In the middle of the night.... [THOMAS]

Era media noche. Me había abrigado bien. Hacía frío. El viento soplaba agitando las ramas de los árboles del pequeño claro. Había quedado allí con Thomas. Después de haber pasado la tarde buscando todos los ingredientes para la poción, le había pedido un rato a solas para concentrarme en el hechizo. No es que me gustase estar sola, pero, necesitaba concentrarme y con él cerca, mirándome, no hacía más que ponerme de los nervios.
Cerré los ojos. Al abrirlos de nuevo vi a Thomas justo enfrente de mi. Me agaché, cogí una de las pequeñas ramas y me acerqué. Hizo el ademán de moverse. Pero con un gesto de la mano le indiqué que se quedase quieto. Estaba completamente callada. Concentrada memorizando cada paso que tenía que hacer. No quería dejarme nada. No quería fallar en esto. No quería fallarle a él. Dibujé un circulo en el suelo con la rama, justo alrededor de él. El círculo le impedía moverse, ya que, quizá con la cantidad de energía que íbamos a usar, su propia aura luchase (aunque fuese de modo involuntario) por alejarse de allí. Volví a acercarme al lugar exacto donde unos momentos antes había estado. Tracé un pequeño círculo sobre la tierra húmeda, pequeño. Alli debía depositar todas las cosas. Conectándolas con él.
Fui dejando las hierbas que había necesitado recolectar. Unos pequeños útiles y antídotos que había necesitado pedir en el herbolario antiguo de la ciudad, y lo deposité con sumo cuidado.
En cuanto tuve todo listo sabía que solo faltaba depositar un poco de sangre y decir las palabras mágicas. Me había pasado un rato memorizándolas. Las recordaba a la perfección.
Cogí la daga que descansaba en la hierba. Thomas se movía dentro del círculo como si pensase que iba a pasar algo malo. Le sonreí. Como tratando de calmarlo y de decirle que todo iba bien. Entonces hice un pequeño corte en la palma de mi mano y la puse boca abajo, dejando que las gotas de sangre manchasen las hojas que habían dentro del círculo. De pronto el círculo que había dibujado en el suelo, alrededor de Thomas, se convirtió en un círculo de fuego. Las llamas, vivas y fugaces iluminaban el lugar. Me concentré. Inspiré hondo y comencé a pronunciar las palabras correctas, en latín. Con sumo cuidado. Deseando no meter la pata.
Sentía cómo el viento se levantaba con fuerza, agitando mis cabellos sin piedad. Un remolino de arena se formó alrededor del espíritu de Thomas, el cual comenzaba a alzarse.
Entonces, terminé de pronunciar todo el conjuro. El fuego se apagó de pronto y ví el cuerpo de Thomas tirado en el suelo. - ¡ Thomas! - chillé. Corrí hacia él, ya no había rastro en la tierra del círculo que antes había dibujado.
Me arrodillé a su lado, y llevé mis manos hacia él. Mi sorpresa fue enorme al sentir que lo estaba tocando. Alcé su rostro con mis manos, apoyando su cabeza en mis rodillas. Mis manos temblaban nerviosas. Esperaba que todo hubiese salido bien.- Thomas, ¿estás bien? - pregunté. Y poco a poco, fue abriendo los ojos.

La obscuridad estaba llenándome de nuevo, hasta que la luz brillo como en un amanecer, el lugar no me parecía conocido no al inicio.. fue hasta que vislumbre a Elie... parada cerca de un enorme arbol.. entonces supe donde es que estaba, sonrei al mirar a Elie pero cuando dese acercarme ella me detuvo apenas con un gesto de su mano.. me quede tan quieto como pude hasta que se acerco a mi y observe lo que hacia, pero mas la mire a ella queria saber lo que hacia pero su silencio era casi solemne, solo la segui con la mirada y cuando coloco algunas hierbas y cosas al rededor de el circulo que habia echo, me senti algo debil pero intente no dejarlo ver, tenia confianza en ella y dejarla ver que algo me pasaba podria hacerla decaer.. continue firme ante lo que ella hacia.. hasta que enormes flamas llenaron el espacio entre ella y yo.. gire la cabeza hacia todos lados.. en busca de un modo de como salir de el incendio, pero mis pies estaban paralizados hasta que el fuego llego a mi.. senti como me estaba quemando y grite con fuerza ante el dolor.. hacia un tiempo desde mi muerte que mi cuerpo no sentia daño alguno pero esto era insoportable.. no recuerdo mucho hasta que mi cuerpo golpeo con fuerza ante el suelo, al inicio perdi el sentido pero despues.. escuche y SENTI!! el calido tacto de Elie, abri los ojos y su cara ilumino mi vista, estaba a tan poco espacio de mi que era imposible no sentir el calido aliento que exhalaba de ella subi mi mano hasta su mejilla y la atraje hasta mi, besando sus labios que ahora eran tangibles para los mios.. me hundi en ellos en un beso lleno de un extraño sentimiento entre gratitud y deseo.. o amor?.. subi mi otra mano sujetando su otra mejilla acariciendola con el dedo gordo de mis manos y enredando mi lengua en la suya.. hasta que tuve que respirar.. y dejar sus labios..
-Elie..-
Murmure y abri los ojos ampliamente y le sonrei..
-Pude tocarte.. pude... pude..-
Estaba tan emocionado que no podia terminar las frases que se disparaban en mi mente, porque en verdad me sentia vivo al menos tangible.. es un sentimiento que no podria definir de un modo real.. fue entonces cuando pude recobrar bien el sentido de lo que habia hecho que super que la habia besado la mire de nuevo y me levante del piso dandole la mano para ayudarla a ella a levantarse tambien..
-Lo siento no .. no debi pero.. es de agradecimiento-
Era verdad eso? por eso lo habia hecho? o simplemente le estaba mientiendo?...

No le había ocurrido nada malo. Vi como lentamente abría los ojos hasta que finalmente se irguió. Sonreí contenta por poder tocarlo, por saber que estaba bien, que el hechizo había funcionado. Me alegraba por él, pero también por mi. Si había funcionado eso significaba que me estaba haciendo fuerte. Que mis poderes aumentaban y eso me hacía sentir bien. Siempre había llegado a sentirme una inútil, pero por una vez eso cambiaba. Sonreí mientras lo miraba, pero entonces sus actos me pillaron desprevenida y me sorprendieron por completo. Me besó. Sentís sus labios rozando los míos con suavidad. Al principio, casi por inercia no sabía cómo debía actuar. Qué era lo que debía hacer. No sabía si era correcto corresponder o no a ese beso. Probablemente fuese efusividad, o gratitud por su parte, un modo de agradecerme haberlo devuelto a la vida. Tal vez fuese fuerza renovada. No lo sabía. Lo que sí sabía es que el objetivo por el que él había luchado tanto para estar de nuevo en su cuerpo era ella. Una chica de la que ni siquiera sabía el nombre pero de la que por algún extraño motivo me sentía celosa. No podía evitarlo. Ella. Que se las había ingeniado para liarse con un hombre lobo después de la muerte de Thomas y él seguía aquí, deseando vivir para estar con ella. Eso me enfurecía y me hacía querer separarme y darle una buena bofetada. No entendía nada. No sabía a que venía eso. Pero mi instinto, mi interior quería aprovechar ese momento, saborear sus labios, su beso. Por lo que no lo pensé. Abrí mi boca, recibiendo su lengua, la cual se mezclo con la mía, nos besamos durante un largo rato, apenas siendo conscientes de lo mucho que disfrutábamos haciéndolo. Hasta que finalmente por falta de aire nos vimos obligados a separar nuestros labios. Aunque no podía negar que los míos se habían quedado con ganas de más. Se puso en pie, me tendió su mano para ayudarme, la tomé con fuerza y me erguí. Contemplé el lugar. Estaba como si nada hubiese pasado. Miré de nuevo a Thomas, se veía magnífico. Igual que antes. Sólo que ahora podía tocarlo. - Ha funcionado... - susurré. Sonreí. Me alegraba tanto. Entonces comentó aquello. Pudo tocarme. Pero también besarme. Agaché la cabeza. Me ruboricé. Me daba un poco de vergüenza, como si me reprochase a mi misma. - No importa, yo también lo siento, no debería... - no sabía que decir. ¿Qué quería decirle? ¿Que no debería haberlo besado? Claro que no debería. Pero deseaba hacerlo. Y lo hice. Pero dolía tanto que dijese que era por agradecimiento. Tonta de mi. ¿Qué esperaba? ¿Que fuese a enamorarse de mi en dos días? Increíble. Era una tonta.

