esta noche quiero creer que el realmente siente esto mismo por mi.. al abrir los ojos y separar nuestros cuerpos.. sabre que es lo que sentimos, pero mientras soñare como antes de ser vampira..
Me apretar aun mas a el.. y gemí sin parar porque estaba causándome nuevamente un orgasmo.. de esos que el solo el.. pudo causar en mi, DEMONIOS!! mi cuerpo esta temblando y ni callo mi maldita boca pronunciando su nombre y gimiendo como una puta película porno.. pero es que el causa todo esto, enrede mis pies sobre su cintura y abrace mis brazos por detrás de su espalda.. hundiendo mi cara en su hombro besando su piel evitando morderlo una vez mas.. eso me volvería loca y quiero sentirlo correrse en mi.. sentir como lo largo de su miembro deja de estar rígido pero dentro de mi.. quiero sentirlo.. jamas me permito sentir todo eso, para no crear vínculos.. pero hoy.. hoy quiero pertenecerle.. como jamas pertenecí a nadie..

Seguí moviéndome, hasta alcanzar una intensidad mayor y por primera vez sentía que mis fuerzas disminuían, necesitaba reponerme. La sed de los últimos días, tanta actividad sexual, y el deseo de seguir bebiendo de su sangre no me hacía ningún bien.
Me corrí dentro de ella, y fue entonces cuando noté que, con mi miembro todavía dentro suyo este perdía rigidez, al igual que sus músculos también se relajaban. Me mantuve ahí, me había vuelto loco cuando jadeó y gimió en mi oreja, todavía no podía sacarme de la cabeza el sonido de su voz. Su respiración entrecortada que me hacía vibrar. Me excitaba demasiado y me volvía completamente loco. No podía controlarlo. La miré a los ojos, era demasiado bonita. Quería que fuese mía. Sólo para mi. Pero al parecer la idea le parecía del todo horrible. Había tomado una decisión, volvería a proponérselo. De un modo distinto. De un modo que pudiese aceptar. Si no lo hacía, podía olvidarse de mi. Tenía más mujeres con las que poder follar y desquitar toda mi furia sexual, pero ella me descontrolaba, me enloquecía, me tentaba constantemente, ya ni siquiera podía sacármela de la cabeza. Estaba tan confuso y liado. Ya no sabía si, sentía algo por ella, si era amor, capricho, no sabía el qué, porque en realidad nunca había sentido nada por nadie,y para mi todo era distinto. Pero desde luego esa sensación era extraña, y sabía que algo me estaba pasando con ella. Esa conexión, sabía, o almenos intuía, que no se trataba solo de nuestra conexión de sangre.
Seguí besando sus hombros desnudos, y enredé mis dedos entre sus rizos rubios. Sonreí mirándola a los ojos, mi miembro que comenzaba a quedar flácido entre sus piernas, seguía sin salir de su interior, como si con ese simple hecho estuviésemos conectados todavía y siguiese siendo mía. Llevé mi mano a su abdomen liso, y rocé con las yemas de mis dedos su piel, trazando dibujos imaginarios, deleitándome con su suave y agradable textura, con su suavidad y firmeza, mientras que su vello se erizaba a mi paso. Me gustaba causar esas sensaciones en ella. Me sentía bien. Sentía que de algún modo, aunque ella lo negase, se sentía igual de atraída por mi que yo por ella. Y algo me decía que no era solo eso. Que esa extraña sensación en mi interior, también ella la sentía. Pero no quería emocionarme. No quería irme por las ramas. Fantasear y creer algo que no era.
- ¿Porqué te empeñas en tratarme así? - mis labios se acercaban a su cuello, besaba lentamente su piel allí, hasta que, poco a poco, dejé que mis dientes mordiesen su oreja, suavemente, tirando del lóbulo, succionándolo. Y entonces, cuando mis labios estaban tan cerca de su oído sonreí. - Estoy loco por ti - susurré en voz muy suave, como si en cierto modo me avergonzase confesarlo. Como si no quisiera darle una importancia mayor de la que ya tenía, porque no quería que pensase que era un idiota. - pero creo que ya te has dado cuenta de eso... - dije finalmente. Esperando quizá que ella dijese algo.

