Una Tarde a solas? (Alex M )

Hacia algunos meses que andaba de viaje, no quería regresar a EU después de todo lo que había pasado.. convine con el rector de Coleman que me permitiera terminar mis estudios en el programa independiente de el colegio, para mi fortuna no había ningún problema ya que mis notas eran sobresaliente y el rector me mandaría la información necesaria para poder.. seguir con cada uno de los muchos temas por estudiar, ya era poco el tiempo que tendría que estudiar solo un par de mese estaba a distancia de la graduación, sacudí de mi mente esos recuerdos de Caleb.. no quería pensar en el no quería recordad todo el daño que me había hecho, el tenia su vida y yo debía hacer la mía no?.
Esa misma tarde decidí salir del apartamento en Italia donde estaba por el momento pasando mi vida.. el camino era obscuro por que la noche había caído, pero eso ayudaba a que no se notara mis ojos rojos por los recuerdos dolorosos.. algunas tiendas exhibía sus mas nuevos modelos de ropa y me distraía pensando en comprarme algún par de conjuntos.. pero mi animo no era tan bueno como para bastarme solo entrar y comprar para olvidarme de todo lo que había sido mi vida.. a unos metros mas un viejo bar estaba abriendo, pensé en entrar y beber algo antes de que las personas invadieran completamente el lugar, quería poder solo estar con mi pensamiento y tal vez perderme un poco en la alegría del alcohol, me apresure a sentarme en uno de esos bancos altos que estaban en la barra del bar.. con apenas dos hombres en el lugar y miradas indiscretas hacia mi persona, me decidí a ignorar completamente..
-Una Margarita por favor..-
Sonreí ligeramente de forma cortes hacia el hombre que atendía la barra.. no muy viejo pero tampoco un joven como para que su buena cara me atrajera de sobremanera. Cruce mi pierna y recargue mi codo sobre la barra hasta que mi bebida llego a mi y mi mano la llevo hasta mis labios cerrando mis ojos.. para disfrutar un poco mas el sabor..

Mierda. Otra vez igual. No había hecho más que oscurecer el día, y ya me sentía como un puto lobo solitario. Onyx había muerto. Todo había sido culpa mía. Podía decirse que él había sido lo más parecido a un amigo que había tenido jamás. Suspiré. Debería tomar algo y rendirle mi propio homenaje particular. Me había salvado el culo. Los putos hechiceros pagarían por eso. Habían intentado encerrarnos en un círculo negro, tratando de quemarnos y mandarnos al infierno, sin ningún retorno posible esta vez. Me sentía sediento de almas puras e inocentes. Tal vez debido al rencor, la venganza y las ansias de cobrarme la vida de aquellos bastardos.Pronto caerían en mis manos. De eso no cabía duda. Los mataría yo mismo, y disfrutaría escuchando a sus almas torturadas gritando en el infierno por toda la eternidad.
Caminaba por la calle, las tiendas comenzaban a cerrar sus puertas y los bares y pubs abrían las suyas. Un mundo distinto. Vida nocturna. No quise elegir, no quise pensar y me adentré en uno de los más cercanos.
Dentro, unos pocos borrachos jugando al billar sin ni siquiera acertar una tirada, y tres únicas personas en la barra. Dos hombres, corpulentos y sudorosos y en el centro una chica joven.
Humana. Eso era extraño. Las mujeres eran desconfiadas. No solían salir solas de noche y mucho menos a lugares como este. ¿El motivo? No querrían encontrarse con alguien como yo. Pero al parecer el destino de esta joven y el mio se había unido esta noche. Me senté casi a su lado, dejando un taburete alto de por medio. Miré al camarero y pedí dos bourbons. Me gustaba ese ardiente licor. Conseguía sofocar mi mal humor e incluso podía decirse que me calmaba. En cuanto el camarero dejó dos de las copas en la barra dejé una de ellas a mi lado, donde estaba el taburete vacío. La chica me miraba confusa. Como si ese simple gesto llamase su atención. - Le reservo el sitio a un amigo... - comento a modo de aclaración. Aunque sé que mi amigo nunca llegará. Le sonrío. Y la miro con cierta diversión. Se me ocurren mil y una formas de matar el aburrimiento y de olvidarme por un rato de Onyx. Tal vez deba divertirme con ella. Tal vez pueda aprovecharme de una ingenua humana esta noche. Quien sabe. Quizá con algo de suerte su alma será mia antes del amanecer. Bebo un sorbo de mi copa. Veo que la suya está casi vacía. - Otra copa para la señorita - le digo al camarero. Y extiendo un billete sobre la barra para que me cobre todo. Le guiño un ojo a la humana. - ¿Qué hace una chica como tu en un sitio como este? No sabes que hay miles de peligros hacechando en esta zona? - preguntó divertido. - Por suerte para ti hoy no soy el chico malo. Puede que incluso sea tu salvador.. - menciono divertido.

Mire al joven que se había sentado a mi lado.. trate de no prestarle tanta atención no quería hacerme malas ideas de quienes se sentaban a mi lado.. pero lo extraño de pedir dos copas para una sola persona si me llenaba de tanta curiosidad, mire la copa y a el un poco mas hasta que me dio una explicación.. que jamas había pedido pero que era tan lógico por como lo había estado mirando.. sonreí muy tenue mente como si es que no me interesara aunque en realidad estaba tan intrigada de el porque alguien pedía una copa para un amigo que aun no llegaba?.. quería preguntarle pero.. quien era yo para hacer tales preguntas, bebí mi ultimo trago y sin poder pedirme otra el chico a mi lado me había pedido una mas, lo mire al inicio confundida y después sonreí con un poco mas de alegría y sinceridad..
-Gracias... pero yo lo pagare.. -
El camarero me entrego la nueva margarita y gire un poco para mezclar la mas, bebí un leve sorbo.. cuando su voz lleno mi oído y mi alma.. porque hablaba de peligros.. mire a mi alrededor buscando algún pandillero o alguien que pudiera ser peligroso pero veía gente común que bebía sus tragos en una noche de fin de semana gire a mirarlo y algo seria o con miedo oculto le hable.
-No pensé que fuera peligroso bebes un trago sola-
Y una sonrisa salio de mis labios sin que pudiera disuadirla de ocultarse cuando menciono que seria mi salvador, cubrí mis labios con mi mano en un intento de evitar que me viera sonreirle se aquel modo pero creo que fue tarde para eso..
-Melissa Picardy-
Le dije extendiendo mi mano hacia el para presentarme.. era amable y había sido muy ocurrente su modo de abordarme..
-Y puedo saber como se llama mi salvador?-
Brome un poco al espera que el se presentara ante mi..
-oh es un secreto.. como esos super heroes de comics?-
reí bajo ante lo que había dicho aunque me había ruborizado por mi atrevimiento.. apenas lo conocía y ya estaba bromeando con el.. eso no hablaría bien de mi y menos estando en un bar donde era la única mujer que bebía en la barra.

¿Puedo tener más suerte? Me encuentro a una chica deliciosa, con un alma pura que se percibe desde lejos, y entonces me doy cuenta que ni siquiera es consciente de los peligros que acechan en este mundo. Sonrío ampliamente. Esta noche iba a ser todo muy fácil. Iba a caer. Estaba seguro. Posiblemente me la tiraría primero. Las chicas tan dulces y santas terminan por ser las peores. Se pillan por ti, luego se acuestan contigo, las dejas completamente locas, y después te haces con su alma y con todo lo que desees de ellas. Sería perfecto.
Traté de jugar un poco más. El engaño y la seducción eran mis armas favoritas.
- Nunca se sabe dónde puede haber peligros... a veces hay muchos más de lo que parece. - contesto. Me decido por no contarle nada más. Si no sospecha que soy un demonio, será más fácil para mi engañarla. Sonrío. Esto seria pan comido.
Ahora solo tenía que pensar en cuál era mejor truco para llevarme a una señorita tan dulce e ingenua a mi cama. Probablemente fuese lo más complicado, pero era consciente de que no me costaría mucho trabajo.
- Por desgracia no tengo ningun alter ego, ni podría presentarme como Clark Kent... mi nombre es un poco más normal. - Sonrío y entonces me presento cordialmente. - Soy Alexander. - me reservo mi apellido. No tengo porqué dar ningún dato más. La miro fijamente. Extiende su mano para que la estreche. Yo no soy esa clase de hombres. - No deberías ofrecerme tu mano de ese modo. Los verdaderos caballeros besan a las damas. - tomo su muñeca con total delicadeza y acerco su mano a mis labios, depositando un suave beso en la palma. - Un placer conocerla señorita - finjo quitarme un sombrero imaginario. Como si estuviésemos en un período lejano. Siglos atrás.
Me sonríe y se ruboriza. Perfecto. La cosa marcha bien. La miro fijamente. Y sé que estoy logrando causar cierta sensación en ella. Mis ojos siempre me han ayudado. Por suerte mi físico era condenadamente atractivo. Y mis ojos, con rasgos felinos ayudaban a que las mujeres cayesen rendidas a mis pies. Jamás había sido necesario suplicar por una dama, ni siquiera había estado jamás con una mujer fea. Las chicas se peleaban por mi y suplicaban por mi atención. No podía quejarme. Era perfecto. Sé que mirándola fijamente se pone nerviosa. Suelo causar esa sensación, y me gusta hacerlo. Me gusta sentir que tengo el control. No sólo en estas situaciones, claro. Sonrío al pensarlo. Me centro en ella de nuevo. Debería hablar más. Parecer más simpático. Eso la tranquilizará.
- Así que... tu novio te ha dejado salir sola esta noche... - dejo caer. Esperando que me comente si tiene pareja o no. Si no la tiene desde luego será un punto a mi favor. Podré decir que su ex es un imbécil (siempre y cuando tenga uno) y podré llevármela a la cama con más facilidad. Sólo he de jugar bien mis cartas.

Me acomode un par de veces en la silla algo nerviosa cuando escuche su respuesta y por esta loca y absurda imaginación que siempre iba de la mano con mis pensamientos.. pude verlo vestido como superman y pensar después en el como Clark kent era casi imposible no verle los lentes y el tradicional sobrerito.. de los años 50 (claro del superman original) me reí un poco a lo bajo para que no pensara que me reía de el.. hasta que su mano tomo la mía y de inmediato un escalofrió recorrió completamente mi espalda.. sus labios eran cálidos y mi cuerpo tembló brevemete cuando el los presiono contra mi piel.. cerré los ojos por un segundo para encontrarme con sus ojos después de abrirlos.. su mirada calentaba mi sangre y me sentía rara estando ante el.. es sexy y muy muy guapo.. recordé un poco el pasado y suspire pero deje que los fantasmas se fueran de mi lado.. y me concentre en lo que estaba hablando con este chico.
-Para mi también es un placer Alexander.. puedo llamarte Alex?-
Lo mire soltando su mano y acomodándome un poco mas en el banquillo, hasta que de sus labios salio una pregunta que no sabia como contestarla bueno si... pero no se si debía contarle a un extraño mi situación.. mire a otro lado y bebí un trago mas de mi bebida mientras acomodaba un mechón de mi cabello sobre mi oreja.. respire profundamente y al girarme a verlo.. evite que mi mirada y la de el se encontraran .. se que puedo saber mentir pero mis ojos no son los mejores actores de este mundo..
-No.. en realidad solo me escape de el.. quería respirar un poco.. -
La palabra libertad quería emerger de mis labios pero en realidad era libre desde que había dejado en el pasado a Caleb.. le sonreí un poco y no sabia que hacer.. estaba poniéndome nerviosa.. no soy de las que tenga muchos amigos hombres.. y el único había terminado siendo mi "novio" ... Sacudí un poco la cabeza espantando esos fantasmas y bebí un poco mas de mi margarita, así que pensé en que podría devolverle la misma pregunta a el..
-Pero de seguro que el "amigo" que esperas es tu novia no?-
Sonreí tímidamente y mas rubor lleno mis mejillas creo que había sido muy atrevida a ser tan directa con mi pregunta así que trate de corregirla..
-Bueno es que un chico como tu debe de tener novia -
Quería meter mi cabeza dentro de mi copa y no salir de ahí.. creo que esto de ser antisocial no me estaba ayudando mucho.. quería decirle que olvidara mi pregunta que no me la respondiera pero no podía no se que diantres me estaba pasando pero en un momento me sentí muy nerviosa y mi mente comenzaba a jugarme malas pasadas.. ya sabia que sus labios eran suaves.. los había sentido cuando el me beso el dorso de la mano.. pero porque me estaba preguntando ¿Como se sentiría besarle los labios ? O_O!!