Su nervios me hicieron pensar en tonterías.. estaba nerviosa ella temblaba y tartamudeo un poco.. me sentí confundido por ambos motivos,.. por el beso y por su forma de actuar.. me levante lentamente ante ella, quedando a solo centímetros de su cuerpo, acerque mis manos a sus hombros y después a sus brazos.. pero al intentar mirarla directo a los ojos.. supe que no me sentía agradecido, me negué a creer que algo en mi interior podría sentir algo mas que odio o rencor por lo que me había pasado, pero sus ojos me hipnotizaban, subí mis manos lentamente por sus brazos.. hasta su cuello y después hasta sus mejillas... las tome con ambas manos y me acerque a ella, al principio solo la mire y después respire profundo y cuando dese besarla con esa pasión repentina que recorría mi cuerpo, me detuve sin quitar la mirada en ella..
-Elie... perdón-
Susurre y mis labios se acercaron a los suyos abriéndose para comer sus labios.. al inicio ella parecía totalmente confundida, pero sus labios volvieron a corresponder mi beso, el juego de nuestras lenguas era feroz ambos queríamos ganar en dicho juego, hasta que mis manos dejaron sus mejillas y bajaron lentamente hasta sus caderas pegándola hacia mi.. sentí su cuerpo y el mio emitir una onda caliente que me recorría todo el cuerpo sin dejar absolutamente ni un espacio frío, deslice mis manos por detrás de sus caderas y cuando iba a subirla contra mi cuerpo.. detuve el beso, por extraño que pareciera me sentía sucio, haciéndole esa mala jugada a ella.. Mire su rostro despegando mi boca de la suya y sintiendo esa sensación de perdida.
-Perdón.. perdón.. soy un maldito hijo de puta-
Camine hacia atrás, dejando un espacio considerable entre ella y yo.. no quiero hacerle daño, no a ella que me ha ayudado, seria descortés de mi parte se un warro, me quede ahí de pie mirándola sonrojado hasta mas no poder.
-Elie.. se que no debí besarte y se que sabes cual es mi propósito.. pero..-
Calle un poco y después irremediablemente me acerque a ella.
-Eres un ángel y me gustas pero.. soy una muy mala persona, no debo abusar de ti de tu confianza de tu amistad-
tome su mano y bese el dorso de ella y me hinque suplicando me perdonara.. no era quien para hacer de ella una desdichada..

De nuevo me siento atrapada. Entre sus labios. Los cuales me resultan apetecibles, dulces y suaves. Se mezclan con los míos, al igual que nuestras lenguas, y siento una ligera presión en el estómago. Como si estuviese a punto de marearme. ¿Qué me pasa? ¿Porqué permito esto? Se supone que él está enamorado de otra. No debería hacer esto y mucho menos desear hacerlo.
Me separo un poco a regañadientes. Tratando de controlar mi cuerpo, el cual desea quedarse junto a él, aferrarse a su cuerpo.
Frunzo el ceño cuando pide perdón. En verdad no tiene porqué hacerlo. La culpa es mía.
Se puso de rodillas y eso me hizo sentir peor. De pronto sentía que esto no estaba bien. Que lo que iba a decir me partía el alma en pedacitos pequeños, pero debía hacerlo. Lo miré a los ojos, mis mejillas adquirieron un ligero tono sonrosado.
- Thomas, creo que no deberías volver a hacer esto. Estás confundido. Te sientes agradecido y ... bueno.. es tu modo de agradecerlo. pero no está bien. Debes centrarte en tu vida. En la que era tu vida. En esa chica que tanto amas. Yo... soy frágil, no soy buena en el amor, jamás podré serlo. No se me dan bien esas cosas. - suspiro. ¿Porqué miento? Nadie es bueno en el amor. Simplemente me duele imaginar que me besa por agradecimiento. Me duele imaginar lo loco que está por esa chica, y siento unos celos que me abruman, que me corroen. Mi cuerpo se pregunta porqué yo no puedo ser ella.
Lo peor es que parezco la mártir. La buena de la película y decido renunciar a lo que siento porqué él no lo siente. Suspiro. Quizá sería mejor que no nos viésemos más. No mientras esté confundido. No mientras yo lo quiera.
Entonces no puedo evitar preguntarme porqué lo quiero. Tengo entendido que las hechiceras se enamoran con gran facilidad, sólo de personas con las que son biológicamente compatibles. Sólo con las que tienen un vinculo especial. Frunzo el ceño. ¿Porqué ha de pasarme eso justo ahora? - Quizá no deberíamos vernos en algún tiempo... almenos hasta que aclaremos nuestras ideas... - comento con la voz a punto de quebrarse. Y por algún extraño motivo una lágrima está desbordándose por mi mejilla.

Escucharla decir que era mejor que no nos viéramos mas, era terrible un dolor paso por mi corazón una punzada que antes no había sentido y que no entendía que es lo que me estaba pasando, parpadee un par de veces mirándola a los ojos hasta que una lagrima salio de ellos.. me acerque aun mas a ella levantándome de donde estaba postrado y subí mi mano directo a su mejilla con el dedo gordo desliándose por su piel.. recogí el salado liquido que sus hermosos ojos derramaba y pase una de mis manos envolviendo su cintura.. la atraje hasta mi pegándola con suavidad sin pensar en que tal vez le este haciendo mucho mas daño..
-Elie-
Le dije suavemente mientras besaba su mejilla y después cada uno de sus ojos..
-No quiero dejar de verte-
Apenas me salia la voz pero era sincero, no quiero dejar de verla.. me hacia falta verla, el poco tiempo en que mis ojos no la miraban era tan doloroso como la muerte.
-Se que estoy mal.. que te hago mal con mi indecisión.. pero Elie..- Tome un respiro y acaricie un poco mas su mejilla con mi dedo -Siento algo por ti y no se que es.. no quiero tampoco mentirte pero, creo que debo contarte muchas cosas.. que no se si te gusten o no-
Respire profundamente y sin apartarme de ella entrecerré los ojos y por fin decidí contarle en realidad quien era yo.
-Era joven y como todos quería a la chica mas hermosa de la escuela, ella era Alessa Strait una chica normal al menos eso aparentaba, la pretendí pero ella jamas cedería a mi.. así que una noche el día de la graduación decidí hacerla beber.. quería ser el primero en su vida..-
Mire su cara brevemente, me sentía una basura y apenas caía en cuenta de ello.. antes jamas pensé en mi como un hijo de puta, aunque siempre quise salirme con la mía.. la fui soltando poco a poco.. sabia que mi confesión podría hacer que ella me odiara para siempre u.u.
-Me iba a propasar con ella.. y cuando la estaba intentando desnudar.. - Tregue saliva. -Su "amiguito" entro echo un loco y comenzó a golpearme hasta que todo se nublo.. entonces me había matado.. -
Ya estaba muy lejos de ella un par de pasos.. y la mire sin saber realmente que es lo que ella pensaba o como es que reaccionaria a mi historia.. aun no hacia ningún movimiento y eso me estaba tranquilizando pero aun así no me confiaba..