Gemía de placer y no era para nada raro, siempre el.. solo el me hacia sentirme viva, sentí su saciedad y la mía llegar a la par y me abrace a el como una estúpida sentimental, mi cuerpo se aletargo, sentí como me dejaba caer sobre el colchón sintiendo su cuerpo cubriéndome, me dedique a acariciarlo.. tratando de no hacerle notar lo mucho que me gusta tenerlo así sobre mi, cubriéndome completamente con su hermoso y musculo cuerpo, mire sus ojos aunque sus labios son tan tentadores que aveces me distraían, su cuerpo se sentía mas relajado y sonreí agradeciendo eso.. el que no se despegara de mi.. hundí mi cara en su hombro y después bese un poco su cuello, me estremecí cada que sus dedos me acariciaban y gemía aun a lo bajo por la sensación que me causa el simple rose de sus dedos.. cerré los ojos, y sus labios mordieron los míos, respire profundamente sin necesidad pero con alivio. Sus palabras me estremecieron y me iba a separar de el, retirarlo por el miedo de dejar ver mi vulnerabilidad, pero sus besos me retuvieron y el tono de su voz me hizo sentir mas de lo que su cuerpo me había hecho sentir, estire mi cuerpo dejando que el me besara y mordiera a su antojo, y cerré los ojos por un par de segundo pensando bien en que le respondería... en ser sincera con el, porque parece que el lo estaba siendo, desde el momento en que entro y me eligió sobre la demonia, subí mis manos hasta su rostro y sujete sus mejillas con las palmas de mis manos.
-No quiero sufrir-
Dije sin mucho que explicar y bese sus labios para evitar sentir ese dolor que traía cada que hablaba de algo mas que sexo.. se que el no estará feliz solo con esa respuesta y se que debo de explicarle mucho mas de el porque de las cosas.. separe mis labios de los suyos, después de un beso que intento ser sexual pero que se redujo a algo mas sentimental.. no quiero separarme de el, de tener su cuerpo de esa forma dominante sobre el mio.. aunque no se si después de decirle lo que le confesare, el quiera seguir aquí conmigo.
-Escúchame bien.. Te amo..-
Respire un poco solo para calmar mis nervios
-Y no quiero amarte.. no de ese modo estúpido.. en que los humanos se aman.. quería que todo esto fuera solo sexual, pero no pude.. no puedo.. me complementas me haces sentir plena.. es algo masoquista, pero es la forma en que me hace obedecer.. -
Rei un poco creo que lo que decía haría que el se fuera.. que me pensara una frágil una sentimental,
-Todo se resume a malas experiencias y a no ser débil.. a sobrevivir.. -
Me calle y baje mis manos llevándolas a los costados de mi cuerpo, dejándolas ahí.. sin movimientos... cerré un momento mis ojos, no quiero ver como se ríe de mi, de como eh dejado caer la mascara que pensé nadie podía quitar de mi rostro.. solo el fue capaz de hacerme sentir lo que jure jamas sentiría por nadie mas.
-Bien..- Dije aun sin mirarlo -Entonces creo que aquí se termino no?.. tu te iras solo llevándote el recuerdo de lo estúpidamente humana que soy..-
El no había dicho nada, obedeció mi petición de escucharme, pero sabia que no solo era por eso.. si no por la confesión, ridículas palabras que salieron de mi boca, me moví bajo de el.. tratando de zafarme de su cuerpo, pero sin usar mucha fuerza.. en verdad me gustaba estar así..

Al decir aquello enmudecí. Desde luego me tomó por sorpresa. No podía negar que siempre había creído que para ella esto era puramente sexual. Pero en realidad su confesión significaba mucho para mi, pues yo tampoco podía aferrarme sólo al sexo con ella y nada más. En realidad deseaba algo más, algo que nunca había creído necesario para mí, algo que nunca había deseado de ninguna otra mujer. Algo que para mi era del todo secundario, nada importante, poco prometedor.