Asentí en cuanto me preguntó si podría llamarme Alex. En realidad no me importaba cómo quisiera llamarme. Esta probablemente fuese la última noche en que la vería. Sonreí. - Puedes llamarme como tu quieras, preciosa. - respondí.
Me levanté de mi taburete y ocupé el sitio "ficticio" de mi compañero. Ese que había muerto esta mañana y que no iba a venir.
En cierto modo esta noche olvidaría mis penas. Trataría de ahogarlas entre alcohol y sexo. Sería un buen modo de rendirle un homenaje a mi amigo demonio. Sentía que me excitaba solo de pensarlo.
Tenía planes para ella. Planes para ambos. Y desde luego no iba a dejarlo pasar. No esa noche.
Con su respuesta no supe si interpretar si estaba soltera o no. De todos modos no me importaba. Por mi bien podía estar casada. Esta noche me la tiraría. No querría saber más nada de ella en cuanto su alma me perteneciese. Mientras tanto. Jugaría con todas mis cartas. Sería todo un buen samaritano si era lo que ella deseaba, sólo por cumplirle el gusto. Sería el chico más agradable del lugar, aunque en realidad fuese el más capullo de la ciudad. Pero esta noche. No se me resistiría.
Entonces ella me contó su estúpida teoría. ¿Novia? Tuve que luchar por contener la risa. ¿Desde cuando alguien como yo tenía novia? Si acaso debería tener más de una. Propuestas desde luego no me faltaban. Pero yo era partidario de ser todo un picaflor. Me gustaba ir de flor en flor. Probando mujeres. Saboreandolas. Haciéndolas sentir como ningún otro podía hacerlo.
Eso era lo que hacía y eso era lo que me gustaba. Nada podía cambiar eso.
Negué con la cabeza antes de hablar. - En realidad no tengo novia. Debo ser realmente feo... - digo frunciendo el ceño - pero en realidad nadie se fija en mi. - Sonrío- Bueno, tal vez sí, pero yo nunca presto atención a esas cosas.
Yo sólo busco una chica que me haga sentir infinitas sensaciones. - Me acerco más a ella. Mucho más. Cortando las distancias y aproximándome demasiado a ella y a su cálido cuerpo. Puedo sentir como su pulso y el ritmo cardíaco se acelera en cuanto me acerco a ella. Le gusto. No puede negarlo. Sonrío. - Sensaciones como las que he sentido cuando besaba tu mano. - digo, tomando su muñeca entre mis manos, con suavidad, y acercándola de nuevo a mi boca. Pero esta vez no beso su palma. Pongo su mano hacia arriba y beso su muñeca. Su pulso se vuelve loco. - Es una pena que tengas novio.. - menciono de pronto soltando lentamente su mano. Y esperando su reacción.

Mi cabeza seguía y seguía midiendo como serian sus labios en los míos.. me había recargado en la barra para no caerme porque los nervios de su presencia me estaban traicionando, trate de no cruzar la pierna, mi mini falda podría dejar ver algo mas de lo que en realidad quería mostrar.. ahora me debatía en porque me había puesto algo tan sugerente.. respire un poco a lo bajo intentando que no se notara que cada vez el ardor en mis mejillas se hacia mas y mas fuerte, pensé en beber mas de mi copa pero ya había bebido una y no sabia si podría resistir mas bebidas.. creo que solo una vez me había puesto borracha D:, baje una de mis manos para asegurarme de que la falda aun siguiera en su lugar y para poder sentirme agarrada de algo, aunque ese algo fuera la minifalda que portaba, regrese mis ojos a los suyos y creo que fue el mayor error que había podido cometer, porque al mirarlo sentí que no podía respirar.. su respuesta a como podría llamarlo hizo mas grave el asunto yo ya estaba demasiado agitada como para dejar pasar el tono de su voz..
Espera O_O!! pero le dije que tenia novio no?... porque me habla así..? las preguntas se arremolinaban en mi mente y no me dejaban responder ninguna de las miles que ahí se hallaban. Preste atención después de algunos segundo para escuchar lo que decía de estar feo y solo, sonreí un poco por nervios porque no es feo, para nada feo y no podía creer que no tuviera novia, así que me puse algo seria y suspire sin remedio y cuando iba a decirle que no era feo y que de seguro estaba solo jugando conmigo.. el sujeto mi mano y la beso, cerré mis ojos.. el no veía verdad? porque estaba inclinado besando mi muñeca.. y sus palabras iban dando mas y mas vueltas en mi mente.. el sabia que había sentido algo con su primer beso... ¿Acaso el también lo había sentido? la idea vago por lo largo de mi mente se pavoneo diciendo que el sentía algo por mi.. hasta que la idea se detuvo y se desplomo al igual que mi mano cuando se lamento por mi situación sentimental..
-No...-
Dije en un balbuceo cuando el se retiraba de mi lado y trague saliva para poder decir algo mas que un monosílabo..
-Lo siento.. creo que debí de decirte la verdad solo.. que..-
Me mordí el labio y mire mi copa como para buscar algo mas que decirle, pero solo se me ocurría decirle que tenia miedo que quisiera abusar de mi.. pero en realidad era miedo a eso? O_O!! respire un poco mas y levante la cara para mirarlo, debía tomar valor para hablar con un chico guapo.. aunque desconocido.. no siempre estaría encerrada en el colegio.. sin mirar mas que a mis compañeros o si?, pero que podía decir?... solo me quedaba cambiar de tema..
-Que es lo que bebes tu y tu amigo ?-
Relaje los hombros y sin querer me encorve un poco apenas milímetros como si un peso de encima se me hubiera quitado, aunque no se si en realidad el me contestaría.. o se aferraría a la conversación anterior..

Trato de hacerme el ofendido. Almenos en cierto modo. No quiero parecer mala persona. Quiero que confíe en mi. Que me crea un tipo bueno, no quiero que piense que voy a aprovecharme de ella, aunque ese sea mi verdadero propósito.
Decido responder a sus palabras. Al parecer no tenía novio. Sólo había sido un modo de hablar.
- Así que me has mentido... te entiendo.. no hay que fiarse de un desconocido. Me has visto y has pensado lo peor de mi. - suspiro - quizá habrás pensado que soy un borracho, por eso pido dos copas, pero en realidad no estoy aquí para aprovecharme de nadie, mucho menos de una mujer. Nunca he necesitado hacerlo - eso si que era cierto. Jamás me había visto obligado a tener que forzar a ninguna chica, ellas solitas caían. - pero estoy aquí porque mi mejor amigo ha muerto hoy, solíamos venir y beber esto. - le muestro mi vaso. - Soy un imbécil. Este sitio es para él. Es como si se lo estuviese reservando, como si esperase verlo entrar por esta puerta dentro de un rato. - niego con la cabeza. - Parece que estoy loco. - Suspiro. Ella muestra un semblante mucho más triste. Al parecer ya he causado el efecto deseado. - ¿Qué tal otra copa? Necesito olvidar este horrible día. - ella asiente. Le pido al camarero de nuevo una ronda. No tarda en servir. Mejor así. Me bebo un sorbo del licor que acaba de servir y sonrío. Me acerco más a ella. Mi cercanía es demasiada. Pero ahora no me ve como una amenaza. Casi puedo afirmarlo. Siento mi excitación rozar la tela de mi pantalón. Mi miembro reprimido reclamando libertad, deseando poder desnudarla y hacerla mía. Oh sí! Me encantan las niñas dulces e inocentes. Ingenuas. Son las que más te hacen disfrutar y son las que tienen las almas más puras e increíbles. Casi lograba excitarme más sólo con pensar en ello. Decidí charlar con ella durante un rato. Y en realidad pasaron horas.
Estuvimos un par de horas en el bar, charlando de nimiedades, contándonos nuestra vida , yo almenos la parte que sí puedo contar, y contando cosas absurdas. El alcohol comenzaba a causar efecto en ella. Sus pómulos estaban ligeramente sonrosados y reía por cosas ridículas. Admito que yo también estaba un poco afectado por la cantidad de alcohol que había ingerido, aunque no era suficiente como para terminar demasiado mal. Sólo tenía esa chispa divertida. Decidí actuar. No debía ni podía esperar más. (Mi cuerpo y mi excitación me apremiaban para que fuese cuanto antes). - Tienes una pestaña.. - susurré mientras acariciaba su mejilla como si tratase de quitar la pestaña que se le había desprendido y entonces ella se quedó muy quieta, mirándome fijamente, ruborizandose al sentir mi tacto en su piel, y fue entonces cuando actué. Lentamente fui agachando el rostro y fui consciente de como ella sabía lo que iba a pasar. Iba cerrando sus ojos lentamente, hasta que mis labios atraparon su labio inferior, delicadamente. Lo mordí con suavidad, para después convertir ese suave y delicado roce de labios en un beso salvaje y apasionado. Introduje mi lengua en su boca, y me enzarcé con la suya en una disputa apasionada luchando por saborear cada parte de su boca. Nuestros alientos se mezclaban. Su sabor me embriagaba y su dulzura casi quemaba mi oscura alma.
Mi miembro se excitaba cada vez más. De haberme tocado lo habría notado demasiado. Pero la inocencia estaba de su lado. No lo haría. No de momento. Lentamente llevé una de mis manos a sus cabellos, enredé mis dedos en ellos, hasta que después decidí recorrer su espalda, por encima de su blusa. Lentamente mis manos descendían hasta llegar al final de su espalda, y terminar rozando levemente su trasero. Joder! Quería hacerlo con ella ahora mismo. De hecho, la mesa de billar resultaba una buena opción. El bar estaba casi vacío y el camarero medio dormido. La idea me excitaba.

Me abrió su corazón... sentí al inicio como lo hice sentir mal.. pero después sentí una enorme tristeza por la muerte de su amigo.. quise decirle (Lo siento) pero no pude no era capaz de hablar después de que había metido de ese modo la pata... negué varias veces a lo que el decía.. a algo como "estoy loco" y quería consolarlo.. hasta que su presencia se acerco mas a mi.. suspire su aroma es hermosamente masculina, me sorprendí de haber captado ese aroma en el y mis ojos se fijaron en los suyos.. una nueva ronda de copas llego a la barra y el me miraba de ese modo que te hace sentir tan extraña pero hermosa.. me contó de su vida y yo un poco de la mía.. nada interesante.. colegio, poco amigos y ningún novio... pero después comenzaron las bromas.. algunos chistes, hasta mi intento de contar uno donde un pollito miraba la rueda de los pollos rostizados.. soy malisima para contarlo.. pero creo que el se reía por que las copas ya iban subiendo a nuestras cabezas.. me sentía mareada muy emocionada y eufórica.. sabia que la bebida me estaba afectando.. pero el me da esa confianza de sentirme protegida.. el bar iba poco a poco quedando con poca gente.. en parte porque era día de cierre temprano en ese bar.. las 2 am y eso ya habría cerrado... intente mirar mi reloj.. no quería que el tiempo avanzara aunque me apenaba confesar que deseaba conocerle mas.. se acerco a mi y me quede helada, mirando como su mano se acercaba mas y mas y yo sentí ese deseo de sentir sus labios.. lo mire a los ojos y después sus labios estaban en los míos.. aun seguía congelada pero mis labios y mi lengua no lo estaban, correspondieron con rapidez a los suyos, sentí sus manos recorrerme la espalda.. y mi corazón se disparo a mil por hora y mis manos no pudieron quedarse quietas.. subí mis manos a sus hombros clamando su cercanía, una de mis manos impaciente llego a sus cabellos y enrede los dedos en el.. mientras mi boca le respondía a la suya y mi cuerpo.. intentaba no dejarse llevar por el calor que se extendía en todo mi interior.. ya no escuchaba ruido a nuestro alrededor.. me puse nerviosa de pensar que alguien pudiera ver a mal lo que estábamos haciendo así que comencé a disminuir un poco la intensidad del beso.. sujete sus hombros apretando su playera hasta que pude separar a regañadientes mis labios de los suyos.. respire profundo.. y me sonroje como una colegiala..
-Lo... Siento..-
Me estaba disculpando O_O!! pero el fue el que me había besado.... Mire a todos lados en busca de alguna mirada que me recriminara mi comportamiento.. pero ya solo estaba el cantinero y nosotros dos.. no supe cuando salio la de mas gentes.. mordí mi labio sin saber que lo hacia y lo mire aun son el corazón palpitante por la adrenalina de aquel beso.. agache la mirada.. y trate de no pensar en nada mas que en decirle que tenia que irme.. ¿en verdad quería irme?.... tome la margarita y bebí aun sin poder topar mis ojos en sus ojos.. pero cuando deposite la copa.. lo mire.. y de pronto perdí toda realidad... la barra se había quedado sola.. y el cantinero.. no se veía por ningún lado.. el me había dicho que no me disculpara que no había sido mi culpa.. y escuchar de nuevo su voz.. causo algo en mi cuerpo... me incline un poco... y como una niña.. acerque mis labios en espera de que volviera a besarme,... el se me quedo mirando y comprendí que había sido muy niña para esperar que un hombre como el repitiera el impulso que lógicamente había sentido por el alcohol.. me puse mucho mas roja de lo que había estado en mi vida.. y me baje del banco.. nerviosa sacando mi cartera de la bolsa.. apenas podía maniobrar mis movimientos, los nervios me dominaban, deje un billete no me fije bien si pagaba lo que me había bebido o no...
-Gracias me la pase muy bien-
Dije atropellando las palabras y me gire para poner pies en movimiento eh irme de ese lugar.. me sentía muy nerviosa pero.. excitada.. endemoniada mente excitada, el color de mis mejillas no se enfriaron ni al salir al frío de la madrugada.. quería dejar de ser tan niña como para sonrojarme por cualquier cosa y ahora había parecido una tonta ante ese guapo chico.. me maldeci varias veces en voz baja intentando calmar a mi corazón aun muy emocionado por aquel beso..