Miles de sensaciones encontradas ocupan mi interior. Primero de todo la alegría. Alegría por su confesión. No quería dejar de verme y eso me gustaba. Me gustaba demasiado. Me sentía infinitamente feliz por ello. Luego dejó paso a la curiosidad, por sus palabras. Por que decía que necesitaba contarme algo. La verdadera historia de su muerte. Y en cuanto la escuché me quedé horriblemente quieta. En shock. No podía moverme. Las lágrimas no se contenían y se deslizaban por mi mejilla sin control. Pretendió tocarme, pero conforme se acercaba yo retrocedía. Poniendo mis manos entre nosotros, como una especie de barrera.
- No me toques... - murmuré. Sorprendida, horrorizada por lo que acababa de confesar. ¿Qué clase de persona era? Pretendía violar a una chica que no se había fijado en él.. ¿qué quería decir con eso? ¿qué era capaz de hacerme a mi, entonces?
Jamás había sentido algo como eso, pero era como si mi corazón se hubiese fragmentado en miles de pedacitos pequeños.
Le temía. Por primera vez me asustaba estar con él. Y no entendía a que se debía esa extraña sensación de mi pecho. Me costaba respirar. Me sentía mareada. ¿Qué me estaba pasando? Me dejé caer de rodillas sobre la tierra húmeda y blanda. Sollozando. Él imito mi posición, pero con precaución, todavía sin atreverse a tocarme. Lo cual yo agradecía, porque la ira podría haberme hecho cometer alguna estupidez en su contra. - Eres.... - tragué pesado. No me salían las palabras, no sabía cómo describir lo que sentía. - Eres un monstruo... ¿Para qué querías mi ayuda? Yo.. no tendría que haberte ayudado.. deberías estar ....- ¿muerto? no era eso lo que realmente quería decir. Sonaba duro. Pero estaba confusa.
No sabía qué hacer, qué decir. Simplemente me sentía mal y no podía hacer otra cosa que pensar que era una estúpida. Sollozar y abrazarme las rodillas.

Quise confortarla hacerle saber que eh cambiado, poder abrazarla y consolarla de las monstruosidades que había hecho en mi vida.. pero ella no quería y la respetaba yo mismo sentía asco por lo que había hecho.. y no había vuelta atrás.. hincado ante ella y con mis puños sobre mis rodillas trate de tranquilizarla.. lo que ella me decía es lo que me merecía.. y no tenia duda de que esto terminaría mal.. ella se iría y yo me quedaría aquí.. solo de nuevo y sintiendo algo que aun no comprendía.. algo que hacia mella en mi corazón..
-Elie..-
La llame intentando sacarla de sus pensamientos intentando que supiera todo lo que soy en realidad..
-Se que es malo lo que hice.. y que pensé en vengarme en cuanto vi que seguía aquí.. Elie.. perdóname no .. no sabia realmente lo que estaba haciendo.. juro que ya no quiero vengarme.. -
Hice una pausa y subí mi mano lentamente acomodando un mechón de su cabello por detrás de su oreja, lo hice de un modo lento y suave para que ella no se sintiera agredida ni que pensara que quería algo mas que su tranquilidad, a pesar de lo que iba a decirle..
-Pero te encontré.. tu, con ese noble corazón.. me atrapaste yo.. Elie.. yo quiero poder emendar mis errores y poder demostrarte que ya no soy ese monstruo que fui en mi otra vida.. -
Mire sus ojos o lo intente porque las lagrima los nublaba, pude acercarme un poco mas a ella y pase mis manos bajo sus brazos atrayendola hacia mi.. ella se resistió un poco pero.. poco a poco cedió ante mis brazos.. no la pegue tanto a mi pero pase mi mano por su espalda alta para masajearla..
-Perdóname.. no debí mentirte pero estaba ciego.. me crees??-
La separe un poco y mire sus ojos aun derramaban lagrima y pase uno de mis dedos por encima de las lagrimas.. las limpie y espere a saber que es lo que ella pensaba, mi corazón se agitaba por miedo a hacerle daño.. aun odio a Paul.. aun puedo desear matarlo..pero es solo porque el me mato.. aunque yo tengo la culpa... estaba dudando de todo lo que era.. pero de lo que si estaba seguro es que ella es un ángel y no quiero hacerle daño..

Sigo llorando. No puedo casi moverme. Estoy como paralizada. No entiendo porqué. ¿Porqué le quiero? ¿porqué si es un monstruo?
Él, que había parecido un hombre bueno, puro, bondadoso, que había deseado lograr mi hechizo para tenerlo entre mis brazos, para besarlo, porque lo creía. Confiaba en él. Le quería.
Pero, a pesar de que la mayor parte no haya cambiado, no sé si puedo confiar en él. No cuando me acaba de confesar que iba a violar a una chica. Si eso hacía con alguien que le gustaba, ¿qué podría haber hecho conmigo si en vez de un espíritu fuese un humano?
Me pregunte si, aprovechando su espiritualidad, me observó mientras dormía. Si trató de desnudarme.
Se me eriza la piel al pensarlo. ¿Porqué todo lo malo ha de ocurrirme a mi? Suspiro. Lo miro a los ojos.
Me atrae hacia su cuerpo. No me dejo. Pero lentamente voy cediendo. Su calor, su tacto me hace sentirme a gusto. Reconfortada, a salvo. Y me pregunto qué mierda ha hecho de mi. ¿Qué ha hecho conmigo? que parece que todo mi ser le desea y que no quiero pertenecer a ningún otro que no sea él. Suspiro. Lo miro a los ojos. En el fondo parecen sinceros. ¿y si no miente? ¿y si ha cambiado? ¿y si yo le he echo cambiar? Eso sería bonito. Me gustaría creer que es así.
- No sé si puedo confiar en ti... -confieso. - Pero... supongo que puedo intentarlo.. podemos ir.. despacio y si.. bueno.. puedes demostrarme que me equivoco. Puedes demostrarme quién eres en realidad. Que has cambiado. Todo depende de ti... - susurro mirándolo fijamente a los ojos. Entonces delicadamente y con suavidad, llevo mis dedos a sus labios, los rozo con suavidad. Delineando su forma y su contorno. Su textura suave me incita a besarlo. Me inclino un poco, acerco más mi rostro al suyo y lo hago. Lo beso lentamente, mientras mis labios y los suyos abren paso a nuestras lenguas que comienzan a rozarse y a necesitarse como nunca antes lo habían hecho.

Me teme lo miro en sus ojos.. puedo hasta palparlo en como tiembla y no soy capaz de hacer nada como para reconfortarla.. por un momento se que lo que antes pensaba que era la vida .. en realidad no lo era que siempre viví en un mundo irreal donde no importaba nada mas que yo.. mi bienestar, mis necesidades y mi diversión.. quería que ella me creyera porque la amo.. ahora se que la amo, puedo sentirlo muy dentro de mi.. no como lo que sentía por la otra chica con ella.. con Elie.. quiero algo mas, me gusta verla sonreír.. y estar en paz no así, no llorando por lo que hice en mi pasado.. le debo tanto mucho mas que el haberme salvado la vida.. le debo mucho mas le debo este nuevo hombre que soy.. sus labios comienzan a abrirse y sus palabras me hacen sentir extraño me hacen sentir miedo.. pero en seguida mi corazón late al escucharla plantearse el darme un tiempo mas.. una oportunidad mas.. una sonrisa llena de sinceridad se abre paso por mis labios y son sus cálidos labios los que me aseguran que me esta perdonando.. o que al menos me dejara demostrarle lo buena gente que puedo.. ser.. los recibo con gusto con amor.. con un verdadero amor que ella me ha enseñado a sentir cuando dejo todo de lado por ayudarme a mi.. a este monstruo que casi le ha hecho daño.. la abrazo aun mas a mi si es posible y mis manos no la dejar retroceder no mientras su boca y su lengua me estén hablando de este modo diciéndome que me necesita casi igual que la necesito yo..
-Elie... Elie.. te amo lo juro .. eres la mujer mas bondadosa del mundo.. y hermosa Elie-
mía manos la soltaron con suavidad pero no por completo.. aun no estaba dispuesto a no sentirla a mi lado.. pero tampoco la retendria a la fuerza.. quiero lo mejor para ella aunque eso sea.. que yo no este a su lado.. la mire a los ojos y retire un mechón de su cabello.. colocandolo por detrás de la oreja y le sonreí con timidez..
-No te defraudare lo juro Elie.. porque en verdad te amo.. se .. se que es pronto y se que no puedo pensar en que de la nada me amaras pero luchare por demostrártelo día con día.-
la mire y de pronto supe que no podía hacer mucho.. no tengo identidad.. estoy muerto para el mundo.. no tengo donde vivir y ahora que ya no soy un espíritu.. no puedo solo regresar al limbo para esperar un nuevo día.. y ahora debo comer y hacer una vida.. mire hacia otro lado intentando no preocuparla.. esta noche estará bien si duerme a la intemperie.. y comenzar a buscar algún trabajo.. algo que me de para vivir..