Sentía cómo trataba de zafarse de mi abrazo. Mi cuerpo seguía completamente quieto, como si me hubiese dejado en shock su voz, susurrando aquellas palabras me había quedado completamente asombrado. Pero reaccioné al sentir que se alejaba de mi, cosa que no me agradaba en absoluto. La tomé por las muñecas con suavidad, sin apretar estas demasiado. La miré a los ojos.
- ¿A dónde crees que vas? - sonreí de lado mientras la miraba fijamente, una mirada traviesa proporcionaba cierta pillería a mi rostro. - No quiero que te vayas. Mentiría si dijese que yo no siento lo mismo. Me gustas y está claro que siento algo por ti, ¿crees que hubiese tenido tanta paciencia contigo si fuese de otro modo? - pregunté sonriendo. Estaba claro que me gustaba y que me estaba enamorando de ella, sino, jamás hubiese soportado el modo en que me había respondido alguna que otra vez. Lo tenía claro. Pero al parecer ella no tanto. No soportaba que dudase de mi. Si por algo me caracterizaba era por ser sincero, y si me conocía lo bastante sabría que esta vez tampoco mentía. La acerqué a mi, observando todavía su cuerpo desnudo, tan hermoso y apetecible, tan apetecible que podía pasarme horas besándolo, tocándolo y haciéndolo mío.
Apresé su cintura entre mis brazos, y la acerqué más a mi, sintiendo la calidez, incluso sentía sus pechos rozar el mío.
Acerqué mi boca a la suya, con mis labios atrapé su labio inferior, tirando de él, mordiéndolo con vehemencia. Introduje mi lengua en su boca, abriéndome paso, buscando la suya, la cual, en ese momento necesitaba de un modo incomprensible.
Mis manos se deslizaban por la curva de su espalda, sintiendo su piel cálida, erizarse en cuanto mis dedos se movían sobre ella. Me seguía gustando y me hacía sentir demasiado importante, el hecho de que sintiese todas esas cosas gracias a mi, a la atracción que sentía por mi. Sonreí, mostrando mis dientes blancos y perfectos. Besé su cuello. Ahora más que nunca sabía que no sólo su sangre me pertenecía, toda ella era mía, al igual que yo era todo suyo.
Probablemente se hubiese dado cuenta de que yo no había sido capaz de pronunciar la palabra "Te amo". Era complicado que alguien como yo se abriese al amor de ese modo, pero tenía la sensación de que con ella, muchas cosas en mi cambiarían. De todos modos, quería ir despacio en esto. Era la primera vez que sentía algo así, y en cierto modo me asustaba. Me asustaba sentirme dependiente de alguien, me asustaba el hecho de perderla, ya fuese por algún golpe del destino o por su propio abandono. ¿Y si me enamoraba de ella y después me dejaba por otro, jodido y delirante? Sabía que no lo soportaría. Yo era demasiado apasionado y entregado como para eso. Pero, decidí que pensar en ello no era algo bueno en ese momento, debía aprovechar que estaba conmigo. Debía aprovechar la intimidad de la habitación y el momento perfecto que se estaba dando.
- ¿Querrías ser algo más que puro sexo? ¿Querrías tener una relación conmigo? - pregunté en su oreja mientras mordía su lóbulo y lo succionaba entre mis labios, saboreandolo con mi lengua y disfrutando del sabor de su piel.

Su mano me sujetaba y solo podía pensar en que si esto se acababa si el decía que en verdad era ridículo lo que le acababa de decir, sabia que no volvería a creer en el amor jamas, ya había pasado por ese sentimiento, por dar todo y al final ser pateada por un culo mas grande o una perra fácil, y no quiero volver a sentirme débil, me tomo entre sus brazos mis ojos en los suyos y su tacto alterando toda mi capacidad de pensar con claridad, no puedo, ni quiero moverme de estar así en su cuerpo, ceñido al mio, sus palabras fluyen y mis ojos se abren completamente, incrédula de lo que esta diciendo, pero se que es sincero, puedo verlo y se que el no miente en cosas así, acepta que siente algo mas que solo... solo sexo.. sus labios me reconfortan, vuelvo a ser una humana en sus besos, sonreí al mirarlo respire sin necesidad pero si para reconfortarme un poco.. subí mis brazos sobre sus hombros y las pase por su nuca colgándome de el.. sonriendo como una estúpida.. su estúpida..