No me costó besarla. Y a pesar de que mi intención anterior sólo había sido seducirla y tratar de conseguir algo de ella. Esto parecía diferente. A pesar de ansiar su alma más que nada en ese momento, descubrí que la ansiaba a ella. A ella por entero. Completamente. Quería hacerla mía y no quería esperar. El impulso, las sensaciones, el deseo, la excitación, todo se veía incrementado a causa del alcohol y de su inocencia, la cual lograba excitarme por completo.
En cuanto estuve lo suficientemente cerca de ella, atrapé sus labios y la besé. Primero pensando y creyendo que la muy santurrona no correspondería a mi beso. Virgenes. Siempre poniendo pegas y excusas. Pero no fue así. Lo cual me sorprendió gratamente.
Correspondió a mi beso, de un modo apasionado y sincero. Como si de verdad desease besarme. Como si quisiera complacerme.
Sonreí. Eso quería. Eso me gustaba. La miré a los ojos justo en el instante en que nuestros labios se separaron, al parecer a regañadientes ya que, ella ni siquiera había sido capaz de soltar mi camiseta. Le había costado trabajo deshacerse de nuestro beso. Quería más. Podía notarlo. Recobramos el aliento. Aunque yo en realidad no lo necesitaba. Se disculpó por aquello.
Eso me hizo gracia. Humanos. Se disculpaba por algo que ni siquiera ella había iniciado. ¿Porqué podía disculparse? ¿Por ser bonita atrayente y adictiva? No era su culpa.
De pronto fue ella quien se acercó a mi. Dejó muy cerca sus labios de los míos tal vez tratando de conseguir que la besara de nuevo. Pero no. No tendría esa suerte. Puede que sea un poco cabezota y raro pero, sólo lo hago cuando yo quiero. Cuando soy yo quien da el primer paso. No me gusta que nadie me bese o me toque. Soy yo quien lo hago.
Entonces creyendo verse rechazada se disculpa de nuevo, comienza a recoger sus cosas y se aleja de mi. Me lo pienso. Y en realidad no tardo en decidirlo. A fin de cuentas, ella y yo estamos solos aquí. El camarero estará drogándose en el almacén, y supongo que le llevará su tiempo. Además, siempre puedo matarlo o hacer que olvide. Pero no estoy dispuesto a dejar que se vaya. No todavía. No voy a forzarla. Sé que ella misma se dejará. Pero soy consciente de que para ello debo ser dulce. Comportarme de modo apropiado. Aunque sólo sea simple apariencia. No soy estúpido. Sé que es virgen. Esas cosas se saben nada más ver a las mujeres. Por tanto no me entregará su virginidad a menos que yo me lo gane. Y lo lograré. Esta noche será mía. Y ni siquiera será consciente de ello. Una vez lo logre, conseguiré su alma y será mía por toda la eternidad.
- Espera ... - susurro. Y antes de que dé un paso más ya la he agarrado por el brazo. La atraigo hacia mi con algo de brusquedad. Su bolso cae al suelo. En cuanto su cuerpo y el mio quedan completamente juntos (tanto que estoy seguro de que puede sentir mi excitación casi tanto como yo siento el roce de sus pezones en mi pecho) pongo mi mano en su nuca y atraigo sus labios a los míos. No tardo en besarlos. Y me aprovecho de ellos. Los beso con ternura y dulzura, con suavidad, pero lentamente el beso coge fuerza y se transforma en algo pasional. Brutal y explosivo. En algo real y necesario para ambos.
Entonces llevo mis manos a su cadera, descienden levemente por sus muslos, se cuelan por debajo de su vestido y una vez las tengo allí la tomo en brazos subiéndola a una de las mesas que hay junto a la barra. Aparto con mi brazo las cosas que hay sobre ella, haciéndolas a un lado, algunas caen por el suelo. Pero no me importa. Mis manos ahora recorren su espalda. Sus piernas apresan mi cintura. Sigo besándola. Como si no fuese a hacer otra cosa. Pero por extraño que parezca, ella sabe lo que quiero. Y va a dármelo. Por propia voluntad. Como si ella misma lo deseara. Como si me desase.
Desabrocho con lentitud la parte de atrás del vestido, bajando lentamente la cremallera. Una vez lo consigo levanta sus brazos y la ayudo a sacarse el vestido. Ya solo queda desnuda frente a mi, apenas cubierta por fina lencería francesa de color morado. Me gusta. El encaje es mi pasión. Acaricio su espalda pero todavía no la desnudo por completo. Quiero que ella me desnude a mi. Necesito que se atreva a hacerlo. Debe perder la vergüenza, soltarse. Si hace falta le daré alguna de las drogas que traigo, de esas que sólo nosotros los demonios consumimos. Soy consciente de que si se la doy probablemente me pida sexo toda la noche de manera desesperada. La calentura que provocan esas pastillas es brutal. Sólo espero no verme obligado a recurrir a eso.

Mis paso son o pretenden ser seguros cuando doy marcha hacia la salida del bar.. solo sin nadie mas que el y yo.. me sentí mareada inestable pero intentando que no se notara en lo mas absoluto.. cuando casi cruzo la puerta su mano me sujeta y le hace regresar.. es un alivio su tacto.. su fuerza porque gracias a ello no caí contra el piso... sentí su cuerpo y el mio, sabia de sensaciones.. había estado apunto de hacerlo con un chico del Colegio.. pero no había podido llegar mas lejos de solo una frotada sobre la ropa... sabia de cosas que se hacían.. cuando se estaba con un chico.. lo había visto en las películas que mis amigas ocupaban como maestros particulares para no parecer vírgenes.. (aunque aun lo eran ), el rubor apareció de nuevo por toda mi cara y mi corazón se acelero a mil por hora ante su presencia.. sus ojos me hipnotizaron.. y mi respiración era agitada.. nerviosa como estaba no dejaba de temblar.. tal vez solo yo sentía ese ligero temblor que recorría mi cuerpo cada que su miembro rozaba mi cuerpo.. cerré los ojos.. los apreté hasta que sus labios llenaron los míos y mi cuerpo se sintió lánguido.. como si flotara entre nubes.. al inicio me quede estática pero después mi boca contesto a la suya.. y no deje de besarla.. Sus manos me acarician gemí.. o eso pensaba que era un gemido.. muy leve apenas como un suspiro largo pero con sonido propio.. su tacto sobre mi piel es fuerte profundo, acelera el beso y lo vuelve apasionado con un deje de necesidad, aprieto mis ojos cerrándolos con fuerza... iba a entregarle todo a el?... quince negarme.. separarme de el.. pero sus manos me elevaron y me sentaron sobre una de las mesas del lugar.. no era yo misma no la que solía ser.. me habían acabado de romper el corazón y como lo resolvía ? liándome con un buenorro.. que besaba como los dioses?.. de nuevo intente que mis manos empujaran su pecho.. pero solo logre que sujetaran su camisa.. para después buscar los botones de la misma.. con una torpeza imposible.. de creer..
Pero mis piernas si sabían lo que querían.. mi cuerpo se calentaba cada vez mas y mis piernas envolvían su cuerpo.. con firmeza.. separe mis labios de los de el.. quería aire de nuevo.. mi corazón seguía esa aceleración que era dolorosa pero increíble a la vez.. abrí mi boca intentando decir NO.. pero el la sello con un nuevo beso.. igual de intenso.. sus manos me despojaron del vestido.. la sensación de sus dedos deslizando el cierre del vestido.. me había causado un escalofrió que derretía mi cuerpo.. alce mis manos en un acto- reflejo.. mis bragas húmedas y mi sostén quemaba mi piel.. lo deseaba?... es eso lo que pasaba.? deseaba que este desconocido me poseyera.?.. negué un poco con la cabeza pero sus labios son los mejores en esto..
Logre desabotonar su camisa con dificultad.. y la abrí dejando de lado sus labios por un momento.. me puse aun mas roja.. pero mis ojos se fijaron en su torso.. y mis manos temblorosas lo recorrieron.. me quede helada ante la firmeza de sus músculos y de pronto no sabia que hacer.. lo mire a los ojos con el temor dibujado en el mio.. no sabia si estaba encontrando alivio al mirarlo.. o solo mas miedo de lo que estaba pasando..
-A....alex-
Logre decir con dificultad.. mirando a todos lados.. y subiendo una de mis manos a mi pecho, cubriéndome pudorosa mente, aunque deseaba saber que se sentía tener sexo, me mordí el labio de miedo.. inseguridad y deseo.. seguí mirando el lugar, estaba vació pero la puerta estaba abierta a cualquiera que fuera entrar... y donde estaba el cantinero?, no lo podía ver por ningún lado.. mi mente se estaba aclarando.. sin sus labios ese poder de el que hacia que me olvidara hasta de mi nombre parecía desvanecerse o era simplemente mi concepto de sentirme amada.. mas que deseada..
-No puedo hacerlo...-
Suprimí la palabra "Aquí" deseaba pronunciarla pero.. a la vez quería seguir siendo yo.. la estúpida que se enamora de un chico guapo.. para después darse cuenta de que no es lo suficientemente hermosa como para hacerlo quedar a su lado.. Cerré los ojos y una lagrima sin querer salio de ellos agache el rostro escondiéndolo de su vista, no quería ser una niña y lo estaba siendo.. intente que no se diera cuenta y esperaba que el jamas hubiese notado la lagrima..

Cuando creía que todo iba bien. Cuando me parecía que las cosas incluso resultaban más fáciles de lo que había pensado, entonces todo se jodió. Parecía como si su cuerpo tuviese el botón en el que puedes pulsar el modo "santurrona" y así se puso. No quería hacerlo. Después de besarme deliciosamente bien, de excitarme hasta el punto de sentir mi miembro a punto de reventar mi bragueta, entonces viene ella y dice que no. No se puede hacer eso. No a alguien como yo. No se puede calentar algo si luego no vas a comértelo. Así de simple. Y no me iba a quedar con las ganas. No esta vez. No ahora que sí lo deseaba.
Quería su alma, pero ya no era sólo eso lo que deseaba. Quería su virginidad. La cual significaba poder para mi. Me demostraba lo capaz que era de tener cualquier cosa y lo bueno que podía ser utilizando a la gente. Quería dejar claro que Alex Markov no era cualquier demonio de bajo rango. Era poderoso. Y era capaz de conseguir cualquier cosa.
Ella miraba en todas las direcciones, y en cierto modo pude intuir que no se trataba de mi. En general el sitio no le gustaba. Probablemente para alguien tan inocente hacérselo en un bar no era lo más adecuado. Además, el hecho de que el camarero siguiese por ahí, a parte de hacerlo más excitante, almenos para mi, para ella lo hacía más cohibido.
Me separé un poco y traté de ocultar una pequeña sonrisa cuando vi que parecía fruncir los labios en una mueca, como si detestase en el fondo que yo me alejara de ella.
Traté de tomar el papel de buen samaritano y hacerme el inocente. A fin de cuentas yo era todo un ángel. ¿no?
- Lo siento - dije con ojos tiernos - no quería.. bueno sí.. bueno en realidad... lo siento. No quiero que pienses que quiero aprovecharme de ti. Supongo que ha sido el alcohol, yo... - no sabía qué decir. No sabía cómo continuar la frase. - Mira.. qué te parece si te vienes a mi casa.. vivo cerca de aquí, podríamos tomarnos una última copa y ver una pelicula. Nada grave. Sólo para conocernos más y pasar un buen rato. - Claro. Sobretodo buen rato. Pero en mi cama. Atada en ella y haciéndote mía sin cesar. Ese era el autentico plan. El resto era bonita palabrería.

El corazón me latía a mil por hora, sentía mis manos sudando con el nervio de haber echado a perder la noche, no es que anduviera por ahí buscando algo mas que un par de tragos, pero... tampoco deseaba hacerle el feo a un chico como Alex.. me sonroje de pronto pensando en lo que casi iba a hacer esa noche y relaje un poco los hombros y limpie la lagrima con el dorso de mi mano mientras miraba a otro lado para que el no lo notara, afuera alguna gente pasaba por el lugar y rezaba por que no entraran en el bar que ya casi estaba cerrado, el aroma a bebidas pero mas ese aroma que había percibido mientras Alex me acariciaba pensé que podría olerlo la demás gente... y por un momento me sentí posesiva con el.. moví un poco la cabeza el breve silencio no ayudaba mucho, pero cuando volvió a hablar cuando su voz sonó pude sentirme atraída de nuevo a el, gire la cabeza mirándolo a sus ojos verdes penetrantes y sentí que me perdía dentro de el, sus palabras eran sinceras no quería hacer aquello y bueno.. yo si deseaba aunque no sabia como, el rubor fue subiendo y me odie por no poder solo dejar que esa sensación se tundiera en mi y no dejarme ver como la chica primeriza que soy, no quería pensar en algunas veces cuando estuve apunto...... volví a perderme en sus ojos y con una extraña emoción dije SI a lo que el estaba diciendo...
-Si.. -
La pausa parecía interminable pero creo que apenas habían sido unos segundos cuando seguí respondiendole..
-Breo que si es una buena idea.. me .. me gustan las películas-
Le sonreí, aunque muy tenuemente, y no sabia que mas hacer.. caminar a la salida?.. o esperar a que el me guiara?... hasta que recordé que aun no pagaba lo que me había bebido así que tratando de no tropezar por esa sensación que mi cuerpo sentía al pasar cerca de Alex.. me asome acerque a la barra asomándome por encima y en espera de ver si se notaba al cantinero por la puerta, no parecía salir así que gire a ver a Alex..
-Deberé dejar sobre la barra lo que eh bebido?-
En realidad no salia mucho y menos a bares.. así que bueno.. esperaba no estar diciendo tonterías.. mire la cara de Alex eh intente no fijar mis ojos en el de nuevo, algo había en ellos que no me dejaban de parecer extraordinarios..