Sonrío al escuchar sus palabras. En realidad creo que tiene un alto concepto de mi. En realidad yo no soy así. No soy tan buena como el cree. No soy una santa. Sólo soy una chica normal, que no le desea mal a nadie. Lo miro a los ojos, y sé que no me miente. Siempre he sabido eso. "La mirada es el reflejo del alma" decía mi abuela, quién me había enseñado todo cuanto sé de magia.
Era muy bondadosa, muy inteligente, y me había enseñado a entender a las personas, a no dejarme llevar por las apariencias. "Busca en su mirada" decía. La mirada es lo único que no miente. Y sabía en ese momento que Thomas no mentía.
Sentir de sus propios labios que me amaba, era como un canto celestial para mis oídos. Era todo cuanto yo había querido escuchar prácticamente desde que lo conocí. Las hechiceras se enamoran con facilidad. Y sabía que en cuanto nos enamorábamos de alguien lo hacíamos locamente. Entregando todo cuanto teníamos. Y eso me asustaba. Porque jamás había sentido algo tan especial como lo que sentía por él. Y saber que era correspondida me ayudaba, sí. Me alegraba infinitamente, pero tenía miedo de que las cosas acabasen mal. Era demasiado poco optimista en cuanto al amor. Además, de mis labios no era capaz de decir que lo amaba. Aunque lo hiciese locamente, aunque fuese cierto, no era capaz de decir te amo. No con facilidad. No porque fuese fría. Sino porque me resultaba complicado. Pero esperaba que me tuviese paciencia y que poco a poco fuese capaz de hacerlo.
Entonces vi que algo lo asustaba. Que estaba preocupado por algo. Lo supe por el modo de fruncir el ceño. Sonreí. Me gustaba su hermoso rostro cuando adquiría esa expresión seria.
- ¿qué es lo que te preocupa? - negó con la cabeza. Como si tratara de decirme que no pasaba nada. - No mientas... sé que estás preocupado.. te conozco bien... - sonreí tratando de darle ánimo para contármelo. Fuese lo que fuese, yo le ayudaría.

Me retorcia las manos y esperaba con ansias poder encontrar algo que pudiera solucionarme en ese momento la vida.. pero solo yo puedo hacer que mi futuro funcione.. y no debo de depender de nadie mas.. asi que negue aun cuando ella dijo que me conocia bien y creo que asi era ella podia saber mas de mi y no porque me leyera la mente si no porque yo no podia mentirle, intente no decirle nada preocuparla no era lo que tenia en mi mente pero cuando pensaba en decirle alguna mentira.. la verdad salio como agua emanando de una cascada .. fluyendo sola.
-Ya no soy fantasma.. y no puedo volver a mi casa como si nada y darle un susto de muerte a mis padres.. -
Pase mis manos por dentro de mis bolsillos y senti el enorme vacio en ellos.. llevaba la ropa con la que me habian enterrado.. creo que aun siendo fantasma siempre me presentaba con esa misma ropa.. porque era la ultima ropa que habia vestido en mi existencia, saque las manos de mis bolsillos y las abri ante ella..
-No tengo nada.. y yo te estoy diciendo que te amo.. y no puedo darte nada en absoluto.. -
Me avergonzaba saber que era solo un hombre que no tenia nada mas que un pasado horrendo y que habia solo pensado en vengarme de algo que yo mismo hice.. la mire a los ojos.. y con el rostro rojo y muy apenado.. trague saliva y por fin pedi.. un favor mas.. que no se si fuera posible que ella me permitiera..
-Elie.. podria quedarme en tu casa por un par de dias... buscare trabajo.. y juro te pagare lo que quieras cobrarme por la estadia en tu casa.. y asi mismo juro no.. tocarte .. respetarte completamente-
No separe mis ojos de los de ella porque jamas le mentiria ya jamas seria capaz de mentirle porque ella me ha enseñado lo que es la gratitud y lo que es ser una buena persona ella es un angel y yo no debo defraudarla jamas..

Frunzo el ceño. - No tienes que pedírmelo, puedes quedarte el tiempo que quieras... - murmuré. No era necesario que pagase nada, incluso me sentiría más acompañada, más protegida, la casa a fin de cuentas estaba totalmente pagada. Era propiedad de mi abuela, y la luz y el agua, bueno, no era un grave problema. Por lo que no me importaba demasiado tener a alguien más viviendo conmigo. Mucho menos si se trataba de Thomas. Sonreí mirándolo a los ojos. - Pero admito que algo de lo que has prometido no me gusta.. y confío en que no sea cierto.. - me mira con extrañeza no sabe a que me refiero. Sonrío aun más ampliamente.
- ¿enserio no vas a tocarme? Resulta una gran decepción para mi... - murmuré. Y sentí que de pronto mis mejillas adquirían un tono rosado debido al rubor. Sentía la calor arder en ellas. Deseaba que me tocase. De cualquiera de las maneras, igual que deseaba tenerlo a mi lado y besarlo. No podía contenerme. Las ganas eran cada vez mayores y por muy poderosa que yo fuese, no estaba dispuesta a luchar contra ellas.
Me puse en pie, y él hizo lo mismo. - Recojamos todo esto y vayamos a casa... - mencioné. Lo que necesitaba yo ahora mismo era una ducha. Aclarar un poco mis ideas. Y después ya veríamos que pasaba. De todos modos, sabía, que fuese lo que fuese que nos deparase el futuro, yo a su lado me sentía bien. Demasiado bien. Y no quería separarme de él. De ninguna de las maneras.

Con mis manos en los bolsillos del pantalón.. nervioso por su respuesta, pero con la completa certeza que no importaba si ella me decía que no.. porque aun así buscaría la forma de demostrarle lo que en realidad siento por ella, hacerle ver que mis sentimientos para con ella.. son los mejores y creo que jamas había sentido esto de este modo.. respire un poco reteniendo la respiración dentro de mis pulmones con un miedo que jamas sentí..y cuando me dijo que si.. solté el aire de pronto y sonreí mirándola con agradecimiento.. ella es tan buena.. demasiado como para mi.. me apeno un poco creo que estoy abusando de su amabilidad pero eso me ayudara a buscar algo rápidamente y ser el hombre que ella en verdad se merece.. y de pronto me quedo quieto sin saber que es lo que quiere decir.. eh dicho algo que le haga sentir mal?? no lo se y espero poder saberlo.. y es cuando de sus labios sale esa confesión su rubor me hace sonreír aunque aun siento esa emoción.. ella siente algo por mi.. es correspondido mi amor? no lo se a bien pero lo averiguare... nos levantamos y me acerque a ella cuando recogía algunas de las cosas utilizadas para mi regreso.. acerco mis brazos a su cuerpo y la sujeto por las caderas a su espalda.. y beso su frente castamente y agradecido por todo lo que es ella.. subo una de mis manos a su mentón.. y lo alzo fundiendo mis labios en los de ella.. solo mis labios.. solo mi ser unido al de ella.. dos almas que espero lleguen a ser mucho mas que solo amigos.. separo mis labios y la miro a los ojos recargando mi frente a la de ella.. mirando sus profundos ojos.. y respiro por fin sin miedo..
-Si tu lo pides.. yo lo haré.. todo lo que quieras de mi.. Elie..-
Sujete sus manos haciendo que dejara caer lo que en ellos traía y los bese.. primero el dorso de la mano y después sus palmas benditas... palmas que tenían el poder de hacer que cualquier cosa fuera realidad..