-Tu también sientes algo por mi.. -
Reafirmaba lo que había escuchado de sus labios, correspondí sus besos, apasionadamente y con necesidad.. necesidad de saber que no estaba mintiendo.. mire sus ojos brillando con un brillo que no había visto en el.. subí mi pierna por su costado, acariciando con mi entrepierna su cuerpo.. sintiendo sus músculos, la baje y deje de besar sus labios.
-Quiero ser tu pareja.. tu compañera Dimitri.. -
Era suave mi voz, muy baja, lo que jamas era con nadie, solo con el, el saca lo mejor de mi, esos sentimientos de Fidelidad que con nadie mas podría usar solo con el..
-Se que es difícil, que dos seres como nosotros sientan eso.. - Trague saliva porque en verdad no deseaba enamorarme como lo estaba -Pero en mi caso es inevitable Dimitri.. eres perfecto jodidamente y me llenas por completo.. yo.. te amo.. lo supe desde el día del elevador.. cuando termine con ese estúpido humano y desee besarte cuando nos encontramos... asi como deseo no dejarte salir de mi habitación.. ni de mi vida..-
Lo bese con salvajismo.. deseo.. lujuria.. pasión, lo quiero en mi vida así tenga que joderme mirando a todas las mujeres que se podrían interesar en el.. aun con esa estúpida demonio que lo acompañaba.,.. no puedo dejarlo irse y perderle.. sacudí esos pensamientos de mi mente y seguí enredando mi lengua en la suya y mis brazos por detrás de su nuca, pegando mi cuerpo al suyo, necesitando mas que nunca sentir que estaba ahí.. detuve mis besos y baje mis manos de su nuca y lo sujete de la mano.. enredando mis dedos con los suyos.. mire sus ojos y mi sonrisa desapareció recordé el tiempo que estuve lejos de el.. y lo que había pasado hoy en le burdel..
-Sabes porque me fui esta noche del salón del burdel?.. lo hice porque no eh salido de aquí y cuando te vi con ella.. en ese momento desee jamas haberte conocido.. pero me jodía mas el saber que te deseo y que siento esto por ti..-
Baje la mirada y solté su mano girándome dándole la espalda.. no quería que el viera mi rostro cuando le confesara como me afecta estar sin el..
-No lo eh hecho con nadie.. desde esa noche.. no podía resistir sus besos ni sus manos.. solo te imagino a ti tocándome.. -
Me abrace a mi misma con mis brazos.. sobre mi pecho como una niña perdida deseando que sus padres la encuentren, deseando que el no se fuera..

No puedo negarlo. Negarlo solo serviría para engañarme a mi mismo. Es inútil fingir. La quiero. Me importa. Me atrae, la deseo. Todo cuanto necesitaba de una compañera ella lo tiene. Todo cuanto he deseado de una mujer ella está dispuesta a entregarlo. Y sé, que yo estoy dispuesto a darle todo de mi, a entregarle todo cuanto necesite porque no quiero tener a mi lado a ninguna otra. Escucho atentamente sus palabras, de todos modos, lo hago atraiéndola más a mi. La sensación de tenerla cerca es algo que deseo infinitamente, no puedo negar que la necesito cerca. Beso su cuello, su clavícula, y siento como mis labios rozan las heridas de su cuello, esas que me recuerdan lo bien que sabe su sangre, lo hermoso que es compartir la mía con ella.