- Oh! no te preocupes ahora por eso. - menciono con una amplia sonrisa. Saco mi cartera, y dejo uno de los billetes sobre la barra. Por el olor, gracias a mis desarrollados sentidos, sé que el dueño acaba de morir. Probablemente haya ingerido más droga de la que su cuerpo podía asumir. Pongo los ojos en blanco en cuanto pienso en ello. Al parecer este bar no volverá a abrir.
La rodeo por la cintura en un gesto natural. Sé que probablemente está algo mareada, así que no quiero que se tropiece.
Hoy es mía. Y quiero que se encuentre en perfecto estado para mi.
Subimos las escaleras. Sonrío de oreja a oreja. Qué fácil ha salido todo. ha resultado incluso más sencillo de lo que me esperaba. Lo cual resulta más prometedor. Delante de la puerta está mi coche. Un deportivo negro, que, al igual que yo, no pasa desapercibido.
Saco mis llaves del bolsillo, pulso el botón del mando, y las luces parpadean. Abro la puerta para que suba. - Adelante.. - en cuanto lo hace cierro y en un momento soy yo el que está subiendo. Meto las llaves en el contacto, enciendo el coche, las luces, y la música empieza a sonar. Algo tranquilo. Clásico. Soy un poco convencional. Piso el acelerador a fondo y me alejo de allí en dirección a mi apartamento. Almenos a uno de tantos que tengo en la ciudad.
Cambio de marcha, y en vez de dejar la mano en la palanca de cambios, la llevo a su rodilla. La dejo allí, como quien no quiere la cosa. Se pone nerviosa. Puedo escuchar el fuerte palpitar de su corazón. Sonrío. Me encanta causar esa sensación.
Tengo ganas de subir la mano, de deslizarla por el interior de su pierna, hasta llegar a sus muslos. Pero me contengo. Me resisto. Si quiero que me dé lo que necesito tendré que ser cuidadoso y portarme "bien" con ella. Eso es lo fundamental.
Fijo mi vista en la carretera, diviso las luces del edificio en el que vamos a pasar la noche. Aparco frente a la puerta, no me molesto en apagar el motor, el aparcacoches aparece, le dejo el coche en sus manos..
- Buenas noches señor Markov - saluda. Le respondo con una ligera sonrisa. Abro la puerta de mi acompañante para que venga conmigo. Ofrezco mi brazo como todo un caballero, para que se agarre a mi. En cuanto lo hace subimos los pequeños escalones. Abro la puerta. Pasamos el portero nos saluda. Un tipo afable. Al que algún día le sacaré el alma y me apropiaré de ella.
Subimos en el ascensor. Y no puedo evitar querer hacerlo allí con ella. Pero inspiro hondo. Me recuerdo a mi mismo que es virgen. Que quiere ir despacio y que tendré que hacerlo si quiero conseguirlo todo de ella.
En cuanto llegamos al apartamento dejo que pase. Echa un vistazo y sonrío. - Soy un poco extravagante.. - murmuro. Mi apartamento es bastante moderno y tiene un toque bastante característico. Se sienta en el sofá, me pongo frente a ella de pie. - ¿qué tal una de miedo? - pregunto. Mejor una película en la que se tenga que abrazar a mi, pienso.

Me apeno que el pagara mi cuenta pero le agradecí tratando de sonreirle lo mas ampliamente, me tome de su mano, estaba un tanto mareada por no tener esa experiencia de beber.. su auto es fantástico increíble y lo mire por completo como si jamas me hubiera subido a uno, después de unos segundos me senté pegada un tanto a la ventana pero.. es tan cómodo el auto que no podía estar tan rígida como lo estaba, me deje caer sobre el asiento y sin notarlo mis piernas se inclinaban un poco hacia donde el estaba, no me percate de eso, hasta que su mano toco mi pierna, suspire bajo y me sentí completamente nerviosa.. su tacto cálido y fino.. me hizo estremecer... pero trate de mantenerme quieta sin retirar mi pierna del lugar.. Al llegar el enorme edificio era de categoría.. me recordó mucho a el Edificio Edison.. parte del corporativo de mi padre, alto y lujoso.. subí a su lado.. un señor joven y muy amable nos atendió.. en el elevador.. se sentía un ambiente cálido pero escalofríos recorrían mi cuerpo.. aun no sabia como es que me había atrevido a venir con un desconocido.. como es que había casi tenido sexo en un bar con el.. suspire estaba muy nerviosa de lo que estaba haciendo y mas porque jamas había pasado de besos y caricia con mi ex... respire profundo cuando vi como abrió la puerta y las cosas que el tenían era hermosa.. me sentí un poco mal porque se notaba la categoría que tiene Alex.. mire los cuadros los muebles y hasta la tenue y hermosa iluminación del lugar
-Es hermosa tu casa..-
Susurre no muy bajo.. y camine hasta uno de los sofás tomando asiento.. y mire su cuerpo frente de mi, recorrí su cuerpo.. hasta su cara y me sonroje un poco.. mientras lo miraba.
-Me dan miedo las de terror.. pero si tu quieres.. yo podría intentar verla.. -
Le sonreí un poco para que no piense que lo rechazo.. cruce mi pierna acomodándola.. y recargándome un poco para destensar me mire fijamente a una de sus pinturas .. que no podía entender pero que no le preguntaría de que se trataba esos colores rojos y negros que parecían simular fuego con algunos rostros o lo que pensaba que eran rostros.. pero siempre me imaginaba cosas de mas así que lo deje pasar... Alex tomo la película y encendió el Televisor como el DVD y la película comenzó.. lo sentí sentarse a mi lado.. pero no muy pegado.. casi una plaza de distancia de mi.. tome un cojín y lo abrace con fuerza pegándolo a mi pecho.. estaba nerviosa su presencia me pone nerviosa.. y aunque no veía completamente la película.. la música que indicaba un momento de peligro y de pronto un grito.. fuerte que me hizo soltar el cojín y brincar hacia donde estaba Alex... de pronto me encontré abrazando a Alex y al subir.. la vista y me tope con esos ojos verdes.. mirándome con una flama brillando en ellos.. me quede boba.. sin hacer nada mas que escuchar mi corazón acelerado a mil por horas.. y mi respiración dificultosa
-A...lex-
Casi era un gemido y un temblor comenzó a subir desde mis tobillos hasta mi estomago y después a mi espalda y por ultimo por mis labios que no querían separarse de ese abrazo... en la televisión seguían los gritos y la voz gruesa y disfrazada del malvado de la cinta pero yo no dejaba de perderme en esos ojos verdes.

Sonrío. Era irónico. Le daba miedo una simple película de terror en la que lo peor que podía pasar era que la gente muriese. Si fuese consciente de que estaba con un demonio y que lo peor que podía ocurrirle era que me hiciese con su alma y decidiese torturarla eternamente... Me doy la vuelta una vez he puesto el DVD en el reproductor. Me siento en el sofá, a su lado. Pero no demasiado cerca. Soy consciente de que ella misma se acercará en determinadas escenas.
No tardo en pensarlo, no pasa mucho tiempo desde que comienza la película. Siento cómo se pone rígida con algunos momentos y veo cómo aprieta con fuerza el cojín, hasta que finalmente no puede más con el miedo que la inunda y decide acercarse a mi y aferrarse a mi brazo. Sonrío y la miro fijamente. Ella alza la vista. Nuestros ojos se encuentran en una mirada intensa y penetrante.
Dudo. Tal vez su conciencia de santa y mojigata la obligue a rechazarme. A pesar de que soy plenamente consciente de que me desea. Aún así, decido actuar. Soy Alex Markov. ¿Qué es lo que puede fallar? Sigo mirándola y lentamente me inclino hacia ella. En apenas unos segundos mis labios están sobre los de ella. Besándola, obligando a los suyos a abrirse, a dejar paso a mi lengua, que lucha por encontrarse con la suya y enzarzarse en una placentera disputa, luchando por saborear cada rincón de su boca.
Su aliento de fresa se mezcla con el mío y en cierto modo me agrada. Es dulce, todo lo contrario a lo que suelo probar por ahí.
Me inclino poco a poco, y hago que su espalda lentamente se recueste sobre el sofá. Mi cuerpo queda sobre el suyo. Me quito la cazadora. Y siento sólo la fría tela de mi camiseta y la suya separar nuestras cálidas pieles. Me pongo sobre ella, apoyando el peso de mi cuerpo en mis brazos, los cuales se agarran al sofá. Comienzo a besar su cuello, muy lentamente, de modo sencillo y tierno. Su barbilla, su clavícula, todo lo hago mío. Y saboreo su dulce y cálida piel. Me estorba su ropa. Quiero desnudarla. Y voy a hacerlo. Muy lentamente. Llevo mis dedos expertos con delicadeza a su camiseta, y comienzo a subirla. Una vez su ombligo queda a la vista ella pone sus manos allí. Como si tratase de pararme. Pero yo no voy a hacerlo. Sigo besando su cuello, comiéndole la oreja hasta que me dedico a susurrar allí con voz muy suave - Shhh... me gustas... no voy a hacerte nada malo... - y de pronto siento que su cuerpo se relaja, logro quitar sus manos de su abdomen, y continúo quitándole la camiseta.
En cuanto logro quitarle la camiseta la dejo caer al suelo. Aparto el cojín y me saco la mía. Mi pecho y mis músculos quedan al descubierto. Quiero que sea consciente de lo perfecto que soy. Su sostén es de encaje, oscuro. Mis preferidos. No voy a romperlo, esta vez no voy a arrancárselo con los dientes. No quiero que piense que estoy desesperado o que soy un bruto. Lentamente la levanto un poco, dejando que mis manos vayan a su espalda y desabrochen su sostén. El encaje roza su piel cuando se lo quito. Sus pechos quedan completamente libres. Se ruboriza. La sangre llega a sus mejillas y eso logra volverme loco. Casi puedo sentir como mi miembro crece y palpita en el interior de mi pantalón. - Eres hermosa... - digo para que coja confianza. No quiero que su timidez lo joda todo. Y además, estoy siendo sincero. Tiene un cuerpo muy bonito. No tiene porqué avergonzarse.
Relamo mis labios y justo después los acerco a su piel. Beso su escote, y lentamente sus senos, hasta llegar a sus pezones. Atrapo uno de ellos entre mis labios. Lo relamo con la punta de mi lengua. Me obligo a no morderlos. No demomento. Poco a poco mi boca va descendiendo a lo largo de su abdomen y su vientre plano. Acaricio su ombligo con mis labios. Hasta que me topo con su falda.
Llevo mis manos a la tela y la deslizo suavemente por sus piernas, hasta que logro quitársela. La dejo caer en el suelo. Solo queda su ropa interior. Todavía no se la saco. Beso su intimidad por encima de la tela. Siento como comienza a mover su cadera. Como excitada. Eso es señal de que le está gustando. Sonrío. Llevo mis dedos al elástico de sus braguitas, y vuelve a tratar de pararme. Mis ojos se topan con los suyos, con su mirada dulce y tímida. - Shh.. tranquila... Necesito que se relaje, que se deje llevar. Tengo que hacerle creer que llegaré hasta donde ella me permita, pero, el punto está en que, sé que me permitirá llegar hasta el fondo. Siempre consigo lo que me propongo.
De nuevo mis dedos rozan la goma elástica de sus braguitas y las hago descender lentamente, hasta que las saco. Las huelo, y el olor que desprenden me encanta. Me vuelve loco y me excita todavía más. El pantalón se está volviendo una tortura para mi pene excitado. Su intimidad, hermosa, depilada, con una pequeña cantidad de vello rubio y fino, casi imperceptible. Me recuerda la inocencia de una joven mujer que va a ser desvirgada en mis manos. Oh si. Sólo de pensarlo se me acelera el pulso. Joder! Bendito milagro! Mis labios vuelven a su vientre, besan su piel, beso sus muslos, y entonces beso su feminidad, lentamente, con suavidad, separo con mis labios sus labios inferiores, y introduzco mi lengua, la muevo, en forma de U tratando de rozar su clítoris y volverla loca. Siento que se revuelve inquieta en el sofá. Fregándose contra él. Sus manos aprietan la tela. Joder! Le está gustando, lo cual me excita demasiado. Succiono su clítoris entre mis labios, y siento que mi miembro palpita y explota de placer. Lamo y beso su intimidad por largo rato, de modos distintos cada vez, siento que se humedece, mi lengua llega al orificio de su cavidad, y puedo sentir el sabor salado de sus fluidos. Llevo dos de mis dedos a mi boca, y los humedezco, después lentamente los introduzco en su interior, moviéndolos con suavidad, primero se asusta. Probablemente tiene miedo de que le haga daño. Pero no. Ella sabe que no. Los muevo despacio, cada vez más en su interior, hasta que siento que estoy tocando su punto G. Sus gritos aumentan, y el tono de su voz de santa ha desaparecido por completo. Le gusta. Y a mi también. Quisiera acallar sus labios con los míos, pero estoy demasiado ocupado sintiendo como su cavidad se cierne entorno a mis dedos. Mueve la pelvis acompasando mis movimientos. Completamente loca. Completamente excitada. Lo está disfrutando demasiado.
Entonces dejo de hacerlo, está lista. Está lista para mi, pero todavía queda mucho más. Antes de que sea penetrada por mi.
La diversión sólo acaba de empezar. El primer paso para una alma pura es pervertirla. ¿Y qué mejor perversión que la lujuria?
Me saco el pantalón y el bóxer, y libero por fin mi miembro de su condenada clausura. Está totalmente duro, erecto, jodidamente excitado. Como yo. La tomo por la cintura. Y hago que se yerga un poco. Tomo su mano y la pongo en torno a mi miembro. Está completamente ruborizada. Asustada. Tímida. Y eso me encanta. En cuanto su mano está entorno a mi pene, hago que la mueva, moviendo la mía sobre la suya, con un lento movimiento que resulta totalmente placentero, le muestro cuál debe ser la fuerza precisa para complacer a un hombre como yo. Después aparto mi mano y ya ella decide continuar. Mueve mi pene, me masturba poco a poco, lentamente va cogiendo confianza hasta que termina por hacerlo realmente fantástico. Aprieto mis labios en una fina linea recta. Joder! La santa lo hace como una auténtica gata. Sonrío. La miro a los ojos.
Ahora quiero que se lo meta en la boca. Eso va a ser más complicado. No sé cómo pedírselo de buenas maneras.
Así que mi mirada lo hace. Estoy seguro de que me ha entendido, porque el rubor vuelve a cubrir sus mejillas. Trato de sofocar una sonrisa. Desde luego. Esta va a ser una de las mejores noches de mi vida.