Por un momento se había asustado. Al parecer sí que le importaba todo cuanto se refería a mi. Le preocupaba herirme o lastimarme. Podía notarlo en su mirada. Habían sido escasos los momentos en que Thomas y yo nos habíamos besado. Pero recordándolos sabía que habían sido mágicos para mi. Momentos nunca antes vividos, experiencias nuevas y demasiado gratas para mi.
Al ponerme en pie, me acerqué a dónde un rato antes había estado preparando todo para materializar de nuevo su cuerpo. Imaginaba que, el hecho de que no me hubiese costado mucho hacerlo, era porque el espíritu de las hechiceras que seguían aquí, en esta zona, me habían servido de ayuda. Probablemente no me hubiesen ayudado si se tratase de algo malo. Lo que me daba la seguridad de que había sido una buena idea, de que debía darle una nueva oportunidad, y de que, quizá era él mismo quien tenía una nueva oportunidad de redimirse y de mostrar quién era en realidad. Me puse a recoger algunas cosas, pero él se acerco de nuevo a mi, como si no pudiese mantenerse alejado de mi cuerpo durante varios minutos. Sonreí. Al verlo tan cerca me puse algo nerviosa, siempre conseguía que reaccionase de ese modo ante su cercanía. Entonces, comenzó a besarme, y yo me dejé llevar. Casi estuve a punto de dejar caer todo cuanto tenía en mis manos, porque no era capaz de controlar las emociones que me embargaban en ese momento. Para las hechiceras es muy complicado. Sentir tantas cosas nuevas, tantas experiencias bonitas y placenteras, nos dan mucha fuerza y energía lo cual nos convierte en algo muy peligroso. Entonces, acarició mi mejilla con dulzura y buscó mis manos con las suyas, las cosas se cayeron al suelo, entrelazó mis dedos y los suyos y besó el dorso de mi mano, después la muñeca, muy lentamente, despacio, dejando un suave y agradable cosquilleo en mi piel, y una abrumadora corriente eléctrica que parecía extenderse por todos mis músculos. De pronto no pude controlarme, cerré mis ojos, mi energía fluía exaltada y en cuanto apretó con sus manos las mías, un enorme círculo de fuego como el que habíamos formado minutos antes apareció a nuestro alrededor. Grandes llamaradas de fuego nos rodeaban. Abrí los ojos de golpe y las vi, sentía el calor que emanaba de ellas. Y entonces solté sus manos y al hacerlo todo el fuego desapareció. - Lo siento... - susurré a media voz. Debía aprender a controlar mis emociones. Miré a Thomas a los ojos y sonreí. Al parecer a él si le parecía divertido.

La llenaría de besos por todas sus manos.. y sus brazos.. pero me contuve ante el hecho de que la amo.. cuando mire a mí alrededor.. un circulo de llama nos envolvía y no me sorprendió ella es así mágica.. en todos los sentidos.. admire un segundo las intensas flamas hasta que desaparecieron y acerque mis brazos a su cuerpo.. lo cubrí por completo con mis brazos.. y la balance un poco sin soltarla..
-Eres mágica.. realmente increíble.. pero estas bien?-
Deje su cuerpo y mis manos se apresuraron a las de ella.. las abrí.. las mire y después la bese con delicadeza.. estaba bien y eso me hacia feliz.
-Que es lo que sucedió Elie?.. quieres descansar un poco, podemos aun quedarnos un rato mas aquí y ... besarnos un poco más.. -
Deseaba estar con ella y no quería que ella se sintiera presionada aunque poco antes casi había hecho una mueca de tristeza porque había prometido no tocarla.. así que creo podría al menos besarla y no por eso faltarle al respeto... acerque mi brazo a su cintura para poder abrazarla si es que se sentía mal de algún modo.. pero seguía en pie.. talvez pensando en que es lo que había pasado.. la acerque un poco mas y la hice sentarse de nuevo a mi lado, con mi mano a su espalda y pegándola a mi costado comencé a frotar su brazos con mi mano como dándole calor..
-Sigo pensando en que..... bueno.. en que si quieres que te toque..-
Respire un poco y acerque un dedo a la tierra bajo nosotros y comencé a garabatear poco a poco.. sin darme cuenta escribí su nombre "Elie" con un pequeño corazón sobre la "i" y reí a lo bajo.. mientras lo hacia..
-No es que no quiera tocarte.. -
Continúe hablando porque me sentía incomodo estando en silencio.. y pensando en tonterías y media..
-Quiero hacerlo.. como no tienes idea.. pero tú me tienes miedo.. o desconfianza por lo que te conté de mi vida.. y se que no puedo cambiar la impresión que tienes de mi.. y que el arrepentirme ahora no curara el mal que hice antes.. pero contigo soy otro-
Le sonreí.. comenzando a borrar su nombre y el corazón que había puesto sobre el nombre.. Jamás me había enamorado..

Estoy bien. - aseguré. En realidad estaba más que bien. Tan solo un poco cansada. Quizá por el hechizo, o quizá por la cantidad de información que mi cerebro trataba de asimilar. Sentía que mi cabeza estallaría de un momento a otro. Y no era de extrañar. No quería permanecer más tiempo allí. Quería ir a mi casa, darme una ducha, sentirme nueva, descansar. Acostarme en mi cama, y ¿porqué no? quería que el se acostase conmigo y me abrazase mientras yo me quedaba dormida. Sonreí. Era una tonta. Una simple mojigata que se enamoraba del primer hombre que conocía y que, deseaba fervientemente ser correspondida.
- Simplemente, cuando me tocas, me pongo nerviosa y no puedo controlar toda mi energía. - confesé. Me avergonzaba por ello. Una buena hechicera no dejaba que los sentimientos se interpusiesen en su magia. Y yo quería una de las mejores. La mejor de todas.
Lo miré a los ojos, escuchando sus palabras. Me reconfortaba estar con él. Tenerlo a mi lado. Por algún motivo me sentía menos sola, más comprendida, protegida y a salvo. A diferencia de lo que racionalmente debería sentir por él. Sobretodo después de su sorprendente confesión. Pero aun así. Confiaba demasiado en él. Creía en las segundas oportunidades. Siempre había pensado, que la gente puede cambiar, siempre y cuando se lo propongan de verdad. Sino, no tiene caso que lo intenten.
- No te tengo miedo, sino no permitiría que vinieses a mi casa. No te temo. Porque confío en ti, en que cuando me dices que me quieres no mientes, y en que no me harías daño. - Confieso. Sólo espero no equivocarme esta vez. Beso con delicadeza sus labios. Y lo miro a los ojos. - Ahora, me gustaría irme de aquí. Mi cabeza va a estallar. Necesito una ducha y acostarme un rato. - no es que tuviese que darle explicaciones, pero, a partir de ahora viviríamos una temporada juntos. Debía comentar al menos mis planes.