- Aunque te resulte difícil de creer, yo tampoco he estado con ninguna otra desde entonces. - la miro a los ojos, los cuales están tan iluminados que parecen brillar en la oscuridad de la habitación - Te quiero. Jamás he sentido esto por nadie. Ni siquiera me he querido a mismo, ¿sabes? y quizá no sea buena idea que estés conmigo, a pesar de que es lo que más deseo en este momento, quizá no sea bueno para ti. No soy el príncipe azul que todas desean. Soy el lobo feroz. Quizá no sepa querer, en realidad sólo sé hacerlo a mi manera, y créeme, yo lo intentaré, intentaré aprender, saber el modo en que debo abrirme, pues, ese es uno de mis múltiples defectos. No soy capaz de expresar bien. De hecho estoy haciéndome ahora mismo un lío inmenso con las palabras. - me aclaré la garganta - lo que quiero decir es que soy un puto egoísta, porque a pesar de no ser bueno para ti, quiero que estés conmigo. Quiero que me ames, como yo te amo a ti, quiero que estés conmigo por toda la eternidad. Y si el tiempo se nos acaba, y existe una vida después de esta, quiero estar contigo también allí. Acerco mis labios a los suyos, la beso, sin perder el control, la beso de un modo diferente, de un modo más tierno, pero a la vez apasionado. De un modo que le deje ver todo lo que siento, todo lo que no soy capaz de decir y me guardo dentro. Entonces me separo, respiro, recobro el aire aunque no sea necesario y la miro. - Esta noche solo pretendía darte celos, llamar tu atención de algún modo, pues, no podía dejarte ir. Entonces de nuevo me fundo con ella en un cálido beso, su cuerpo sigue sobre mi, mi miembro todavía dentro de ella, sin haber querido separarse de su cuerpo, salir a recobrarse, está de nuevo en todo su esplendor, puedo notarlo duro y erecto de nuevo. Tomo sus manos entre las mías, las llevo a mis labios, las beso, y mientras tanto muevo lentamente mi pelvis, hacia arriba y hacia abajo, muy lentamente, tan lentamente que resulta del todo placentero. Rodeo su cintura y la aprieto contra mi cuerpo. Estoy sentado en la cama, y ella está sobre mi, mi miembro entra y sale despacio, quiero hacerle el amor. No quiero follar con ella. Quiero que sea distinto, que ella lo sienta distinto. Quiero que sea diferente. Exquisito. Quiero que me ame para siempre, y que nunca se aleje de mi, porque si lo hace, entonces sé que estoy perdido.

¿Creerle? ese es mi primer pensamiento.. creer en el en sus palabras..ya antes eh escuchado palabras así, suspiro pero su beso me toma de imprevisto, y sucumbo a el.. me pierdo entre sus labios y deseo aun mas, pero el beso es corto pero no sus actos.. su cuerpo moviéndose bajo el mio, mi cabeza se reclina, y mis labios se abren dejando salir gemidos.. de placer.. es diferente, ahora no es salvaje y no es que no me guste, pero si me siento diferente.. busco su cara.. y mis manos se deslizan por su pecho, firme, duro.. pero no encajo mis uñas, solo las yemas de mis dedos lo recorren, es suave demasiado suave pero firme, mis músculos se tensan, cada que su miembro entra y sale de mi, me inclino quiero sus labios y los necesito, los beso tan suave y delicado como hace muchos años no lo hago, son deliciosos y tienen un sabor tan dulce que no parece que lo beso a el, bajo mi cuerpo un poco mas sobre el suyo, siento su piel, mis senos, mis pezones, se rosan sobre sus pectorales y se ponen rígidos.. el frío de su piel eriza a la mía y me gusta, mis rodillas me sostiene y mi pelvis se mueve, como si mi cuerpo se quisiera untar sobre el suyo.. lo siento moverse dentro de mi, jadeo.. mis labios se abre por necesidad de gritar.. su nombre sale de mis labios y me siento bien.. me gusta pronunciarlo y vuelvo a hacerlo, no había dicho nada desde que el me confeso lo que siente y se que no es mi mejor respuesta, pero por el momento es la única que puedo darle, me sostengo de sus hombros, mis palmas se abren empujando mi cuerpo con mas fuerza, me agito, pero intento que mi cuerpo no se mueva con ansiedad, con necesidad de llegar de nuevo al orgasmo.. muerdo mi labio, intentando no hacerlo sangrar pero la sensación entre mis piernas es demasiado gloriosa como para evitar desear morderlos.. Mis manos se deslizan por su cuello, y lo abrazo, no me pierdo un segundo de su respiración, aun innecesaria, pero la tiene y me gusta, me niego a recordar solo a sentirme feliz de tenerlo a mi lado, me acelero mas al sentirme mas excitada, quiero decirle mil cosas pero no quiero que se detenga, no quiero dejar de sentirlo dentro de mi.. su aroma me llena, delicioso excitante, con cada roce lo huelo... es como si dejara salir un perfume que antes no percibí.. me abrazo aun mas de su cuerpo, no lo quiero soltar pero mi cuerpo me traiciona.. se mueve con mas rapidez sobre su cuerpo.. y se que dentro de poco llegare al orgasmo y no quiero detenerlo.. lo quiero llenándome lo necesito llenándome..