No supe cuando sus labios y los míos se juntaron y se perdieron en un frenesí delicioso.. mi corazón seguía encendido latiendo con agitación mis manos se fueron a su nuca y lo sujete tenuemente aunque dudando de lo que en realidad estaba haciendo, sus labios son expertos.. lo se, los siento mi boca sede y entrega lo que me pide.. mi lengua le corresponde con timidez, el sabor de el .. de sus labios con la suavidad de los mismos.. me agito un poco ante sus brazos, no es que me quiera ir de ellos pero si necesito un poco de aire.. pero su cuerpo cubre al mio y mi cabeza da mas vueltas que cuando salimos del bar.. lo miro deslumbrada sin poder dejar de sonrojarme.. como se quita parte de su ropa y suspiro... se lo que esta pasando lo que puede pasar.. lo tendría que detener?.. debería decirle que jamas... jamas.. eh hecho cosas de estas? sus labios me besan por las mejillas por mi cuello.. DIOS!!! mi cuello que siempre me deja incapacitada de pensar de tener una reacción coherente, no siento mas que su cuerpo y sus labios besándome y bajo mis manos a los lados.. apretando parte del sofá y cerrando lo ojos, dejándome llevar por el calor que recorre mi cuerpo, pero me quiere despojar de la blusa.. y miro sus ojos.. con algo de miedo.. y mis reflejos hacen acto de presencia me cubro la parte descubierta y el sigue con sus besos y yo me quedo helada sin poder hacer nada mas que cubrirme.. su voz es un elixir que no se como combatir.. porque me debilita el sonido de el.. de su voz.. el alcohol tampoco me ayuda mucho.. pero es mas la sensación la que me hace sentirme así .. flotando.. le creo.. creo que no me hará nada malo.. y es porque creo que en parte lo deseo.. mas de lo que me gustaría poder confesar.. respiro profundo y una lánguida sensación recorre mi cuerpo dejando que mis músculos se relajen.. lo miro desnudarse y mis ojos no dejan de ver su perfecto abdomen pero mas sus ojos verdes... perdiéndome en ellos es como si me hipnotizaran, jadeo un poco mi respiración se hace mas profunda y pesada y es por que me esta quitando el sostén y lamo mi labio inferior.. ahora tengo sed .. sed de besar de nuevo sus labios y perderme en ellos.. mis senos quedan expuestos y el calor sube hasta mis mejillas pero el me tranquiliza es dulce es gentil... creo.. que me ama.. dejo de pensar en eso no quiero pensar en algo que no podría decir a ciencia cierta.
-Eres perfecto-
Me sorprendo de decirlo con una voz sensual.. y suave.. pero los jadeos involuntarios salen de mi boca.. su boca es mágica es divina es única porque no deja de hacerme sentir muy viva, no tengo conciencia solo sensaciones son las que están llenando mi cuerpo.. cada cosa que el me hace cada segundo que el me llena con su piel.. jamas me eh sentido así jamas eh llegado a este punto y no se si disfrutarlo o detenerlo... intento decir que "no" pero no puedo hablar y creo que no quiero que pare.. el aire de su respiración me hace reaccionar cuando su boca pasa por encima de mi pantaleta y muevo mis caderas.. poco a poco.. atraídas por su boca.
Ya no se que esta pasando las sensaciones me confunden el miedo.. la adrenalina.. y esa sensación de vibrar con cada una de sus caricias.. mi intimidad estaba descubierta.. estaba desnuda ante el.. y sus hermosos ojos me estaban causando una terrible corriente eléctrica.. por todo mi cuerpo.. y fue cuando pude sentir.. algo en mi intimidad.. en mi centro y quise levantarme.. es delicioso pero me da miedo..
-Alex..-
Gemí sin querer porque lo que quería era que se detuviera que no me tocara... no es bueno.. no debo.. pero mi cuerpo me no reacciona el quiere mas y yo no puedo detenerlo.. mi cuerpo le responde se entrega por voluntad propia a lo que me hace siento ese calor húmedo entre mis piernas y la textura del sofá a mi espalda.. algo mas pasa.. siento su lengua y su boca acariciándome mi centro.. pero después algo mas firme que entra en mi... mi cuerpo salta brevemente al sentir esa sensación mas firme y menos húmeda dentro de mi.. Quiero gritar pero solo ahogo el grito con un gemido bajo.. se siente bien... demasiado bien aunque arde un poco, y por alguna extraña razón mi cuerpo se aclimata a el.. y se mueve en su búsqueda.. lo necesito.. lo deseo.. relajo mis piernas a los lados.. aunque siento el deseo.. de apretarlas a su alrededor.. pero no lo hago.. siento de pronto el vació.. el ya no esta sobre mi.. su boca y sus dedos ya no me acarician.. cierro un poco mis piernas con timidez, pero mis ojos se abren por completo.. cuando el se desviste completamente.. su miembro OMG!!! su miembro es enorme y duro.. lo veo balancearse un poco hasta que se inclina y nerviosa desvió los ojos de el.. de su cuerpo, su mano se acerca y .. y... Dios! lo toco.. siento el firme y duro miembro en mi mano.. mi cuerpo arde demasiado mi cara debe de estar roja ardiendo por lo que me estoy atreviendo a hacer.. sigo sus movimientos.. y muerdo mi labio tímidamente y sigo son dejar de apretarlo como el me mostró.. siento deseo.. mucho deseo.. de tocarlo.. de probarlo.. y me ruborizo aun mas.. no se que me pasa pero lo deseo.. lo miro a los ojos con una tímida sonrisa y veo que el esta disfrutándolo... entre mis piernas algo arde y se aprieta y distiende.. es mi musculo es deseo?... o necesidad de el? aprieto mas fuerte su miembro y miro como mira mi labio que se relame.. y lo miro de nuevo a los ojos.. el .. el.. quiere.... cierro los ojos y niego..
-Alex.. no..-
susurro sin poder decirlo de un modo que denote mi negación.. y es porque en el fondo lo deseo.. suelto su miembro.. y agacho la cara un momento.. lo escucho decirme que no estoy obligada.. y subo la mirada a sus ojos..
-Yo.. jamas..-
intente decirle que era virgen pero creo que a estas alturas el ya lo sabe, se inclina hacia mi.. y me besa con suavidad los labios.. y me siento segura.. quiero estar con el.. quiero vivir por una vez en mi vida.. se separa de mi y se sienta en el descansa brazo del sofá su cuerpo me atrae su miembro aun esta rígido ante mi.. con ese leve vibrar apenas perceptible.. me inclino.. apoyo mis manos en el asiento del sofá y subo mis rodillas al sofá, me acerco a el.. lo miro a los ojos intentando encontrar algo mas que deseo.. pero solo encuentro confianza.. el sabe que lo haré y creo que lo haré.. dejo caer mi peso sobre mis piernas flexionadas hincada ante el.. y subo mis manos a sus piernas a cada una de ellas.. las aprieto un poco y después subo mi mano hasta su miembro y lo acaricio con suavidad.. mi boca se abre muy poco y llego a la punta de su miembro.. lo beso..abro mas mi boca y succiono brevemente, un suave sabor a sal sale de el.. y lo lamo.. abriendo mas los labios sumergiéndolo un poco mas en mi.. se mueve.. su miembro hace un movimiento suave dentro de mi boca pegando con las paredes interna de mi boca.. aprieto un poco mas y engullo un poco mas su miembro.. me agacho.. subo... me agacho... y subo sobre el apenas ejerciendo una presión moderada.. hasta que sus dedos se enredan en mi cabellos.. no me jala pero su me acaricia.. y siento sus músculos contrayéndose con cada uno de mis movimientos.. me acerco mas a el y mis manos sujetan la base de su miembro.. sintiendo sus testículos moviéndose con cada movimiento que el hace.. mi mano acaricia uno de ellos y la otra sube y baja en contra de mis labios, mas liquido salado sale de el.. y lo succiono con mas fuerza.. ahora deseo besarlo mas que antes.. deseo apretar su miembro rígido con mi boca.. cierro los ojos.. y aprieto mis labios con mucha mas fuerza y mis dientes llegan a tocar la piel de su miembro.. y lo siento estremecerse.. lo miro sus ojos entrecerrados y disfrutando... me sonrojo aun mas y separo mis labios de su miembro.. y me quedo solo mirándolo.. que debo hacer?... mi cuerpo arde completamente y mi cuerpo palpita hasta lo mas hondo de mi ser.. soy virgen.. si.. pero no soy una chica que jamas miro.. una película erótica aunque no se que pasaban bajo los cortes de cámara.. y las sabanas.. pero si puedo ver el efecto que causan mis caricias en el.. me inclino un poco y pego mi pecho a su miembro.. y beso su marcado abdomen.. esta rígido tan duro.. que lo siento entre mis pechos.. cierro los ojos y relamo mis labios.. sujetándome de sus piernas.. siento la piel de su abdomen casa que mi torso sube y baja sobre su miembro..
-No... se que hacer..-
Le susurre a su piel.. sin poder mirarlo.. sintiéndome ardiendo y muy húmeda.. sin comprender como había pasado esto.. la Televisión seguía con la película.. en el momento en que la chica es sujetada por el asesino.. y le murmura algo.. como "No te Va a Doler.." y abrí los ojos.. mirándolo.. sabia poco de la primera vez pero mi amiga Amanda.. me contó que la primera vez que lo hizo .. su novio lo la penetro.. de un modo salvaje y doloroso.. me separe un poco.. no quería sentir dolor.. no quería que el me lastimara.. me quede helada ante el no se si aun sonrojada.. o blanca como la nieve..

No fue difícil. Lo hizo. Y lo hizo mejor de lo que cabría suponer. Me había esperado poca cosa. ¿Qué se puede esperar de una virgen? Pero al parecer no era tan santa como yo creía. Y si lo era, bueno, aprendía bastante rápido. Joder! Estaba tan jodido en ese momento. Tan excitado, que el hecho de pensar que tenía que ir despacio, lentamente, con ella. Me resultaba complicado. Quería poseerla de mil maneras posibles, pero ninguna de las que venían a mi cabeza eran maneras tiernas y dulces. Yo no soy de esos. Yo no hago el amor. Yo solo follo. Tengo sexo, me aprovecho y después desaparezco. Ese soy yo. Así funciono. Pero esta vez trataré de conseguirlo, de calmarme, de lograr mi objetivo. De superar mis propias metas.
Me agarro con fuerza al sofá en cuanto mi miembro está en su boca, lo muevo lentamente ahí, y siento que está a punto de tener alguna arcada. Paro. Dejo que lo haga por si sola. De todos modos resulta realmente fascinante y excitante. Me encanta. Me pone.
En cuanto termina, me mira, con vergüenza, como si ella misma estuviese sorprendida de lo que estaba haciendo hace un minuto.
No sabe qué más hacer. Lo confiesa. Vaya. Una confesión de lo puritana que es. Cada vez me sorprende más. Como si no me hubiese dado ya cuenta de eso... Sonrío con fingida inocencia. La tomo por la cintura. Pesa tan poco que puedo mover su cuerpo a mi antojo. Sigo medio recostado contra el sofá. La siento sobre mi. Mis labios vuelven al ataque, tratando de saborear sus excelentes y exquisitas cumbres. Grandes y suaves. Las masajeo, me deleito con sus pechos. Hundo mi boca en ellos. Paso mi lengua por sus pezones, y joder. Me siento tan caliente que casi resulta doloroso. Tiene que ser ya. Basta de preliminares. Pasaremos a la acción.
- No voy a hacerte daño. Te lo prometo. Si necesitas parar... pararé. Sólo siéntete libre de decirme que te duele o lo que sea. No quiero herirte... - murmuro con toda la voz de ángel que puedo tener.
La tomo por la cintura, colocándola bien sobre mi. Llevo de nuevo mis dedos a mi boca, los mojo y vuelvo a acercarlos a su cavidad. Una vez allí los meto suavemente, pero en realidad no es necesario ir tan suave. Está completamente mojada, lo que facilita en gran medida mis movimientos. Bien. Sólo quería asegurarme. Tomo mi miembro entre mis dedos, y acerco la punta a su cavidad. Lentamente rozo su feminidad con mi miembro, hasta que voy tratando de meterlo poco a poco. Consigo que entre la punta, tomo sus manos entre las mías, entrelazando sus dedos con los míos. Si es necesario que apriete mis manos para sentirse mejor, que lo haga. Y entonces con suavidad, muevo mi pelvis y mis caderas, tratando de penetrarla más hondo. De llegar más lejos. De llegar más a su interior, de llenarla por completo. Lo hago. Y suelta un pequeño grito. No sé bien si porque le duele, a pesar de que estoy siendo cuidadoso, o si porque le está gustando. En este momento no puedo pensar. No quiero saberlo. No quiero entenderlo.
Entonces, comienzo a moverme en su interior con suavidad. Lentamente, suave, profundo, llenándola por completo, mi cuerpo reclama al suyo, como si fuese mía. Como si me perteneciese. Y no dudo que así será. Más tarde. Cuando todo esto termine será mía. Podré utilizarla para cualquiera de mis fines. Y no importará. Porque ella estará tan loca por mi que hará todo cuanto yo le diga.
Mientras sigo penetrándola suavemente, moviéndome en su interior. Acaricio sus muslos. Sus glúteos.
Mis manos suben por su espalda, acariciando su cálida piel. Rozo su silueta con las yemas de mis dedos. Y atraigo su rostro al mío, acercando sus labios a los míos, desesperados por fundirse en un salvaje beso.