Trate de comprobar que no me estuviera mintiendo.. mire sus manos y estaban completamente intactas sin marcas ni siquiera un tono negro por la quemason del fuego.. estaba bien así como me lo decía.. medio sonreí aliviado y aun sentía miedo de que ella dijera que aun desconfiaba de mi.. y no la culparía yo no tenia idea de lo bruto que había sido y de como me miraría las chicas al saber lo que desee hacerle a Alessa..
-No debería entonces estar tan cerca tuyo..-
Sonreí porque lo decía en tono de broma y escuche que se sentía mal.. le dolía la cabeza y ella deseaba que nos fuéramos.. así que le ayude a levantarse y sostuve sus manos para que no fuera a caer..
-Puedo cargarte si me lo permites no quiero que te caigas por el dolor..-
mire sus hermosos ojos y la sujete por la cintura... y en un solo movimiento la cargue.. no permitiría que nada le pasara no estando yo a su lado.. la sentí recargarse creo que estaba cansada.. y por fortuna yo sabia muy bien el camino a su casa.. la lleve en silencio por un largo camino.. aunque se me había echo corto oliendo el aroma de su cabello.. el aire lo hacia flotar y cosquillear en mi nariz.. reí bajo en un momento en que su cabello roso mi nariz.. ya se vislumbraba la puerta de su casa y la baje de mis brazos.. dejando que sus pies tocaran al fin el piso.. ella debía abrir la puerta.. mire como la abría y tome su mano para que no perdiera el equilibrio .. deslice mi mano hasta su cintura y pase con ella a la casa.. siguiendo sus pasos porque no conocía el lugar.. pero lo que mas me impulsaba a seguir sus pasos era que ella no sufriera daño alguno..

Sonreí, pues sabía que bromeaba. De todos modos, no quería alejarme de él. Y no le permitiría hacerlo. Si tenía que hechizarlo para obligarlo a estar conmigo, quizá lo hiciese. Sonreí de modo involuntario cuando pensé en ello. Pero decidí despejar mi cabeza, la cual cada vez me dolía más. De pronto se ofreció a llevarme, me cargó en brazos. Se sentía bien. Sin que él se diese cuenta, tan pronto como recargué mi cabeza en su hombro. Aspiré el agradable aroma que emanaba de él. De su ropa. Cerré mis ojos mientras fantaseaba. Nunca había estado con un hombre. Tampoco había sentido esa necesidad nunca. Jamás había deseado a nadie. Pero con él era distinto. Desde que lo vi, aun siendo un espíritu, lo había deseado. Y ese deseo se había visto incrementado con el paso del tiempo. Noté que mis parpados pesaban, cada vez más, y lentamente sin apenas ser consciente de ello, me fui sumiendo en la inconsciencia cayendo en un profundo sueño. Pasó un rato, que en realidad se me hizo muy corto. No sabía cuanto habíamos tardado en llegar. Pero Thomas me dejó en el suelo. Pero para que no perdiese el equilibrio, preocupándose por mi, rodeó mi cintura y iba justo a mi lado. Saqué la llave y abrí la puerta. Entramos dentro y lo miré. Parecía no conocer la casa. Y bueno, no tenía porqué. Nunca había estado allí, al fin y al cabo. - Siéntete como en tu casa, a fin de cuentas a partir de ahora también será la tuya. - mencioné con una sonrisa. Lo miré a los ojos, dejé las cosas que traía conmigo sobre uno de los sofás y me pasé la mano por el cabello tratando de despejarme. - Me tomaré una ducha caliente. Probablemente me haga bien. Creo que este dolor de cabeza es por el agotamiento del hechizo. - explico. - Tu.. bueno.. haz lo que te apetezca mientras tanto, ¿vale? - algo me decía que debía atreverme e invitarlo a ducharse conmigo. Pero me parecía arriesgado e impropio de alguien como yo. Pero, desde cuando era tan inocente? Era ridículo. Aun así, no sacaba el valor necesario para decirlo. Por lo que subí las escaleras, directa al baño de mi cuarto, enfadada conmigo misma por ser una cobarde.

La casa enorme es algo acogedora pero aun me siento fuera de lugar no se .. si es que pueda.. no pensar en Elie mientras este aquí solo, ella salio a darse una ducha, mis labios estaban tan callados que hasta a mi me sorprendieron, creo que en parte es porque algo dentro de mi, no quiere dejar de verla y menos sabiendo que ella quiere que la toque.. quise quitar esa idea de mi mente pero el ambiente dentro de la casa es tremendamente sexual, o quizás solo soy yo quien quiero que pase algo mas.. camine hacia la habitación, donde Elie había entrado.. mire su cama y parte de su ropa acomodada sobre la cama.. había pasado un tiempo como para que Elie se desnudara y dejara su ropa acomodada en la cama.. su blusa su pantalón.. pero su sostén y esas hermosas braguitas me seducían.. pase mi mano sobre el sostén en las comas aun con la forma de sus senos.. lo apreté un poco y sentí un sobre salto dentro de mi.. solo imaginar sus senos en mis manos..suspire suave y toque sus bragas.. la textura es muy suave y creo que es mas delicioso el aroma.. dulce y frutal.. los deje luego de un par de minutos mirándolos y acariciándolo.. y recordé lo que había dicho.. " ¿enserio no vas a tocarme? Resulta una gran decepción para mi..." ¿ella me desea?.. si lo pensaba mas jamas actuaria.. así que me desvestí.. deje mi ropa sobre la de ella.. y desnudo entre en el cuarto de baño.. el vapor ya estaba llenando el cuarto cuando me acerque a la ducha.. la mampara que separaba la ducha de el sanitario.. me dejaba ver un poco la hermosa silueta de Elie.. abrí la mampara y la mire.. con el agua enjuagando el jabón que había limpiado su cuerpo.. entre sin mas gesto en mi cara que una débil sonrisa.. no dije nada.. es mejor los actos que las palabras.. me acerque a ella.. y acaricie su mejilla.. bajando mi mano hasta su mentón para atraer su cara a mis labios.. los sentí húmedos por el agua y con un sabor a flores.. proveniente de seguro de el jabón que le quitaba el sudor del día.. mi otra mano la atrajo hacia mi.. su cuerpo.. húmedo se unió al mio.. y sentí sus senos duros contra mi pecho.. mi lengua se hundió por completo en su boca y jugueteo un poco mas con la suya.. me frote un poco contra su cuerpo.. mi ser estaba excitado.. sentía mi miembro duro.. contra la suavidad de su cuerpo. sentí por un momento como rosaba su fina linea rosada.. y me detuve.. para seguir besándola pegando su cuerpo contra el azulejo húmedo de la ducha.. baje mi beso por su cuello.. hasta sus hombros.. besando .. lamiendo el agua que escurría por su cuerpo.. tome su cintura.. y recorrí su espalda baja pasándola hasta sus glúteos.. los aplaste contra mi.. elevándola muy poco apenas como si le diera un empujón contra mi cuerpo.. gemí en sus labios.. su cuerpo suave me vuelve loco.. baje un poco mas mis manos.. sujetando la parte trasera de sus piernas.. y levantándola separándole las piernas.. fui lentamente .. no me apresuraría no con Elie.. sabia que hacerle el amor.. debía ser eso.. hacer el amor.. la levante aun mas.. con su espalda en el azulejo.. haciéndola sujetarse por encima de mi cintura..
-No quiero aun.. hacerte el amor.. no así.. Elie.. permiteme solo saciar nuestras ansias.. solo eso.. no sexo aun...-
le susurre en su oído.. no la penetraría.. quiero que sea tierno.. no solo una ducha caliente.. no quiero aun que me entregue su virtud.. quiero primero su corazón..
Mi cuerpo se movió bajo del de ella.. mi miembro rosaba su parte baja de su sexo.. por debajo de sus glúteos.. la elevaba para no entrar en ella.. solo masturbarnos entre los dos..