-No te detengas por favor-
Le susurre apenas audiblemente e interrumpiéndome con un gemido, suave apenas soltándolo como si hubiera retenido el aire, escondí mi cara en su hombro.. y sentí como poco a poco mi cuerpo se va tensando, y me siento cálida, indescriptiblemente cálida, no es excitación, no es deseo, es algo mas, es como cuando me enamore, es como ser humana de nuevo y deseara llorar.. es ese tipo de sentimiento, de lagrimas de felicidad.. estallo dejándome ir completamente pero sin detener mis movimientos.. siento su ser llenarme, terminar casi junto conmigo.. y lo agradezco y no se porque demonios no puedo dejar de estar abrazándolo, miro sus ojos y le sonrió, y mis manos acarician su mejilla..
-Te amo.. se que ya lo dije y que te eh tratado mal.. me has soportado cada segundo que nos hemos encontrado y no deberías haberme soportado.. no se que bendición es esta, y no creo en Dios, porque se que estamos malditos, pero es como si me mandara un regalo, algo que no me merezco.. -
Respire profundamente y después acerque mis labios besándolo con tal suavidad que no pensé que fuera capaz de hacerlo, regrese a ver sus ojos al terminar de besarlo.
-Me enamore antes y no quiero que termine mal.. es por eso que no quería pensar en ti como una especie de novio, pero no toleraba que alguien mas te tuviera, te besara, la hicieras sentir como me haces sentir a mi.. lo siento-
recargue mi frente en la suya.. aun mi cuerpo cubriendo el suyo y la agitación en mi pecho apenas regresando a lo normal

Me deleito con el sabor de sus labios, aunque sea por poco tiempo. Acaricio sus pechos, mientras mi cuerpo sigue empujando, entrando y saliendo en ella cada vez con más ímpetu, hasta que finalmente su cuerpo se pone sobre el mío, llevo mis manos a sus caderas, moviéndolas, haciendo que su cuerpo choque contra el mío, sin parar. Siento mi miembro duro a punto de estallar, llegando a lo más hondo de su ser. Ocupándola por completo y tratando de complacerla del mejor modo posible. Un gruñido se abre paso desde lo más hondo de mi pecho. Sonrío. Aprieto mis labios después, justo antes de que unos jadeos descontrolados salgan de mi boca.
Al fin exploto, no puedo aguantar ni retrasarlo más. Me corro de nuevo. Y es una sensación tan apaciguante y relajante que siento que voy a enloquecer. Mi respiración es agitada, a pesar de no necesitar el aire, decido llenar mis pulmones.
Acaricio su espalda, mientras ella lentamente se inclina sobre mi, la rodeo con mis brazos, su cuerpo cubre el mio y me gusta esa sensación de calidez. Me gusta el perfume de sus cabellos, los cuales tengo muy cerca de su nariz. Sus manos recorren mi pecho. Me gusta cómo lo hace. De echo me gusta todo cuanto hace conmigo. Sin excepción. Mi miembro ya perdiendo su rigidez y su dureza sigue en su interior. Como si fuésemos dos piezas de un rompecabezas que deben mantenerse unidas para tener algún sentido. Beso su hombro desnudo. Acaricio su espalda. Y sonrío al escuchar sus palabras. Nunca había imaginado que escuchar un "te amo" pudiese ser tan reconfortante. Me gustaba oírselo decir. E incluso me tentaba a comer sus labios. Carnosos y suaves. Una auténtica perdición para mi.