Siento un leve temblor que recorre mi espalda y me hace sentir tan niña.. no quiero mirarlo pero sus manos me sujetan me llevan hacia el.. y me estremezco mucho mas.. siento ese miedo de ir un paso mas haya aun puedo detenerlo el es amable.. el el... pareciera que me quiere que me tiene cariño o algo parecido.. no me ha forzado.. se que quiero.. siento en mi interior millones de mariposas revoloteando sin parar con cada palabra que el dice y con cada parte de mi que toca.. asiento a sus indicaciones y cuando me deja sobre de el.. su cuerpo es como de cemento.. tan firme pero suave.. agacho la mirada para evitar sonrojarme al mirarlo.. pero solo consigo ponerme tan roja tan profundamente roja que parece que mi cuerpo arde.. al mirar su miembro entre mis piernas y el.. aprieto mis manos con fuerza intentando detener el alocado bum bum de mi corazón pero no puedo.. es alucinante como me siento.. excitada?.. es eso... siento deseo.. por el.. lo siento en verdad y mi cuerpo no deja duda alguna .. si no no haría nada de lo que estoy haciendo con el.. perdida en mis pensamientos y mis emociones no percibo sus movimientos hasta que sus dedos se introducen en mi... y aprieto los labios con fuerza pero para no gemir.. porque la sensación es única.. arqueo un poco mi cuerpo.. como si me retirara de el.. pero creo que solo logro que me resbale un poco mas sobre el y sus dedos entren un poco mas de lo que a lo mejor el quería.. los retira y respiro un poco mas agitada.. y miro su rostro que me hace notar que hará algo mas.. y bajo la vista a sus manos.. mis manos en sus hombros.. para no caer mas sobre el.. mis pies apenas rosan el suelo.. y me ayuda a no estar completamente sobre el.. pero cuando su miembro entro en mi.. aunque parecía que lo hacia con suavidad en realidad no era así.. un ardor al principio leve comenzó a sentirse en mi interior.. aferra mis manos a las suyas empujando mi cuerpo o al menos intentando alejarme de el dolor.. de ese ardor.. pero.. no podía el es mas alto sus piernas casi me están dejando colgar.. conforme acerca mas y mas su cadera a la mía.. aprieto con mas fuerza su manos no las dejo y cierro los ojos con fuerza pero su miembro esta mas en mi... y esa sensación de ardor es mas y mas fuerte .. mi corazón se exalta bombea con mas fuerza.. siento el calor subir por mis piernas por mi espalda hasta mi pecho hasta mi boca.. y grito.. un grito ahogado en parte por que aprieto mi boca y porque es mas un gemido que un grito.. sus movimientos son suaves y el ardor va convirtiéndose en una sensación cálida y llena de excitación.. siento mi peso vencerme y nuestros cuerpos estar unidos por completos .. sus manos aun me sujetan pero quiero abrazarlo.. quiero sentir su cuerpo.. no quiero estar lejos de el..
-Te.. te necesito.. abrázame.. por favor..-
Soy una tonta.. una niña .. pero quiero sentirme amada.. quiero sentir que alguien me quiere.. no quiero sentirme así.. sola.. no estando con el.. no sintiéndolo.. no entregándole mi virginidad... logro tomarlo por el cuello y pegarme a su torso.. sentirlo cálido.. y sentir como es que mi pecho se hunde y alza aceleradamente con cada movimiento de ambos.. mi cuerpo contesta.. se mueve contra el de el.. la sensación se ha ido.. ya no arde.. aun es cálida.. pero ahora.. es mas llena de adrenalina que de dolor.. abro la boca.. necesito aire.. quiero besarlo.. pero no se donde esta, aun mis ojos están cerrados apretados.. mero mis dedos sienten su cabello.. y por reflejo abro los ojos para mirarlo para llenarme de sus facciones de sus hermosos ojos verdes.. tan profundos tan únicos.. sus labios se acercan a los míos.. y los recibo con deseo un deseo por fin liberado.. mis rodillas se recargan en el sofá.. a cada costado de su cuerpo.. y me siento mas segura.. algo donde poderme recargar.. y mi cuerpo le corresponde.. siento mis caderas moverse contra la de el.. y mis labios comiendo de los suyos.. y mis manos enredadas en su cabeza.. con mis dedos sin querer despegarse de su cabello.. cierro los ojos.. y me dejo llevar por la sensaciones por ese cosquilleo que va desde mi vientre hasta mi sexo y esa electricidad que recorre cada punto que sus manos tocan en mi.. jadeo gimo con sus movimientos en mi.. y bajo mis manos en busca de algo mas de donde sujetarme.. sus hombros son mi mejor opción siento su duros músculos y aprieto mis manos contra el.. sintiéndome débil con cada contacto de nuestros cuerpos.. no se si moverme mas.. aun siento miedo que pueda doler mas.. pero no quiero que pare.. no en este momento.. ahogo otro gemido contra su cuello porque me escondo en el.. en su cuello y gimo casi por su oído al momento de intentar esconderlo.. beso su cuello casi mordiéndolo.. por la sensación .. quiero apretarlo.. pegarme a el no quiero.. que se separe de mi.. no quiero dejar de estar así.. no no noooo no quiero...
-aaaaahhmmmm-
gimo muy suave.. lento y largo.. aun en su cuello aun sintiendo un cálido sudor que va recorriendo mi cuerpo.. estoy ardiendo.. es como quemarme en la playa pero se siente muy bien demasiado.. lo quiero quiero... sentirlo mas.. y es cuando mi cuerpo bruscamente se mueve.. reacciona a mis deseos.. lo se pero no puedo reprimirlo estoy sintiendo una humedad entre mis piernas y me asusta pero me excita un mas.. subo las manos al respaldo del sofá y me sujeto con fuerza para poder atraer el cuerpo a su encuentro cada que el regresa en un movimiento a mi.. siento y escucho como chocan nuestras caderas y siento que soy tocada en un punto que me causa mayor humedad y electricidad.. gimo mas.. y mi respiración es mas agitada mucho mas de lo que era al inicio de nuestros actos.. no se que estoy haciendo.. ya no soy yo es mi cuerpo.. que comenzó a despertar...

Pide que la abrace, y sin entender bien porqué, lo hago. La rodeo con mis brazos y la abrazo, besando sus hombros, mientras sigo en su interior, moviéndome de manera desesperada. Desenfrenada. Tengo sus labios muy cerca de mi oído, y puedo escuchar a la perfección sus gemidos, suaves, descontrolados, susurrándose como si fuese música celestial.
Mis manos rodean su cuerpo, con fuerza, sus pechos rozan mi pecho, mis manos descienden por su espalda. Lentamente me muevo, haciendo que en vez de estar sobre mi, esté ahora debajo de mi cuerpo, en el sofá. Con delicadeza, con una dulzura impropia de alguien como yo, atrapo su cadera, la muevo, en una posición mucho más cómoda para ella. Sigo embistiéndola, despacio, muy lentamente, sin que pueda herirla. Siento cómo la sangre junto con su propia humedad, se desliza por mi miembro. Manchando levemente el sofá. Beso su cuello de nuevo. Hasta que lentamente acerco mis labios a los suyos, abriéndome paso entre ellos, saboreando cada parte de su boca, mezclando su dulce aroma con el mío.
Llevo una de mis manos a su nuca, y hago que termine por erguir un poco su cabeza. Aparto su cabello con una suavidad y ternura impropia de mi, rozo con mis dedos su piel, acariciándola, besándola lentamente, en un sendero de húmedos besos. Rozando con mis labios su oreja, relamiéndola con mi lengua.
De nuevo busco sus labios, y es que por algún extraño motivo me excitan y me tientan a querer más. A desear mucho más de ella. De todo cuanto pueda ofrecerme y darme. Como si mis labios añorasen los suyos. Me derrito por dentro ante tal grado de deseo.
Sus jadeos se hacen cada vez más fuertes, y es que cada vez me muevo en su interior con más fuerza. Mi cuerpo se acopla al suyo como si se conociesen de siempre. Como si toda la vida hubiesen estado listos para encontrarse y complacerse mutuamente. Trato de acallar sus jadeos. Su delicada voz suena como todo un puto coro celestial clamando más. Deseando que le ofrezca todo cuanto puedo darle. Y si supiese la de cosas horribles que podría ofrecerle. No voy a dejar que su inocencia venza. No voy a permitir que se vaya así, sin más. Ahora es mía. Me pertenece. Y voy a hacerme con su alma. Quiero escuchar el sonido de su tortuosa alma suplicando clemencia en el abismo. Quiero que me ruegue, y entonces ahí estaré yo, pensando si de verdad le concederé sus deseos o si por el contrario será presa de un castigo eterno. No permitiré que su dulzura me engañe. No. Yo no soy así.

Sigo todavía moviéndome en su interior, con más fuerza, con más delirio, su voz se quiebra, buscando aire, gritando sin cesar, por el placer que proporciona mi cuerpo al suyo. Yo, trato de acallar mis propios gemidos, de controlar mi propio deseo, mi propio éxtasis. Llevo mis dedos a su clítoris y los muevo, con elegancia, con pericia, con experta suavidad, sabiendo cómo complacerla. Sin dudarlo ni un instante. Después de masajearlo y de hacer aumentar sus gritos, llevo mis dedos a mi boca, relamo su sabor, su excitación, los huelo. Ese olor a mujer que deseo desde siempre. Ese aroma, ese cuerpo que en cuanto vi entrar en aquel lugar supe que sería mío.
La miro a los ojos. Se muere por mi. Puedo verlo. Ahora sólo he de pensar cómo conseguir su alma. Cómo conseguir que me la ceda. Sin trucos, sin manipulaciones. Por propia voluntad. Tiene que creer que la amo. Tiene que creer que la quiero, y después, tiene que pensar que daría mi vida por ella. En cuanto lo crea, en cuanto intuya que es así, ella misma cederá a mis deseos.
Pero pienso que quizá no pueda conseguirlo en un día. Quizá me lleve más tiempo. Y decido, que aunque me cueste, me haré con su alma y con su cuerpo. Será mi esclava eterna, si así lo deseo. No importa la espera, nunca es demasiada cuando el resultado vale la pena. De pronto siento que sus músculos están tensos. Probablemente cansada después del buen rato que llevamos follando. No la culpo. En su primera vez no ha estado mal. Trataré de mejorar su experiencia en la segunda. Sus ojos parecen entrecerrarse. No quiero cansarla más. Quiero ofrecerle mi cama. Quiero que crea que soy todo un caballero, generoso, que está dispuesto a amarla.
Si supiera en verdad cuantas fantasías tengo en mente en ese momento.
No espero, no lucho contra mi propio deseo, y dejo que mi miembro explote de placer, dejo que se corra en su interior, sin piedad, que mi semen inunde todo su cuerpo, que la llene por completo, y en cuanto lo hago mi respiración jadeante comienza a volverse más relajada. Más normal. Salgo de su interior, beso su abdomen, su vientre, su ombligo. Acerco mis labios a los suyos, atrapo su labio inferior entre los míos, juego con ellos, con mi lengua en su boca, casi llegando a su garganta. Feroz, apasionada.
La miro a los ojos. - ¿Estás bien? .. - pregunto esperando no haberla dañado. Asiente y entonces sonrío. Más que satisfecho. - Estás cansada.. es normal.. si quieres.. puedes quedarte a pasar la noche conmigo.. puedes dormir conmigo.. - sonrío infundiéndole valor y ganas - Ven, te llevaré a mi cama. - y antes de que pueda negarse la tengo entre mis brazos, con suavidad, cargando el poco peso de su cuerpo y llevándola hacia la habitación. Abro la puerta, y la dejo caer lentamente en la cama, en medio de las sábanas de seda. La cubro con ellas. Entonces me meto en la cama, justo por el otro lado, y acerco a ella. Los dos desnudos. Estirados, muy juntos. Beso sus hombros desnudos. La acerco a mi cuerpo, quiero sentir su calor. Por primera vez una mujer dormirá en mi cama. A mi petición. Y es extraño porque nunca he deseado tener compañía. Y aunque sé que esta vez lo hago por mi propio interés, no puedo evitar sentirme extraño. Pero en el fondo, sintiéndome bien.