Estaba en la ducha, frotando mi piel con suavidad, sentía el agradable aroma del gel mezclado en mi cuerpo. Ya casi había aclarado todo el champú cuando me pareció escuchar el sonido de la puerta. Pero seguramente estaba alucinando. Confiaba en Thomas. Sabía que no haría esa clase de cosas. De pronto el simple pensamiento de que él me viese desnuda me hizo sentir pudor y sentía que, sólo con imaginarlo, mis mejillas adquirían un tono rosado característico de la vergüenza que sentía.
Pero entonces, mientras terminaba de aclarar todo el jabón sobre mi cuerpo, bajo el chorro de agua de la ducha, me giré y lo vi, desnudo. Totalmente desnudo. Traté de no dirigir ahí mi vista, pero fue imposible. Observé su miembro el cual estaba duro. Excitado.
¿Excitado por mi? Algo en mi interior se removía, como si fuese un orgullo. Orgullo por sentirme deseada. Por sentirme de algún modo querida. Iba a decir algo, pero abrí los labios y no encontré la voz para hacerlo. Se acercó a mi. Nunca había estado con un hombre, mucho menos desnudos ambos, y tan cerca. Me sentía un poco asustada, no podía negarlo. No sabía lo que debía hacer. Me sentía nerviosa. Pero sus fuertes brazos me alzaron, sentía la fría pared sobre mi espalda, chocando contra mi piel, sentía el chorro de agua caliente cayendo sobre nosotros, mojando nuestros labios, perlando nuestra piel de finas gotas. Su cabello estaba ya mojado y húmedo, le daba un aspecto más aniñado, más sexy. Me gustaba. Sonreí. Sus labios se acercaban a los míos, nos besamos, sin control, con deseo y ternura, una mezcla de ambas cosas, una mezcla explosiva que me hacía enloquecer. Sentía que no habría nadie en el mundo capaz de hacerme sentir así. Mis pechos se rozaban contra su pecho, su piel quemaba, o quizá era la mía la que le quemaba a él. No estaba segura, todo era nuevo para mi. Sentía su miembro rozando mi sexo, pero sin entrar en él. Sólo el hecho de pensarlo me ponía nerviosa, mi cuerpo se tensaba. Todo era mental. Eso me habían dicho. La cuestión estaba en relajarse. En sentir todo lo bueno. No pensar en el dolor. Me habían dicho que dolía y tenía miedo. No quería que pensara que yo era una idiota. Incluso me avergonzaba el hecho de ser virgen. Me sentía estúpida y ridícula.
Pero al ver que no lo hacía, al escuchar lo que decía, supe que no me forzaría a hacer nada que no quisiera, mi cuerpo se relajó al instante. Iría despacio conmigo. Y eso me gustaba. Pero por algún extraño motivo sentía una enorme calor en mis partes. Sentía que mi sexo se derretía por su culpa, me sentía húmeda y trastornada. Algo en mi me decía que no, que no debíamos esperar. El deseo tal vez. Algo dentro de mi se cabreó al darse cuenta de que no haría nada conmigo, de que no sería ahora, con él. Y me sorprendía el lío mental que tenía en mi cabeza. Suspiré. Me apreté más contra él, hundiendo mis dedos en sus hombros, en su espalda, acariciando su suave piel, y trazando lineas sobre sus músculos. Me derretía. Desde luego que me derretía. Entonces, como por arte de magia, como si alguien me hubiese hechizado, sin ser consciente de lo que decía, y sin poder pararlo, abrí mis labios y hablé muy cerca de su oreja, en lo que fue casi un susurro - No tienes porqué esperar, yo te deseo... - y mis labios se fundieron de nuevo con los suyos.

Recibí sus labios.. esa caricia que el solo rose de ellos me hacia desearla mas, sus palabras se agolparon en mi mente, "Te deseo" se repetía dentro de mi, varias veces, quería no haberlo escuchado, pero el efecto de las palabras y de sus actos no dejaban a dudas, me pegue mucho mas a su cuerpo, no la deje de abrazar y de moverme con suavidad sobre su piel, lamí sus labios, enrede mi lengua a la suya y la bese cuantas veces me fue posible hasta que mis ojos se posaron en los suyos, sonreí sosteniendo su cuerpo con mis brazos y negué con la cabeza.
-Déjame respetarte, al menos ahorita, disfrutame como te disfruto, si al terminar la ducha aun deseas ser mía..-
Hice una pausa y recorrí su cuello con pequeños besos a lo largo de su cuello y después su hombro.. suspirando al terminar de besarlo..
-Entonces te haré el amor.. pero al hacerlo quiero que estemos juntos siempre.-
Me moví un poco sujetándola aun entre mis brazos, evitando que el deseo le gane a mi amor, respire profundamente excitado por la sensación que su cuerpo causa en el mío, buscando algo mas que besar, para no hacer una estupidez.. y desdecirme a mi mismo.. la quiero y no egoístamente porque no es solo deseo lo que siento es algo mas que me hace contenerme y quererla, amarla y sentirme mas cerca a ella.. bese sus labios en respuesta a esta necesidad y me quede quieto un segundo estirando la mano para sujetar el jabón, separe mis labios de los suyos y la deje bajar lentamente, dejando sus piernas en el mojado piso de azulejos bajo nosotros.. pase el jabón por sus hombros, hacia mucho que no sentía el agua caer sobre mi piel al menos desde el día que había muerto y sentirla con ella a mi lado es lo mas grandioso que podría vivir.. deslice el jabón por su cuello y al llegar a sus senos me detuve mirando si podía ir mas haya y aunque ya había casi acariciado partes mas intimas de su cuerpo.. aun no podía pasar sobre ella.. no si en verdad la amo.. y se que es así. Sin darme cuanta deje caer el jabón y solo me quede de pie ante ella.. mirándola, disfrutando de lo hermosa que es no solo por fuera si no por dentro, el agua aun nos baña con sus cálidas gotas, y mis rodillas sienten el duro azulejo del piso.. sujeto sus caderas y creo que estoy embriagado por su belleza comienzo a besar su vientre bajo.. sujetando sus caderas hasta llegar a ese triangulo cálido entre sus piernas solo tocándolo con mi nariz.. huele a flores y me embriaga solo imaginar que podría hacer mil cosas en ese momento, mi cuerpo tiembla mientras que mis manos siguen acariciándola, en busca de contener el deseo.

Siento sus manos deslizando el jabón por mi cuerpo, mi piel húmeda lo agradece. Se siente bien, es una sensación bastante agradable y placentera. Me asusta que me guste más de lo que había imaginado. No puedo negarlo, él tiene algo. Algo que me ha gustado desde el momento en que lo vi, algo que me hace desearlo a cada instante, que me hace querer suplicarle que no respete ninguna norma, que se salte los amoríos y me bese, me toque, me roce, quiero eso, quiero sentir miles de cosas, cosas que sé que sólo podré sentir con él. Pero a la vez me siento maravillada por que me respete. Jamás ningún hombre de cierta edad haría eso. Todos piensan en el sexo, nada de amor, y yo siento que lo quiero. Miles de mariposas revolotean por mi estómago cada vez que lo miro y cuando sonríe mi pulso se acelera aumentando mi ritmo cardíaco. No es normal. No me había pasado nunca. Si no es amor, entonces debe ser algo mucho mayor, porque no puedo imaginar ninguna otra cosa como esa.
Me doy la vuelta, desliza el jabón por mi espalda, cierro los ojos y muerdo mi labio inferior mientras mis manos se aferran a los azulejos. Entonces deja el jabón caer al suelo y siento sus manos húmedas rozar mi vientre desde atrás, momentos antes había sentido la pastilla de jabón rozar mis senos, pero cuando espero que sus manos los toquen, que me acaricie o los roce almenos, no obtengo respuesta. No lo hace. Lo cual me sorprende y me hace fruncir el ceño. Por un momento pienso que no me desea. Quizá me tenga cariño, quizá sólo sea agradecimiento, no lo sé. En realidad si es malo no quiero saberlo. Pero que no me desee sería el peor de los castigos. Entonces mientras pienso aquello siento sus manos en mis caderas hacerme girar, se pone de rodillas en la ducha y su cabeza queda a la altura de mi bajo vientre. Siento cómo me besa ahí, lentamente, su nariz roza mi sexo y me hace estremecer. Me produce un hormigueo, un cosquilleo agradable que agradezco. Llevo mis manos a su cabello, mientras él me roza con los labios, dirigiéndose a mi feminidad, a punto de hacerme gemir. El simple hecho de imaginarlo ya me excita. De un modo casi incontrolable que no hubiese podido creer jamás. Entonces enredo mis dedos en su cabello y lo masajeo con suavidad mientras siento que él empieza a besar mi sexo con su boca, obligándome a cerrar los ojos y a apretar los labios.