- Entonces puede que sea masoquista, porque, a pesar de todo, volvería a repetir todo cuanto he hecho contigo, Sofy. Me encantas. Y por muy mal que llegues a tratarme no me separaré de ti. - la tomo con delicadeza por las muñecas y la miro a los ojos. - ¿Quieres ser mi compañera? Quiero estar contigo durante toda mi existencia. Eres la única que conseguirá llenar todas mi carencias, la única que hará palpitar de nuevo este corazón muerto.
Quiero que diga que si. En verdad estoy deseoso. Quiero que sea mía. Sólo mía y de nadie más. Ser compañeros, en cuanto a la raza vampírica se refiere, implica una relación muy íntima y personal. Novios. Así lo definiría un humano. Pero para los vampiros incluso llegaba más allá. Si aceptaba debía marcarla como mía, y ella debía marcarme como suyo. Mi aroma permanecería en ella, y el suyo en mi, de tal modo que ninguna otra persona de nuestra especie podría sentir esa atracción como la que sentimos el uno por el otro, lo cual lograría reconfortarme, ya que, una mujer como Sofy, es probablemente demasiado deseada entre el sector masculino.

Sus manos y sus ojos.. me atrapan perdiéndome, soy suya eso no debe de dudarlo.. sonrió al escucharlo.. es como si me dijera que me ama.. pero en forma distinta.. asiento muy levemente y creo que el no lo ha notado. porque sigue hablando y me gusta como se escucha.. una declaración.. es hermosa.. odio ser sentimental pero con el es inevitable.. sabe lo que quiere y eso es parte de mi amor.. por el.. sonrió suavemente y subo mis manos a su mejilla.. me gusta acariciarle el rostro.. y mis dedos pasan por sus mejillas y por las comisura de sus labios.. me acerco y le dejo un beso corto casi casto en sus labios..
-Si quiero.. Dimitri.. porque no puedo vivir sin ti y creo que sin ti todo sería horrible.-
lo beso un poco mas pero esta ves mas largo el beso.. menos casto y con las lenguas jugueteando.. su cuerpo esta relajado.. puedo sentir como ya no esta excitado.. me muevo un poco.. solo porque quiero abrazarlo.. pero aun estando así ya sin excitación.. aun así puedo sentir esa corriente eléctrica que no deja de recorrer mi espalda.. pero sobre todo de dar una descarga entre mis piernas.. donde aun estamos unidos.
-Soy difícil... y creo que ya te diste cuenta de ello.. pero..-
Trague saliva y respire un poco, para apaciguar mis nervios...
-Como seria ser tu pareja.. no quiero compartirte con nadie.. ni siquiera con las que podrían ser tu comida.. -
Si pudiera me sonrojaría al pensar que el debía coquetear con algunas humanas para beber de su sangre o a traerlas a el.. soy una jodida celosa que podría destruir una ciudad completa por puros celos.. intente relajarme y sonreí fingiendo bromear.. mirándolo a los ojos pregunte algo que jamas pensé que como vampira necesitara saber..
-Jamas supe lo que es ser pareja de un vampiro.. creo que no es lo mismo que solo ser novios?... es una especie de matrimonio?-
Se que me escucho de lo mas tonta preguntando esas cosas.. pero seria mucho mas tonta solo diciendo si.. y no saber que debo hacer.. porque no se que hay que hacer.. lo mire a los ojos no deje de verlo.. se que en algún momento sus labios se curvaran y dejaran ver una sonrisa burlona, por mi ignorancia pero no me preocupa que se ria de mi.. solo me preocupa que ahora no quiera nada conmigo.. pase mi dedo indice por su pecho.. y di algunas vueltas al rededor de uno de sus pezones.. me llamaba la atención.. y creo que es .. porque también me gustan las mujeres, ¿Abra algún problema con eso?... se que mi atracción es mas hacia los hombres .. y se que amo.. a Dimitri de un modo loco. así que creo que no tendría ningún problema en solo pertenecerle a el.. Si!! solo pertenecerle a el.. solamente.. bese su pecho.. sintiendo la suave piel fría por mi lengua.. regresando la vista hacia Dimitri.. esos ojos.. que me miraban creo que intentan saber que pienso.. le diría todo lo que pienso porque lo amo.. y jamas le guardaría ningún secreto..