Su cuerpo me tiene loca.. perdida en la inconsciencia del placer.. siento sus brazos sujetándome y sus labios besando mi piel sin dejar de hacerme sentir que floto.. su cuerpo.. hasta mi cuerpo sigue sus movimientos.. no soy tan consciente de lo que estoy haciendo pero me gusta no puedo ni debo negarlo el es dulce tierno y yo.. yo no se que soy después de esto.. pego mis labios a sus hombros sujetándome con las piernas y los brazos.. mis dedos se aprietan a su espalda.. se hunden en su cálida piel.. y mis labios la disfruta con placer... no sabia que así seria que mi cuerpo completamente se sintiera así.. ligero y con temblores por todo los lados... mi cuerpo se arquea cuando lo siento en mi cuando su cuerpo me mueve por sobre su cuerpo mismo.. me sostengo de sus hombros y después me dejo caer sobre su pecho aun besandolo sin saber a bien si debo o no hacerlo solo respondo a el a sus caricias.. en poco momentos es el sofá el que esta bajo de mi cuerpo.. y su textura es algo ruda no como la piel de Alex.. el es suave y cálido y excitante y el sofá es un rudo sentir en mi espalda.. pero me gusta su cuerpo sobre el mio.. ahora puedo sentirlo por completo.. mis piernas lo abrazan y lo estrechan contra mi cuerpo.. pero no se detienen ahí se mueven para sentir lo largo de sus piernas y lo firme de sus músculos.. paso mis manos por su costado y tiemblo por poder hacerlo.. el no me detiene.. entonces esta bien?... no lo se y el no me dice nada grito bajo cada que siento que en mi cuerpo algo se convulsiona y mi sexo.. se tensa con fuerza y se distiende con cada entrada y salida de su miembro.. siento sus labios y agradezco con un suave gemido el poder besarlo.. el sentir que me quiere de este modo.. lo acerco a mi con mis manos en su espalda.. hasta que mi cuerpo se tensa y siento como algo dentro de mi estalla.. es fuerte salvaje.. y grito aunque me pego mas a el porque es penoso gritar del modo que me siento me aferro a sus hombros.. y siento una humedad mas grande a la que había sentido al comenzar.. y me avergüenza no se si es normal o no.. pero el no dice nada.. el solo me abraza y me besa.. y siento un calor que llega a través de mi cuerpo pero que proviene de mi sexo del suyo.. y creo que entiendo que es.. a llegado a su clímax... y es su semen... es tan cálido.. y me niego a querer separarme de el.. pero el se mueve.. aprieto mi cuerpo.. pero no quiero que piense que soy una tonta.. me resigno aun sintiendo esa calidez en mi.. pero sus labios se vuelven mi consuelo.. es en ese momento en el que ya no importa si se aleja o no de mi.. porque sus labios me ayudan a sobrellevarlo..
-Estoy muy bien..-
Le susurre aun cálida entre sus besos y entonces se que puedo confiar mas en el.. puedo estar a su lado y el .. el me puede cuidar y proteger.. me toma entre sus brazos y paso mi brazo por su nuca, pongo mi otra mano en su pecho acariciando sus músculos firmes rígidos.. y su aroma.. el aroma de su sudor.. aunque casi no ha sudado.. y me encuentro de pronto con la conciencia de estar desnuda.. sudada y de seguro con rastro de sangre entre mis piernas me encojo.. pero el sigue llevándome a su cama.. conoceré su cama.. suspiro hasta que siento como me baja con cuidado y la suavidad de las sabanas es casi como la de su piel pero menos cálida.. me cubro con pena y siento su cuerpo a poco tiempo de estar bajo las sabanas.. me acerco a el lo abrazo.. pego mi rostro a su pecho y lo abrazo como si estuviera asustada.. y en parte lo estoy .. todo es nuevo.. y fascinante..
-Lo siento.. se que.. bueno no, no se.,. en realidad.. si lo hice bien.. -
Alzo mi cara hacia la de el.. y sus ojos verdes me hacen perderme .. mis dedos tiemblan sintiendo su piel bajo de ellos. y no se si solo dormir.. o hablar o cerrar la boca.. soy una estúpida.. lo hice.. tuve mi primera noche con un chico guapo pero que no conozco y el miedo comienza a apoderarse de mi.. el temor de que todo termine cuando abra los ojos al día siguiente.. cierro los ojos y me abrazo lo mas que pueda.. no se que pase mañana pero por hoy.. por esta noche no dejare que nada me quite el sabor de sus besos y lo cálido de su tacto..
No recuerdo.. cuando me dormí pero aun estaba en su cama.. los rayos del sol acarician mi espalda.. suaves y cálidos me hacen sentir quemar.. pero no me dan dolor.. no de una forma fuerte que duela.. no me muevo por un momento.. quiero escuchar que esta pasando en la habitación la sabana esta a la mitad de mi cuerpo.. me eh movido parte de la noche.. o es el quien me ha movido.. me habrá tocado? no lo recuerdo y eso en parte me hace sentir mal.. quiero recordar todo lo que el me ha hecho.. toda la experiencia de mi primera vez, me muevo un poco y no siento nada a mi espalda.. no esta el.. o eso es lo que creo porque no siento su respiración.. me giro y lo miro recostado mirándome.. jalo la sabana y me cubro con pena por la luz que entra en la habitación..
-Hola..-
Apenas es un hilo mi voz y me giro por completo mirándolo a los ojos.. pero los entrecierro por un momento.. un rayo de luz cruza por mis ojos y es molesto dejar los ojos abiertos.. cubro mis ojos con mi mano.. y lo puedo mirar un poco mas pero evito sus ojos..
-Que hora es ?-
Me sonrojo mirando su cuerpo desnudo aunque no eh bajado a ver mas haya de su torso.. me muevo acomodándome de lado cubriéndome un poco mas.. e intentando que mi cabello no este tan esparcido por todos lados.. intento acomodarlo pero algunos mechones se mueven cubriendo un poco mi rostro..

- Ha sido más que perfecto.. - susurré y no tardé en besar su frente. Con dulzura. Seguía sin creerme porqué me resultaba tan sencillo dar tales muestras de cariño. A fin de cuentas, debía de ser un gran actor. Sobretodo porque ella no parecía ser consciente de mis intenciones, ni siquiera un poco. Inocente. Pero decidí no seguir pensando en ello. No de momento.
Poco a poco sus ojos se fueron cerrando. Decidí dejarla descansar, y dormir un poco. No es que estuviese demasiado cansado, pero, después de la muerte de mi mejor amigo, y de todas las noches que llevaba sin pegar ojo, no lo veía mala idea. Parecía que ella arrojaba algo de calma y de paz a mi tenebrosa oscuridad, por primera vez desde hacía muchos días, era capaz de dormir. Y me preguntaba si se debía a ella, y a su rostro de ángel, o si era casualidad.

" Me desperté de pronto, sin siquiera poder controlar mis pasos, mis pies se movían en dirección a la cocina, me acerqué a la encimera, y seleccioné con los dedos uno de los afilados cuchillos que había en el primer cajón. Me sorprendió ver lo afilado que estaba, lo comprobé deslizando mi dedo por la hoja, el cual, sangró sin apenas esfuerzo. Me llevé el dedo a la boca, succioné el líquido carmesí. Y volví sobre mis pasos, regresando a la habitación. Me subí a la cama, y con dulzura aparté el rostro de la joven que dormía a mi lado apaciguadamente, era Melissa. Obvio. ¿Qué otra mujer había ocupado mi cama? Entonces, acerqué la hoja afilada del cuchillo de acero inoxidable a su cuello y ella abrió los ojos, sobresaltada.
- Dame tu alma - ordené. - Dámela o morirás ahora mismo! - chillé. Asustada, temblorosa, con los ojos llenos de lágrimas que no tardaban en desbordarse por sus mejillas asintió. Tomé su mano, hice un corte en la palma, y luego otro en la mía, fundiendo nuestras sangres, sellando nuestro pequeño acuerdo, nuestro íntimo pacto privado.
De pronto sentí como su alma se alejaba de su cuerpo, su rostro se mostraba menos inocente, menos dulce, sus rasgos se endurecían, sus facciones se tensaban. Su alma era mía, estaba en mi poder, la torturaría por toda la eternidad. Pero entonces, una silueta conocida, demasiado conocida para mi aparecía ante mis ojos, como un espíritu infernal dispuesto a darme noticias.
- No deberías haberlo hecho... - murmuró - la marca de caín caerá sobre ti, y tendrás que pagar lo que has echo 7 veces. 7 desgracias se apoderarán de ti en los próximos días. - y entonces desaparecía. Onyx. Mi mejor amigo, quien había muerto hacía apenas unos días, venía a advertirme de mi desgracia. "

Entonces me desperté, con los ojos abiertos como platos, la luz del sol comenzaba a filtrarse por la ventana. Había conseguido dormir, pero al parecer no había sido capaz de hacerlo sin pesadillas. Entonces, sentí algo frío y pesado entre mis dedos, Era el cuchillo de mi sueño. Lo dejé bajo la cama. Y no tardé en girarme y observar el rostro de Melissa. ¿La había matado? No.
Respiraba lentamente, con suavidad, con una sonrisa ligera en el rostro. Sumida en sueños maravillosos. Almenos eso parecía, pues estaba totalmente relajada. Parecía incluso feliz. Decidí no tensarme. No podía notar que algo iba mal o se asustaría. Ya trataría de pensar después qué era lo que acababa de pasar. Me giré, quedando de frente a ella. Acaricié su mejilla, cálida. Suave. Apartando los pequeños mechones sueltos de cabello que cubrían su hermoso rostro. Sonreí. En verdad era una belleza. Inocente, dulce.
Un pequeño ángel en la cama de un demonio... sonreí ligeramente, curvando mis labios. Quería cubrirla, su cuerpo estaba semidesnudo entre las sábanas, pero, temía que de hacerlo la despertaría. Además, no quería dejar de contemplar su bonito cuerpo. Sus senos quedaban a la vista, relamí mis labios. El deseo se acrecentaba en cuestión de segundos. ¿Estaba enfermo? No, simplemente estaba buena. Y eso me tentaba. Mucho. Demasiado. Pero debía comportarme. Poco a poco. Cuanto mejor fingiese, y cuanto más bueno pareciese, con más facilidad me ganaría su alma. Ya estaba cerca. Muy cerca. Entonces abrió sus ojos, me miró fijamente y le sonreí. Se cubrió, siendo consciente de que mostraba partes de su cuerpo que le daban algo de pudor. Se ruborizó un poco, pero no tanto como anoche. Todavía recordaba el tono carmesí que habían adquirido sus mejillas cuando la desnudé ante mi.
- Buenos días - susurré con voz suave y una espléndida sonrisa. - Es temprano todavía... - mencioné. No sabía qué quería hacer. Si su parte más puritana decidía irse, o si por el contrario, la adicción por un demonio la obligaba a quedarse.

Le sonreí aun hipnotizada por sus ojos verdes profundo que ahora parecían brillar aun mas que la noche que había pasado.. mire su cabello despeinado y curiosamente me parecía mas atractivo así que con el cabello acomodado.. subí mi mano a su rostro.. quería estar segura que no solo me lo estaba imaginando.. y pude tocar su perfecta piel..
-Pensé que estaba soñando..-
Dije suave casi inaudible acariciando aun su mejilla hasta que relaje mi mano y el color rojo no dejaba mis mejillas.. mire sin pensar hacia abajo de su cuerpo.. y lo note aun desnudo.. y por un minuto o dos.. no deje de repasarlo con la mirada.. y de sentirme plena después de mi primera vez.. había soñado como seria y siempre iba de lo cursi hasta lo salvaje.. ese pensamiento me llenaba de nuevo de color el rostro pensar todo eso me hacia sonrojara.. mire un poco al rededor.. ayer no había podido apreciar la enorme cama en la que estaba.. me enderece sentándome sobre la cama y mirando el cuarto en todo su esplendor.. regrese la vista a Alex.. y sonreí en bobada por su hermosura..
-Ya desayunaste?.. podría hacerte algo de desayunar..-
Me sentí repentinamente extraña estando con un hombre en su cama.. sin saber que debía hacer.. volver a besarlo.. repetir lo que había pasado anoche o solo vestirme e irme.. flexione mis piernas atrayendolas hacia mi pecho cubiertas por las sabanas de seda suave.. las abrace y respire profundamente.. ¿ Debía preguntarle que se hacia al día siguiente de la primera vez? ¿ tenia que levantarme solo vestirme y sonreirle agradeciéndole que se llevara mi virtud? En realidad lo había hecho con un completo desconocido.. sentí un escalofrió pasar por mi espalda, pero aun estaba viva y el parecía estar feliz conmigo a su lado, me quede un segundo mas ahí.. y después de poco tiempo.. me levante jalando la sabana para cubrirme..
-Am... donde quedo mi ropa?-
Sonreía tan ampliamente como me era posible y no.. no estaba fingiendo la sonrisa me sentía tan plena que no podía borrarla de mi cara.. di algunos pasos hacia la puerta de la habitación y sentía mis piernas algo temblorosas y mi ... am.. mi bueno ahí.. sentía como si me faltara algo.. y creo saber que es lo que era... mientras mas me alejaba de la cama la sabana lo dejaba mucho mas a mi vista.. y lo mire es imposible no verlo.. me recargue en la puerta y mordí mi labio repasándolo después con la lengua.. no es que lo hiciera a propósito.. si no que simplemente fue un reflejo de mi parte.. no sabia que hacer y en mi intento por pasar esos segundos que sin mirarlo se hacen eternos.. juguete con la sabana intentando atarla con mayor firmeza sobre mi pecho.. pero por desgracia el intento no fue lo suficientemente bueno.. porque en una vuelta extraña que hice a una de las puntas.. la sabana cayo por un lado de mi cuerpo solo sujetando una de sus puntas la cual no ayudaba a cubrir.. mucho.. me moví rápidamente para poder cubrirme con ella de nuevo.. pero mis nervios me traicionaron y termino en el suelo.. y mi cuerpo expuesto.. pegado de espaldas a la puerta de la habitación.. el se levanto.. no quería verlo de ese modo.. no quería fijar mis ojos en su cara y después en su pecho.. y recorrer esa fina linea de vello que bajaba hasta su miembro y subí mis manos al sentirme observándolo de un modo sexual..
-Lo siento es solo que... bueno es la primera vez.. que lo veo así.. -
Me quede aun helada con las dos manos sobre cada uno de mis ojos.. y no deje que por nada del mundo.. debía quitármela del rostro..