Recorro sus piernas suave pero temblorosamente, sin apresurarme mas de lo que mis deseos me permitan, al llegar a sus muslos.. son firmes y suaves y no solo por el agua que cae por ellas.. son suaves porque es una flor.. la hago separarlos un poco apenas suficiente para que mi boca se acerque mas a su sexo, saco mi lengua y lentamente recorro los labios de su sexo.. con sabor a agua y a miel.. su miel.. sujeto sus caderas con mis manos, echando mi cabeza hacia atrás.. para alcanzar un poco mas su sexo.. la apreté con suavidad no quiero hacerle daño.. succiono, beso y lamo su sexo.. siento mi miembro crecido duro agitándose por la sensación de la humedad de su cuerpo.. gimo fuerte entre sus piernas y me separo.. la miro lo esta disfrutando.. beso sus muslos.. subo con mas besos por su vientre bajo y después por entre sus senos.. no puedo detenerme y no quiero.. la amo y no le faltare al respeto.. pero ella me quiere que la toque.. lo dijo antes, cuando le pedí me dejara quedarme, miro sus ojos esos hermosos ojos que solo dicen ámame.. la beso me hundo en sus labios.. mi cuerpo la comprime contra el azulejo del baño, el agua calienta nuestros cuerpos y mis manos sujetan las suyas entrelazándolas, su senos en mi pecho y mi corazón latiendo a la par de el de ella rápido acelerado por la sensación de los cuerpos unidos sobre la piel..
-Elie.. -
Su nombre suena hermoso, es musical es delirante en este momento.. debo contenerme pero no puedo.. no estando los dos desnudos y ella correspondiéndome.. acelero un poco mas el beso.. enredando mi lengua en la suya.. mordiendo con suavidad su labio.. jadeando sin detenerme por sentir mi miembro rosando su cuerpo.. suelto sus manos y las llevo a sus senos.. los acaricio.. lo deseaba desde que la vi desnuda.. aun mis besos siguen en su boca... en su mejilla en su cuello, en sus hombros.. trato de olvidar que deseo estar en ella, para concentrarme mejor en quererla, amarla como lo que es una gran mujer..
Me estreso.. no quiero seguir solo así.. acerco mi mano a la regadera y cierro las llaves intentando no separarme mucho de Elie.. la miro a los ojos.. no quiero preguntar no quiero nada mas que a ella.. paso mis brazos por su espalda y el otro por detrás de sus piernas.. cargándola en mis brazos, es ligera, la llevo al cuarto.. estamos mojados, dejamos rastro de agua por cada parte que pasamos.. pero no me importa y espero que a ella tampoco le importe.. la recuesto en la cama.. y me quedo así inclinado sobre ella.. besando una vez mas sus dulces labios.. mi cuerpo esta cálido.. el de ella esta igualmente caliente como el mio.
-Perdóname.. te amo.. y te deseo.. de igual manera que no puedo mas..-
bese sus labios y subí a la cama con ella sin aguantar mas el deseo que me somete a su voluntad.. separo sus piernas con caricias leves y suaves.. con mis manos recorriendo sus muslos.. y subiendo por sus caderas deteniéndose en sus senos que parece que me llaman.. los beso..sin dejar que mi cuerpo la cubra por completo.. pero ella se mueve.. su sexo rosa con el mio.. y es imposible detenerme un poco mas.. bajo mi mano.. y acerco la punta de mi miembro a su cuerpo.. miro sus ojos..me detendré si la veo sufrir.. comienzo a hundirme en ella.. lentamente, sintiendo sus músculos contrayéndose a cada milímetro que entro en ella.. beso sus labios intentando apagar un poco la sensación que podría causarle al entrar en ella.. esta estrecha muy cerrada... es virgen y claro que lo sospechaba pero ahora debo ser mucho mas suave con ella.. me detengo un segundo o dos..
-Cierra los ojos.. eso te ayudara a que no duela.. Elie.. -
Soy estúpido .. lo se .. pero no se que mas decirle para que no le duela.. estoy nervioso.

Traté de cerrar los ojos, dejarme llevar. Concentrarme en mi propia respiración. Sentía su lengua rozar los labios de mi sexo, y eso me hacía enloquecer. Sentía un cosquilleo en esa zona, y un hormigueo recorría mi piel. Mis dedos seguían aferrándose a su cabello.
Poco a poco sentí como subía por mi vientre, lentamente se ponía en pie, su miembro duro, rígido rozaba mi sexo, mientras que su boca besaba mis pechos, y lentamente los rozaba y los acariciaba, masajeandolos con las manos.
Nuestros labios se rozaron, hasta fundirse en un beso apasionado y feroz, salvaje, su lengua y la mía mezcladas. Sonrío entre sus labios, mientras rodeo su cuello con mis brazos en cuanto él me alza en brazos. Estábamos húmedos todavía, tenía miedo de que se resbalase con el agua que dejábamos a nuestro paso. Me aferré a su cuerpo con fuerza, hasta que sentí que estaba a salvo, mientras me recostaba lentamente sobre mi cama. Abrió las mantas y las echó hacia atrás, reposando mi espalda contra las frías sábanas. Frías porque nadie había dormido en ellas desde hacía algunos días.
Su cuerpo me cubría, lentamente, muy despacio, me sentía nerviosa y a la vez excitada. No es que tuviese miedo de él, pero, era mi primera vez y no quería que me doliese, no quería pasarlo mal, quería disfrutar junto a él, sentirme bien, a gusto. Pero aun así no podía evitar estar tensa, y mis músculos, parecían estar en mi contra y no me permitían relajarme del todo. Todo esto, todo este cúmulo de sensaciones eran nuevas para mi, no me acostumbraba a sentirme deseada o querida, nunca había vivido algo como eso. Y me gustaba, no podía negarlo. Sentía sus besos recorriendo mi piel, y me hacían sentir plena, completa por primera vez durante mucho tiempo. Su voz tratando de tranquilizarme, susurrando en mi oído, me hacía sentir bien. Conseguía relajarme almenos un poco. Entonces al final me dejé llevar almenos del modo que me era posible. Confiaba en él, confiaba en que sería cuidadoso, en que no me haría daño, no me lastimaría, no me dolería. Debía creer eso para poder estar más tranquila. Disfrutando del momento.
- Confío en ti - susurré y entonces llevé mis manos a sus mejillas atrayendo su rostro al mío, atrapando sus labios entre los míos y besándolo de nuevo, mientras nuestras lenguas se encontraban y se mezclaban en un beso intenso. Llevé mis manos a su espalda, y poco a poco fui acariciándola hacia abajo hasta que llegaron a sus glúteos. Los apreté levemente como si así pudiese sentir su miembro duro rozando mejor mi sexo, haciéndome proferir un suave gemido.