Sonreí. Vaya. Al parecer era bastante posesiva y celosa. Igual que yo. Lo cual nos hacía ser demasiado parecidos, y en cierto modo me gustaba. Si bien era cierto yo no dejaría de alimentarme de mujeres, pero entendía bien a qué se refería. Muchos vampiros se aprovechaban sexualmente de sus víctimas. Yo en cambio siempre había sido muy tradicional en cuanto a eso. No me gustaba. No me gustaba compartir víctimas, mucho menos compartir mujeres para sexo. Y sabía que la mayoría de vampiros no respetaban a las humanas por muy marcadas que estuviesen. En cambio en cuanto a las vampiresas la cosa era bien distinta. No había tardado en marcar a Sofy como mía, y es que no consentiría que ningún estúpido vampiro se acercase a ella con la intención de beber de su sangre o llevársela a la cama. Yo no lo permitiría. Además, yo ya era suyo, y no estaba dispuesto a perder a la única persona que parecía había sido capaz de amar en toda mi existencia. Ella tenía algo. Ese algo especial que me había capturado y que había logrado atraparme entre sus redes. La amaba, no podía negarlo, eso solo sería mentirme, engañarme a mi mismo, y no pensaba hacerlo. Sobretodo porque no me importaba parecer un estúpido o ser un loco de amor. Ella me amaba y yo a ella, la vida parecía sonreírme por primera vez.7
- Jamás tendrás que compartirme, yo no deseo estar con nadie más que no sea contigo. - mencioné sinceramente. Y es que, no pensaba separarme de ella a menos que así lo desease. Que lo pidiese expresamente, y aun así, el hecho de hacerlo sería algo completamente difícil y duro para mi. - Debes confiar en mi, jamás te engañaré. - Y es que yo si en algo podía ser tradicional era en ser un hombre con honor y principios. Si algo no iba bien lo decía, pero no me gustaba andar aparentando lo que no era, o fingiendo. Yo la quería y no tendría porqué fingir que era así en caso de que no lo fuese. Por suerte para ambos, nuestros sentimientos estaban a flor de piel e incluso entre nosotros eramos capaces de reconocer cada signo de que estábamos completamente obsesionados el uno con el otro. Lo cual ni siquiera me avergonzaba. Cualquiera que tuviese ojos en la cara sabría que una mujer como ella era difícil de encontrar. Con su carácter duro y fuerte, con su mal humor, con su hermosa sonrisa, sus ojos y su boca, y con ese cuerpo tan exquisito. Me encantaba, y es que no era capaz de ponerle pegas. Incluso haciendo
el amor había sido la única capaz de complacerme al modo que mi cuerpo lo exigía. Aunque realmente nunca antes había echo el amor. Sólo solía follar con vampiras, lo cual no implicaba ningún tipo de sentimiento. Pero ella, con ella era distinto, con ella sentía cada sentimiento y sensación mucho más profunda e intensa.
Me acerqué más a ella, sintiendo la calidez de su piel sobre la mía. Mirando fijamente sus ojos, como si sólo con mirarnos pudiese transmitirle miles de cosas.
- Es una unión muy especial, algo único e inigualable, no sabría definirlo, pues nunca he tenido una compañera, sólo sé lo que les he oído decir a otros vampiros. El vínculo es tan poderoso que sobrepasa cualquier límite. No es un matrimonio, no es un noviazgo, es mucho más que eso. - vi sus ojos, parecía sorprendida y en cierto modo curiosa. - ¿Te atreves entonces a probarlo conmigo? - desde luego era una pregunta trampa. Estaba seguro de que diría que sí, de todos modos, yo sólo se lo pediría a ella. Si se negaba, entonces me quedaría sin compañera. No quería ninguna otra.