- No he desayunado todavía, pero no te preocupes. No tengo demasiada hambre. - murmuro. Aunque quizá debería especificar más y en lugar de decir que no tengo hambre, debería aclarar que tengo hambre de ella, en cambio la comida puede esperar. Entonces veo como enreda su cuerpo en la sábana, pero está tan nerviosa que apenas consigue cubrir del todo su cuerpo. Sonrío. Satisfecho por lo que mis ojos pueden contemplar. Deleitándome con su hermosura, de la cual, parece no ser siquiera consciente. - No deberías tener tanta vergüenza, ya es tarde para eso - comienzo a decir - te recuerdo que anoche te vi totalmente desnuda. - Decir aquello solo consiguió ruborizarla más. Pero, a mi me hizo sonreír. Me parecía gracioso ese momento. Entonces me puse en pie, levantándome también de la cama. Estaba desnudo también. Igual que ella. Cogí unos bóxer limpios del cajón y me los puse. Cubriendo mi desnudez. Entonces abrí el armario y saqué una de mis camisas. Me acerqué a ella, descalzo, sintiendo el calor del suelo en mis pies. - Toma, puedes ponerte esto. Tu ropa está en el salón. Pero creo que no está en buenas condiciones... - probablemente estaría manchada, o quien sabe, quizá incluso rota. No recordaba bien esos pequeños detalles. Lo que si recordaba a la perfección era cada parte y detalle de su cuerpo. De su bonito cuerpo. Le sonreí. Iré a preparar un zumo y cereales.. Si te apetece puedes darte una ducha. - ¿Mi idea? No demasiado descabellada. Prepararía el desayuno, y justo cuando ella estuviese duchándose, aparecería yo en el baño, dispuesto a un rápido polvo mañanero, de paso que el agua limpiaba mi cuerpo. Incluso parecía una buena idea. Pero de haberse percatado de lo que yo quería, quién sabe lo que haría. Quizá creía que estaba haciendo algo malo y se arrepentía. La miré a los ojos. Tímida como era, y se sentía extraña. Probablemente confusa. A fin de cuentas, parecía toda una santurrona, y se había acostado con un hombre que ni siquiera conocía. Lo gracioso estaba en que, yo no era un hombre cualquiera. Imaginaba que, de enterarse de que yo era un demonio, probablemente se volvería loca.
Me acerqué tanto a su cuerpo, el cual estaba totalmente desnudo, acaricié sus suaves hombros y deposité un beso en ellos. Entonces, cubrí su cuerpo con la camisa y la miré a los ojos mientras abrochaba alguno de los botones, sin siquiera fijarme si lo estaba haciendo bien. - No deberías preocuparte tanto. Que anoche fuese tu primera vez no significa que no lo hubieses hecho bien. Y créeme, en realidad fue magnífico. - En cuanto dije aquello besé muy levemente y con mucha suavidad sus labios. Entonces me alejé. Como si estuviese sufriendo alguna clase de trastorno de bipolaridad.
Me dirigí a la cocina, y con mi agudizado oído supe que estaba en el baño. Probablemente examinando su cuerpo, en busca de algún signo o alguna señal que indicase mi presencia. No la culpaba. Yo hubiese hecho lo mismo si alguien como yo me hubiese tocado.
Preparé zumo de naranja natural, y lo puse en una de las jarras de cristal, lo serví en dos de los vasos mientras ponía pan de molde en la tostadora y encendía la máquina del café. Siempre desayunaba eso. Y no iba a cambiar por mucho que ella estuviese allí.
En cuanto escuché el sonido de la ducha me excité, sólo de pensar lo que quería hacer. Saqué el pan de la tostadora, y sabiendo que la cafetera se desconectaría sola, me dirigí al baño. Justo antes de que entrase en él, un fuerte dolor de cabeza me abrumó, tanto que tuve que dejarme caer en el suelo, de rodillas. Escuchaba la voz de Onyx, mi mejor amigo fallecido, gritando en mi cabeza. No juegues con fuego, terminarás por quemarte.
Simple. Pero bastó para que entendiese la amenaza. Me puse en pie, todavía acariciando mis sienes con los dedos. ¿Qué me estaba pasando? No entendía nada. Además, eso no tenía ningún sentido. Aquí el fuego era yo. Y siéndolo, muy difícilmente podría quemarme. Abrí la puerta del baño, tratando de olvidar lo que acababa de sucederme, y me saqué el bóxer, comencé a preguntarme mentalmente porqué me lo habría puesto, ni siquiera lo había llevado unos minutos y ya me lo estaba sacando. Vi la silueta de su bonito cuerpo, desnudo, a través de la mampara. El agua caía a chorros sobre su piel, mojada. Sensual. Me gustaba. Sonreí de lado. De pronto mi mirada se tornó sombría. Mis ojos se oscurecieron por completo, me sentía hambriento, con ganas de devorarla por completo, tanto a ella como a su propia alma. Entendí que algo me estaba afectando. Algo maligno. Mi yo del averno venía a visitarme. Pero ya casi ni importaba, porque en pocos segundos ya no era yo. Sino el monstruo que conseguía ser en otras ocasiones. El demonio que ella no debería conocer. Me adentro en la ducha, abriendo la puerta de la mampara. Cierro al entrar. Ella se sorprende al verme allí detrás suyo. Pongo un dedo sobre sus labios instándola a callarse.
La giro, obligo a que me de la espalda. Lentamente acaricio su vientre desde atrás. Subo, despacio, hasta rozar sus pechos y sus pezones rosados, pequeños y apetecibles. Beso sus hombros, su espalda, bajando por su columna vertebral. Entonces llevo una de mis manos a su sexo, y desde atrás la obligo a separar las piernas. No estoy siendo demasiado delicado. ¿qué demonio lo es? Lo que voy a hacer es follármela. Nada de delicadezas, nada de ternura. Simple. Excitante. Perfecto.
Al abrir sus piernas rozo con mis dedos su sexo y siento que está tan húmeda que nada me impide penetrarla ya mismo. Pero no. Lo que voy a hacer es estrenarla de nuevo. Por detrás. Voy a hacerla sufrir, hasta que suplique que mi miembro cubra toda su necesidad.
Llevo uno de mis dedos a su ano, y lo muevo lentamente, consiguiendo que se dilate poco a poco, haciéndose más grande cada vez. En cuanto está listo, tomo mi miembro en mi mano, y acerco la punta al agujero. La penetro por detrás. Con fuerza. Con furia. Con deseo. Mis dedos acarician su clítoris con fuerza, mientras que la embisto por detrás, arremetiendo contra su cuerpo con poca delicadeza. Grita. No sé bien si de dolor o placer. Pero tampoco me importa. No soy yo. Aunque algo me diga que esto no debo hacerlo, no puedo obedecer. Mi cuerpo se niega a hacerlo y funciona por su cuenta. Libre de mi cabeza.
La embisto con fuerza, sin temor, sé que no va a romperse. De pronto comprendo que lo que comenzaban siendo gritos de dolor esta vez se están convirtiendo en jadeos incontrolados. Sonrío de lado. Seductor. Divertido. Aprieto sus senos entre mis manos, y despacio llevo estas a sus caderas, las cuales muevo al compás y al ritmo de mi pelvis, que empuja sin cesar en su interior. Muerdo sus hombros, no demasiado suave, pero tampoco ejerciendo demasiada fuerza. Beso su cuello, y veo como aprieta sus manos contra los azulejos. Resulta temiblemente placentero y sé, que después de esto, su alma será mía.

Lo miro acercarse y su cuerpo ya no esta desnudo.. ya no es tan intimidante ante mis ojos.. porque esta cubierto.. en parte siento tristeza verlo en plenitud de su hermoso cuerpo.. es delirante pero me siento menos cohibida no mirando.. su.. amm.. su pene! .. bajo la mirada cada paso que da hacia mi.. y se que estoy desnuda que nada me cubre mas que mis manos que cubren mi cuerpo.. para que no se vea desnudo.. pero el tiene razón.. hemos hecho el amor esta noche y el me ha visto desnuda y no debo sentirme así.. o ¿si? subo mi cara mirando sus ojos sobre mi cuerpo.. y me cubre con su camisa.. huele a el.. deliciosamente fresca y suave como sus caricias.. cierro los ojos sintiendo como se desliza sobre mi cuerpo.. hasta que me deja ahí de pie.. y suspiro soy adicta a el... no se como decirlo pero el tenerlo ante mi me hace sentir tranquila aunque inquieta... un cosquilleo sube por mi cuerpo.. es el recuerdo de el.. pero no puedo moverme mucho no sin dejar ver que lo deseo de nuevo que estoy esperando poder besarlo como ayer nos besábamos.. y como si el leyera mi mente un suave beso me dio.. suspire sentía como mi corazón se comenzaba a agitar pero seguía helada.. ahora maldecía no haber hecho nada malo.. cuando era mas joven pero me gustaba ser solo de ella..
-Yo quería hacerte el desayuno..-
Musite apenas audible y con una voz que no se parecía a la mía.. era de una niña y se que no soy una mujer.. bueno hasta ayer no lo era.. pero mi voz es tan tímida que no sonó convincente.. su explicación de mi primera vez me tranquilizo pero me hizo sentir aun mas apenada.. ¿ Había estado bien? bueno eso es mas de lo que me esperaba que pensara de mi.. porque el fue un dios con sus caricias.. asentí ante su oferta de desayuno y de ducha .. estaba muy callada y no podía decir nada es que no sabia que decir.. me retire de la puerta recién mis piernas parecían obedecerme o seguir las indicaciones que el me daba... no lo se pero conseguí dar unos pasos hacia la ducha.. entre sin mirarlo realmente salir.. porque no quería desmayarme.. porque si lo veía con ese cuerpo hermoso que el posee.. no se si podría seguir respirando.. el cuarto de baño es grande.. y al fondo una linda ducha que hasta tina tiene.. es enorme.. deslice su camisa por mi espalda.. y la deje sobre el lavamanos.. casi como si la doblara en un cajón.. abrí el agua caliente y temple con la fría y el cálido liquido no se asemejaba en nada a sus caricias.. cerré los ojos imaginando sus besos.. sus manos pasando por mi piel.. casi podía sentir como mi cuerpo comenzaba a humedecerse.. el recuerdo de el.. es excitante.. mordí mi labio y el jabón causaba un efecto difícil de resistir al pasar por mi vientre... lo retire de mi.. y jade un poco dejando que el agua me ayudara a controlar mis impulsos.. Dicen que el agua limpia no solo el cuerpo si no el espíritu y eso es lo que espero.. espero sentirme menos deseosa de el.. tome de nuevo el jabón con la firme convicción de que no me haría efecto su suave contacto.. logre pasarlo por mi cuerpo.. sin sentir deseo de tener a Alex de nuevo en mi cuerpo.. frote shampoo en mi cabeza y deje que el agua se llevara todo el jabón que había usado.. un leve ruido me hizo girar hacia la puerta y fue cuando lo mire.. un dios desnudo en frente de mi.. mi corazón latió desenfrenado desbocándose con acelerada alegría.. el estaba ante mi.. desnudo y mirándome sin perder detalle de mi cuerpo.. aun me sonroje.. pero no agache la mirada ni un segundo.. y fue cuando lo note.. ese verde hermoso de sus ojos.. ahora era mas obscuro.. me hizo temblar.. pero no se si era por deseo.. o miedo.. en un solo paso me cubre los labios y no me muevo de nuevo esa parálisis que no deja que mi cuerpo actué de ningún modo.. me gira.. y sus manos me acarician.. gimo levemente es lo que deseaba que el me tocara.. que sus manos se fundieran de nuevo en mi piel.. es mas crudo.. es mas real de lo que recordaba que había sido la noche anterior.. me dejo llevar mis manos se sujetan a los azulejos del baño.. pero sus dedos.. algo hace con ellos O_O!
-Espera..-
Murmuro con los labios casi pegados a la pared.. pero el no se detiene y los mete en mi .. en.. mi... trasero..
-AH!!-
Grite sin que el me prestara atención y sentí miedo por primera vez en lo que llevaba a su lado el me era diferente.. me moví pero sus manos me sujetaban y mis pies se resbalaba sobre los azulejos...
-Alex.. no!.-
Le suplique pero el silencio de sus labios parecía que no lo dejaban escuchar.. es tenebroso.. pero por una extraña razón no opongo mayor resistencia.. su miembro se acerco a mi.. y mis labios se cerraron al sentir el dolor.. cuando me penetro.. duro y fuerte sintiendo un dolor fuerte, no es el ardor que sentí la noche anterior.. esto es doloroso.. y no creo pueda sentir placer por lo que me esta haciendo.. golpe el azulejo y mi grito fue mas fuerte .. porque me dolía y el no se detenía.. no podía creer lo que me estaba haciendo.. y yo había dejado que lo hiciera.. mis manos se trenzaron con fuerza en puños.. y no era consciente de lo que sus manos hacían.. poco a poco el dolor va haciéndose menos.. y soy consciente de que sus manos me están acariciando.. siento sus dedos en mi sexo.. y cierro los ojos perdiéndome en el placer que me da.. olvidando el dolor de su penetración.. se mueve en mi.. ahora lo siento.. y mi cuerpo se pierde en la pasión.. gimo.. de nuevo estoy sintiéndome desvanecida.. sus manos bajan a mi cadera y me acomoda de modo que siento aun mas placer.. siento que me vengo.. que estallare en cualquier momento.. y mis manos se abren sobre los azulejos.. y sin razón empujo mi cuerpo contra el de el.. ya no me duele.. aunque si me duele el alma.. fue rudo.. fue bruto.. cuando me tomo de ese modo.. pero lo quiero.. quiero sentirlo aun mas..
-Alex.. alex... por favor.. por favor... -
Abro los labios sobre el frió y húmedo azulejo. quiero un beso quiero sus brazos.. quiero su cuerpo cubriéndome quitando ese dolor que me causo al inicio.. golpeo el azulejo.. suavemente y giro mi cara para mirarlo.. el agua aun corre nos llena de su cálido y liquido tacto.. pero yo lo quiero a el.. no al agua no al jabón ...
-Tómame Alex.. tómame.. soy tuya.. -
no se lo que digo? si si lo se.. lo quiero quiero sentirlo quiero perderme en su piel.. quiero ser suya de cualquier modo.. aunque me haga daño.. quiero estar con el.. no quiero dejarlo.. Me empujo mas contra su cuerpo.. y siento mas dolor.. pero lleno de placer .. se que me puedo arrepentir de lo que estoy haciendo pero no me importa no cuando el me hace sentirme única.. me ama se que lo hace y es por eso que me hace todo esto.. ¿verdad?...